Desde ese día han ido en claro aumento, y hoy ya se podían observar varios ejemplares, como estos d las fotografías. Es probable que las aves que van llegando se vayan estableciendo dado que la ría de Avilés es un enclave muy adecuado para ellas. Aquí tienen suficiente refugio y alimento para realizar la muda al plumaje de primer invierno que iniciarán en poco tiempo.
Estos juveniles tan tempranos pueden permanecer casi un año completo entre nosotros, porque las aves de primer invierno vuelven a sus zonas de cría con retraso respecto a las adultas, entre los meses de marzo y abril.
