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Los quiero en mi liga

Publicado el 15 junio 2015 por Squadraeterna @squadraeterna

¿Qué jugadores os gustaría tener en la liga española? Pero no de los que copan las portadas, de los que hacen equipo y tanto nos gusta querer en la soledad. No recuerdo quién lo preguntó, pero sí haberme tirado hablando más de dos horas sobre el tema. Salieron nombres para formar una liga nueva, pero la piedra ya estaba tirada, había que mojarse y decidir. Ahí estaban Nico Rein (@Nico_Rein7), Sergio M.Potenciano (@sergipoten19), David Pérez (@daviddelrollk) y Jaime Ojeda (@Jaime96Ojeda) intentando explicar su decisión. Explicar y convencer al resto. Ninguno lo consiguió, claro.

Los quiero en mi liga


"Un equipo de fútbol es como un restaurante de alta cocina, con la diferencia de que una buena presentación no suele asegurar un prometedor futuro "

(Nico Rein)

Durante estos meses es la caída del sol la que da comienzo a la nocturnísima vida de Guti; es verano. Y días tan largos dan, incluso, para pensar. Y pensando se nos ocurrió jugar a ser Monchi . He aquí el resultado.

Un equipo de fútbol es como un restaurante de alta cocina, con la diferencia de que una buena presentación no suele asegurar un prometedor futuro. Digánselo a Kaká. Todo restaurante necesita un buen 'metre'. Un hombre capaz de controlar todo el espacio a su alrededor, de gestionar una marabunta de clientes hambrientos, siempre con una educación y un porte exquisito. Lo primero es la elegancia. Mi metre, sin duda, sería Adrien Rabiot. Conocedor de la cocina parisina, iniciado en alguna de las mejores plazas europeas, y más preocupado por el balón que por el partido. El cliente -la pelota- siempre lleva la razón. Por supuesto un chef innovador y con experiencia es la llave del éxito. Él maneja el estilo del restaurante, tantos años dedicados a este arte le permiten innovar y adaptarse, a la vez que guarda recuerdos del pasado. Andrea Pirlo pudo fichar en su día por el Madrid y más tarde por el Barcelona. Nunca vino a España, sin embargo ahora le damos la oportunidad de elaborar un exquisito menú, carta de vinos incluida.

Vayamos a los fogones. Al trabajo de campo, menos vistoso pero absolutamente imprescindible. Todo chef se apoya en un gran pinche: incansable, dispuesto y conocedor de hasta el último rincón de su lugar de trabajo. Los pulmones y la voluntad de Bruno Peres nos serían de gran ayuda. Rápido y eficaz, atento y fiel. Un lujo para nosotros. Eso sí, no debemos caer en la divagación ni vivir en las nubes. La elegancia, la exquisitez y los buenos platos no sirven de nada sin unos camareros excepcionales. Decididos a conquistar a cada mesa, dejando la mejor de las impresiones para una futura visita y, por qué no, una suculenta propina. Dos cazadores que atrapan en la discreción, pero que no fallan nunca. Harry Kane y Connor Wickham serían grandes candidatos. Para acabar un buen gerente se antoja crucial. Un hombre conocedor de la alta sociedad, que sabe moverse como pez en el agua en los más selectos círculos. Cercano y admirado. Conocido, que no reconocido. Mathieu Valbuena, de indiscutible talento, pero de pocos flashes, sería nuestro hombre. Capaz de manejar una selección como la francesa sin ser la estrella, de codearse con los héroes sin ser uno de ellos. Inteligente, capaz y bueno, muy bueno. Este sería mi restaurante. Cinco tenedores.

Los quiero en mi liga

"Se le ha criticado mucho, pero hizo más goles que veces cenó con su mujer. Nada más que añadir, señoría "

(Sergio M.Potenciano)

Den la bienvenida al calor. Sol, playa y piscina. Vacaciones. Un sinfín de actividades para acompañar a ese maravilloso mercadillo de futbolistas, rumores y nombres. El periodo de fichajes ha comenzado. Hagan sus apuestas. Sueñen. Que sonría quien pueda, el preciado metal está cerca de llegar, o salir. Millones y millones de Euros. Presentaciones, firmas... El circo llega a su ciudad.

