Sabadell es una de las ciudades más importantes del primer cinturónde Barcelona. Independientemente de su consideración administrativa forma,junto con Terrassa, una conurbación que funciona como la capital del Vallès ycomo un foco de vida independiente de Barcelona, pero, simultáneamente, conidentidad suficiente como para funcionar en red con ella sin quedardesdibujada.
La estructura urbana de Sabadell es singular: a partir delcentro histórico, de trazado medieval, se desarrolla un ensanche de uso mixtopreparado para la convivencia de grandes fábricas (llamadas, en el Vallès, yeste artículo a partir de ahora, vapores)con vivienda.
Las viviendas históricas de Sabadell son de densidad media obaja, casas entre medianeras relativamente estrechas y hondas con jardines privadosen el patio interior de manzana, de mucho encanto pero con deficienciastipológicas serias, como patios de ventilación insuficientes o habitacionesventilando a otras habitaciones través de ventanucos.
Los vapores se relacionaban con la calle a través de unavalla y de una o varias puertas grandes, para el personal y las mercancías. Cuandola directriz de la parcela es paralela a la calle, los vapores desarrollan unasfachadas urbanas a base de ventanas enormes, verticales, y forman ejemplos dearquitectura notables. En el interior de la parcela se dan dos tipologíasbásicas: una, con naves relativamente estrechas y largas con patios de servicioa lado y lado. La segunda, grandes vapores-mancha extendidos por toda lageometría de la parcela iluminados y ventilados por una cubierta en diente desierra. Por tanto, en cualquiera de los dos casos, éstas niegan la calle y seiluminan y ventilan exclusivamente a través del cielo, sin crear ningún tipo deservidumbre.
Sabadell presenta una cierta jerarquía de calles que obedecea los flujos circulatorios creados entre la ciudad y los pueblos circundantes.Siempre ha funcionado bien y sigue siendo fácilmente reconocible.
La industria textil ha ido sufriendo crisis tras crisishasta desaparecer casi completamente en Cataluña. Las grandes fábricas fueronquedando gradualmente abandonadas hasta que, por masa crítica, no se pudieronreciclar. En un primer momento, en pleno franquismo, se empiezan a reedificarlevantando edificios demasiado altos retirados de la huella de la calle,deshaciendo su tensión y creando una nueva caja urbana insuficiente paracontener los edificios. Que, además, al hacerse de intervención puntual enintervención puntual, han dejado calles discontinuas con pedazos de acerademasiado ancha y completamente inservible.
Intervenciones de la época de la dictadura en Sabadell: bloques de viviendas demasiado altos retrasados unos metros de unas calles que seguían siendo demasiado estrechas.
Una segunda ola de derribos de vapores, hecha antes de lacrisis actual, dio una serie de intervenciones en las parcelas vacías paracrear complejos de vivienda dependientes de planes parciales que queríanestudiar las situaciones caso por caso y que pocas veces llegaron a creararquitecturas dignas. Estos planes parciales dejan edificios de viviendas enmedio de las parcelas, mucho espacio público que tampoco se usa para nada y unaciudad completamente desnaturalizada.Intervención en Sabadell sobre la parcela de un vapor derribado, con piscina y todo.
Casos singulares como el de las rondas de la ciudad unsventramento que parte en dos la trama urbana del primer ensanche, se han idoresolviendo a base de edificios-borde altos, planificados caso a caso quetampoco han resuelto gran cosa.Últimamente, pero, se han producido en la ciudadintervenciones de mérito, como la restauración de un vapor a cargo de RafaelMoneo y Elías Torres, con la construcción de un edificio de viviendas de enormecalidad jugando a las distancias tensas, o un complejo de viviendas de losarquitectos sevillanos Cruz & Ortiz, con restauración de vapor incluida yun cuerpo de nueva planta interesantísimo que juega a mimetizarse con loexistente.
Restauración de un vapor a cargo de Rafael Moneo y Elías Torres, con edificio de viviendas adosado.
Restauración de un vapor a cargo de Cruz & Ortiz. Intentad encontrar el cuerpo de nueva planta.
El edificio que nos ocupa, la Escuela Oficial de Idiomas deSabadell (EOIS), constituye una tercera vía en este tipo de intervenciones, eneste caso aprovechando una parcela industrial completamente vacía. Por tanto,es un edificio de nueva planta.El solar del proyecto: la Ronda con sus edificios a medida, las casas inglesas, los vapores.
