Seguramente has escuchado que los vinos de la Ribera del Duero son de los mejores vinos de España. Conocemos a esta zona por sus hermosos paisajes y las distintas actividades que se organizan como enoturismo y cata de vinos entre otras, se trata de la ruta del vino compuesta por varias bodegas de tradición familiar que persiguen la excelencia en cada detalle de calidad, empleando tecnología de avanzada y profesionalismo en cada proceso.
Aquí te contaremos en detalle la producción de estos deliciosos vinos.
El proceso del vino comienza con la vendimia, una época muy intensa y esperada por la región que comienza aproximadamente durante los primeros días del mes de octubre.
Las uvas recolectadas son transportadas con rigurosos cuidados para que no se vean afectadas por cambios de temperatura o aplastamiento. Allí esperan que el consejo regulador de la Ribera del Duero haga los respectivos controles de calidad, según la denominación de origen.
Luego le sigue el control de calidad en la bodega, se trata de un riguroso proceso para garantizar la calidad de las uvas de la Ribera del Duero.
Finalizados estos controles se estaciona el vino, respetando parámetros de temperatura y luego se procede a seleccionar las uvas, desechando las que se encuentran en mal estado, eliminando todo lo que pueda afectar la calidad del vino
Le sigue un segundo proceso de selección, mediante una cinta vibrante, para retirar las uvas no suficientemente maduras.
Cuando las uvas están listas, pasan a otra cinta que las transporta hacia otros depósitos de elaboración en los que caen por gravedad.
Las bodegas poseen depósitos que pueden ser de acero inoxidable, hormigón, y madera de roble, en estos depósitos se produce la fermentación del vino que requiere 22 días para el completo desarrollo, durante este proceso las levaduras convierten el azúcar de la uva en el alcohol del vino, y se extrae el color por medio de los remontados.
Finalizada la fermentación se realiza el prensado y la entrada del vino en barrica para su crianza.
Las barricas tienen distintas características como por ejemplo las de roble francés, que maximiza las propiedades de los vinos.
Una vez que las barricas han hecho su función, luego de 12 y hasta 28 meses se procede al embotellado de los vinos. Lo importante de la botella es que haya una segunda crianza, donde los elementos del vino (lo que proviene de la uva, de la barrica y de la fermentación del suelo y clima) se tienen que ensamblar.
La crianza en botella se extiende por un largo periodo de tiempo, dependiendo del tiempo que haya estado el vino en barrica.
Cuando el vino esta embotellado y etiquetado solo queda un último proceso, la comercialización, la Ribera del Duero sigue en constante crecimiento, las denominaciones de origen ayudan indudablemente a una mejor comercialización del vino, solo por el hecho de ser Ribera o Rioja atraen al consumidor, el marketing y la fama de la marca también favorecen su venta, ante un público cada vez más conocedor del vino y sus gustos.
Los Vinos del Duero son de gran calidad, hay una tendencia a pensar que porque un vino es más caro es mejor, sin embargo no tiene por qué ser así, el encarecimiento de los vinos muchas veces esta provocado por los costos de elaboración, exclusividad, diseño o tener un enólogo estrella, esto encarece el producto pero no mejora la calidad.
El mundo del vino es un mercado libre y cada bodega establece sus propios criterios.
Caro o barato, con mucha o poca calidad, de la Ribera del Duero o de cualquier otra denominación de origen, el vino siempre tendrá un lugar en nuestra mesa, siempre se toma en compañía de amigos, familia, es el protagonista de muchos buenos momentos y el disfrute de todo su sabor.
Y por último merece la pena recordar el refrán “buen vino es como una buena película, dura un instante y deja en la boca un sabor a gloria, es nuevo en cada sorbo, nace y renace con cada saboreador” ¡Salud!