Se me pasan en estos momentos por la cabeza tantos jugadores que podría formar varios equipos de primer nivel, pero no estamos aquí para esto. Tacho y tacho nombres de mi lista virtual hasta dar con los seis que, preferiblemente, me gustaría ver en España. No son los mejores y probablemente nunca lo serán. Pero son devociones personales que cada fin de semana me hacen seguir sus partidos. Jugadores fetiche que gusta llamarlos ahora.

Tres zurdos serían los primeros en llegar. Con Blaise me iría a la guerra si fuese necesario, siempre en mi equipo, Matuidi puede coserte un huevo o freírte un alfiler, que decía el gran Andrés Montes. Y luego está Vertonghen, que ya en su etapa ajacied lo hubiera firmado ipso facto. No sabemos si Zubizarreta se equivocó de central belga el pasado curso, pero este vendría de perlas por Barna. ¿Qué os parece Ricardo Rodríguez? El suizo del Wolfsburg lleva tiempo llamando a esa puerta de laterales TOPS que no hacen mucho ruido pero acaban por tirarla.

Desde Australia y con escala en Londres aterrizaría Mile Jedinak, sinceramente, no creo que le hicieran ascos varios técnicos de nuestra zona media-alta para sus centros del campo. Jugón. Que pase el siguiente, me voy a Holanda a por toque, toque, toque, dirección, mando y más toque. Un 'veterano' con cara de niño, ya es hora de que Jordy Clasie diga adiós a la Eredivisie y nuestro campeonato puede venirle como anillo al dedo.

Busquemos gol por Italia, la guinda del mercado y que tanto cuesta -en todos los sentidos-. Zaza, Berardi o Ibarbo son muy del gusto del que escribe. En buen aprieto si tuviera que elegir, no lo haré, si me voy al Calcio y quiero gol no dudo, hay un tipo que se llama Di Natale. Nunca lo veré en mi tierra, pero marca tantos prácticamente sin querer. Ídolo. Un día dijo que se le había criticado mucho, pero que había hecho más goles que veces había cenado con su mujer. Ante esta contundente afirmación no hay nada más que añadir, señoría.

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"Conservan su talento, lo esculpen y contornean cuidando hasta que está totalmente formado, y sólo entonces lo coloca bajo los focos "

(David Pérez)

Muchas son las estrellas que explotan a lo largo de la temporada. Imprevisibles, algunas siquiera son conocidas o apodadas de 'cracks'. Sus clubes conservan su talento, lo atesoran con mimo y lo esculpen y contornean como el alfarero que cuida su producto hasta que está totalmente convencido de lo que tiene entre manos, y sólo entonces, lo coloca bajo los focos haciéndolo brillar.

En los mejores estantes, o al menos en los más cercanos, uno siempre quiere ver concentradas las mejores obras de arte. Es por eso que en mi vitrina colocaría a decenas de jugadores mundialmente reconocidos y a unos cuantos pocos, quizá algo menos mentados, que bien merecen hacer de su contorno dorado sobre el campo, los depositaría en nuestra Liga.

Se abre la veda con Pierre Emerick Aubameyang, y eso sí, con poca sorpresa. Reconocido en Alemania, llegó con vitola pero sin trascendencia global de un Saint Etienne que le quedaba muy corto. Rapidez y reflejos tan rápidos como sus decisivos movimientos son las características que más me conquistan de éste atleta de Gabón.

Otro de los que no pasa inadvertido, aunque ultimamente más de lo que debería, es Erik Lamela, uno de esos tipos que a veces pecan de pandilleros, pero que también saben mimar el balón. Cuando cabalga, sólo deja ladridos a sus espaldas, y es que sus dribbling son una delicia televisiva y una danza difícil de imitar.