Nicanor García me lo enseñó una tarde del mes de juliopasado. El detalle más revelador de toda la visita fue cuando, acercándonos aledificio des del centro de Sabadell, me paró en medio de la esquina de la calleSalut con la calle Taulí: “esta es la manzana”. Toda la estructura urbana seveía perfectamente: casas inglesas, algún vapor, vacíos ordenados, unageometría oblicua de calles con casas singulares en esquina. A unos cincuentametros, la ronda. Esta es la clave para entender el edificio: su inserción enuna trama urbana no de primera, si no de segunda generación; el ensanche deSabadell, el corte de la Ronda y una reflexión obligada sobre edificios yprogramas que necesariamente han de cambiar de escala para entregarse a ella.La EOIS es un modelo de intervención en este contexto, unedificio ejemplar. Es un juego de cambios de escala, un homenaje sensible a latipología de las casas inglesas y, simultáneamente, un edifico autónomo consuficiente entidad como para medirse con la ronda.Tipológicamente, el edificio llena al 100% una parcelaindustrial antigua (que García se encontró ya derribada), de directriz oblicuarespecto la perpendicular de la Ronda, de modo análogo a las fábricasdecimonónicas y de principios del XX, pero sin la más mínima voluntad mimética:respirando por arriba. El edificio es una trama de patios con pabellones separándolos,con crujías de ancho diferente que generan casuísticas diversas. Sobre estaplanta baja se superpone un edificio de tres plantas y media que contiene elprograma que no cabe en planta baja.
Foto: Nicanor García.
El edificio superior presenta un simple testero a la Ronda.Un testero definido por las mismas fajas mínimas que marcan los nivelesenvolviendo todo el edificio y por unos brise-soleils verticales dispuestosentre ellos a testa. Su dimensión es equiparable a la de una casa inglesa. Esteedificio llega hasta casi el final de la parcela, y se rompe por en medio,justo donde aparece el núcleo de comunicaciones verticales, para absorber conelegancia, con naturalidad, la oblicuidad de la parcela. El gesto, aúnpartiendo el edificio todo un eje estructural, es tan suave que parece noexistir. Queda integrado.
La junta entre la planta baja y el edificio superior es muycuriosa: la composición los superpone, con un juego constructivo y estructuralde forjados y cubiertas de los pabellones, hasta el punto de parecer dispuestosobre la planta baja sin tocarla, sin continuidad estructural ni de materiales.Foto: Nicanor Garcia.
Pero el proyecto es uno. En el interior de la escuela estose pone de manifiesto al compartir materiales y estructura, acabados muysencillos como respuesta a una normativa de escuelas que merece un capítulo yun artículo a parte: castradora, absurda, impositiva hasta romper todos loslímites, hecha a la contra de arquitectos y alumnos como mínimo, quizá tambiénde los profesores, respondiendo sólo a la voluntad de ahorrarse problemas deunos gestores de una mediocridad que asusta. Los interiores se resuelven a basede la estructura de hormigón pelada, ladrillo de Clinker sin revestir, panelesestratificados y unos cielos rasos muy sencillos con las instalaciones vistasmás o menos por todos lados, bien peinadas y dispuestas.Capítulo a partemerecen las carpinterías, tanto las exteriores como las interiores. Éstas estánsiempre insertas en los vanos que les dejan (a menudo vanos estructurales)formando conjuntos complejos diseñados con mucho cuidado y sensibilidad. Elcristal transparente se deja, siempre que se puede, fijo, dejando puertecitaslargas y estrechas de estratificado para ventilar.En el edificio superior, cuando la orientación lo requiere,estas carpinterías aparecen protegidas por brise-soleils verticales de aluminio(los mismos que forman el testero-fachada a la ronda). Este edificio se revisteexteriormente de unas piezas del mismo aluminio que forma los brise-soleils,satinadas, casi brillantes, del mismo módulo que una lama. Así, el edificio eshorizontal por una reiteración de revestimientos verticales puestosinsistentemente uno sobre otro sin ningún dibujo compositivo fuera delapilamiento: un módulo esrecho seriado. Este revestimiento exterior deja el edificio superiordistinguido del inferior sencillamente tomando la decisión de aislarlotérmicamente por fuera. Cosa óptima des del punto de vista climático. Los detalles constructivos del edificio superior estáncuidadísimos, y vale la pena recrearse en ellos: las fajas horizontales, laentrega contra la cubierta, las carpinterías siempre retrasadas y el cojín deaire entre ellas y los brise-soleils cuando éste se dispone. García introduce un grado más de complejidad en estesistema: los brise-soleils no reposan sobre las fajas perimetrales, sino queestán tratados como si fuesen ventanas convencionales: un marco de acerogalvanizado, mínimo, recorre perimetralmente cada uno de los vacíos de obraprotegidos por estos elementos, planta a planta doblando y triplicando lasfajas, eventualmente, y distinguiéndolos de un modo muy sutil de los vanosmacizos. Como última derivada, este marco permite convertir las esquinas dondechocan los macizos y los vacíos en un espectáculo arquitectónico: el lleno se interrumpe,la faja sigue y aparece la testa del marco perimetral, rompiendo el volumen nopor elementos arquitectónicos sino por planos complejos bien definidos.Este revestimiento permite, además, girar la curva con quese remata la media planta superior con una naturalidad total. Y nos recuerda,igualmente, la excepcional casa (ya derruida) que Richard Neutra diseñó para eldirector de cine Josef von Stenberg, que vale la pena estudiar.