De Pierre-Emile Højbjerg ya hablé en su momento. Uno de los futbolistas más mimados por Pep Guardiola que traslada al campo la esencia del centrocampista: control y pase. Siguiendo el juego del balón, que cada vez retrocede más metros en el campo, le cae el esférico en mi equipo a Pavel Kaderabek. Uno de los jugadores más esperados de la Eurocopa Sub 21. Lateral derecho de los correosos y buen llegador. Probablemente, de coincidir en el mismo equipo, más de un gol llegaría de una conexión con Hulk. Su manera de entender el fútbol de ataque y su capacidad para resolver las jugadas, de una manera casi heroica en múltiples ocasiones, hacen del jugador propiedad del Zenit uno de mis jugadores anhelados. Verle cara a cara con centrales de la talla de los que alberga la Liga Española es uno de esos sueños que no verán nuestros ojos. Y por su precio de mercado, quizá mejor que así sea. Y es que está diagnosticado que con él, sufrimos el denominado Efecto Robben sumándole más años a sus 28 (largas) primaveras.

Para cerrar mi nómina, no podía faltar un tal Miralem Pjanic, que si bien ha ido deshinchado la burbuja mediática en torno a él, no ha deshilachado la alfombra roja que coloca en la medular del centro del campo de la Roma cuando salta al terreno de juego. Su vocación ofensiva, su calidad a balón parado y su último pase, lo convierten en un imprescindible de mi elenco. Seis jugadores más o menos reconocidos que formarían parte de una alineación hecha con el corazón y, quizás, sin mucha cabeza.

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"Está cerca de cumplir 40, correcto, pero este tanque os mete quince goles cada años aún con 50 primaveras. "

Días de arena o de montaña. Viajes al extranjero o a territorio nacional. O días también para pasarlos en el despacho, recibiendo y enviando faxes, llamadas telefónicas, visitas de representantes... Esto último son las "vacaciones" de aquellos que no descansan en el mercado de fichajes. Los Alfredo Braida, Monchi, Jorge Mendes y compañía. Días en los que los cheques de siete u ocho cifras vuelan de oficina en oficina entre los equipos de la parte media-alta de la clasificación.

Como mola el tema de los traspasos, ¿eh? Ese gustazo de encender la consola y hacerte un equipito según tus criterios, gustos y poder económico. Pero no estamos aquí para jugar al Modo Mánager, sino para sacar seis nombres de cientos que me gustaría ver en la liga española. Y no jugadores TOPs, como diría el bueno de Mou, sino esos que por una razón o por otra están a la sombra pese a ser tan válidos como para ganarse el cariño de los suyos. Son mis seis apuestas, mis seis niñitas. Ahí va, Pep.

Empezando por el continente que descubrió un tal Cristobal, en Argentina, tenemos a un chico que desde que llegó a Boca Juniors, precisamente de un club llamado Colón, se ha catapultado. Marcelo Meli está en todos los lados y se multiplica como nadie, siempre juega bien en cualquier posición del centro del campo. Omnipresente.

En el viejo continente y de izquierda a derecha, tenemos otro centrocampista. Francés pero que se desempeña en el sur de Inglaterra, Morgan Schneiderlin bien podría ser un general del ejercito. Ordena sobre sus compañeros, derrocha despliegue físico y su inteligencia táctica es soberbia. ¿Quién se lo lleva?

Éste no es centrocampista, sí francés, Lavyn Kurzawa es uno de los laterales izquierdos más cotizados del mercado. Jugadores en su posición no abundan, y más de calidad, pero él de eso tiene mucho. En el país teutón, otro zaguero ha llamado mucho mi atención. Está en el Friburg y pese a no haber jugado regularmente, Marc-Oliver Kempf es un central joven (20 años) al que muchos equipos grandes le tienen apuntado en sus agendas para el futuro. Nivelazo, créanme.

Y para terminar, el gol nos lo traen los cappocannionneri de Italia. De Reggio Emilia rescatamos a Nicola Sansone, un extremo cuyos goles y asistencias están a la sombra de los que más portadas acaparan en el Sassuolo, Zaza y Berardi. Pero si hay alguien del Calcio al que me gustaría ver en el futbol español es a Luca Toni. El viejo rockero de las áreas transalpinas que está cerca de las 38 primaveras, lleva dos temporadas superando la veintena de goles. "¡Pero si ronda los 40!", diréis. Este tanque os mete 15 cada año con 50. No lo olvidéis.

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