Richard Neutra, casa Josef von Stenberg, Hollywood, USA.
La distinción cosmética entre el cuerpo superior y el zócaloha sido clave, también, para la evolución posterior del edificio. García notuvo oportunidad de dirigir la obra, tarea que recayó en otro arquitecto. Losplanos quedaron confiados a su suerte. El proyecto, pero, sufrió muy pocasalteraciones: un sistema definido se deja alterar poco. Una de ellas, la menor,es, precisamente, cosmética, leve, y afecta el color de los panelesestratificados: de gris claro a verde pistacho. Cada uno puede opinar sobreeste hecho sin que esto tenga demasiada relevancia: cuestión de gustos, por unavez en la vida que podemos usar esta frase. La segunda alteración consistió enla aparición de un pasillo perimetral de evacuación, inserto en el edificio conelegancia. La tercera, más grave, es la definición exterior del zócalo.La fachada de la planta baja, vaya. Están los mismos elementos, pero sin elcuidado por la construcción con que han sido diseñados el resto de loselementos. Por tanto, todos aquellos conjuntos de carpintería exquisitamenteenrasados con los vanos macizos se pierden y se hace necesaria la aparición deuna franja de pintura que unifique el conjunto. Parece como si fuese la fachadadel edificio previo rehabilitada. En estas circunstancias, la separación entre el cuerposuperior y el inferior ayuda mucho. Más cuando. No sé si García o el directorde la obra, en una decisión ciertamente afortunada, disparan la faja que separalos pisos como cornisa superior de esta fachada, separando completamente elcuerpo superior del inferior.
En el interior, el zócalo y las fachadas al patiosobrevivieron intactas a la dirección de obra. Cuando los patios se disponenentre clase y clase (como la sala de actos) éstas parecen un pabellón exento,un espacio completamente rectangular definido por su perímetro: puertas alfondo, una tarima, paredes de vidrio, un cielo raso elemental. Las carpinteríasy los pilares de hormigón desnudos. Ya está.
La EOIS es toda una carga de profundidad para reflexionarsobre qué ha sido del Movimiento Moderno. El edificio tiene una apariencia completamente moderna,compuesta a partir de gestos formales bien controlados y definidos. Pero suconcepción, su implantación, su capacidad de diálogo con el entorno (tomando eltoro por los cuernos, sin gestos ostentosos ni por ruidosos ni por“silenciosos” al modo de Mies van der Rohe) lo entroncan con las reflexionessobre el contexto posteriores, y su sensibilidad es totalmente contemporánea,contrastando con el vocabulario que habla el edificio. Nicanor García es profesor de arquitectura en la ETSAB. Susopiniones y su cosmogonía no se quedan sólo en palabras: pasan a los hechos yse expresan a través de su obra, radical, coherente, con momentos de bellezaexcepcional como el instituto de Morella, emplazado materialmente al lado de laescuela-hogar de Enric Miralles y Carme Pinós, obligada a mesurarse con esteedificio excepcional, con el paisaje de terrazas abandonadas, con el castillo,con el viento. Nada mejor para los alumnos que alguien que predica con elejemplo.
Foto: Nicanor Garcia