Y es que, en las comidas que organizamos cada dos por tres, siempre hay que poner algo que despierte los "ohhhhhhhhh" y los "ahhhhhhhhhhh" de los "pozo sin fondo" que forman mi hábitat familiar...En este caso le tocó a estos fabulosos Lumaconi, que no es más que una especie de pasta con forma de cestillo gigante que permite rellenarlo de lo que más os guste o de lo que se os haya quedado despistado en la nevera.
Porque esta pasta es como una 90-60-90...vamos, que todo le queda bien.
Lo servimos como aperitivo, para ser más pijos y más chic que nadie y, huelga decir, que no duraron ni 5 minutos.
Buon appetito!
Dificultad: Hervir y picar. Esta receta no tiene más.
Tiempo de preparación aproximado: 30-40 minutos
Raciones: 20 unidades
INGREDIENTES
- pasta Lumaconi (o variedad similar que se pueda rellenar)
- 5 palitos de cangrejo
- 1 cebolla pequeña
- 1 puerro mediano (la parte blanca)
- 1 diente de ajo
- 3 cucharadas soperas de tomate frito estilo casero
- 1 lata de mejillones al natural
- 7 gambas peladas
- 1 porción de bacalao grande
- aceite de oliva virgen extra
- queso rallado (parmesano, curado...el que más os guste)
- En una olla con abundante agua y un poco de sal ponemos a hervir la pasta el tiempo necesario para que esté "al dente". Seguid las indicaciones del fabricante.
- Mientras se cuece la pasta, en una sartén ponemos un chorrito de aceite y sofreímos la cebolla, el ajo y el puerro bien picados.
- Si el bacalao lo compramos congelado en porciones (yo lo suelo comprar así), en este punto ya lo tendremos que tener descongelado, así que lo desmigamos con las manos y lo añadimos a la sartén una vez tengamos lo anterior sofrito. Cocinamos unos minutos.
- Añadimos el tomate frito estilo casero y cocinamos un par de minutos más.
- Finalmente incorporamos a la sartén los palitos de cangrejo, los mejillones y las gambas; todo bien picado a trocitos muy pequeños. Le damos unas vueltas y reservamos.
- Una vez tengamos la pasta cocida, la escurrimos y la ponemos debajo del grifo con agua fría para parar la cocción y que no se nos pegue.
- Con una cuchara de desayuno vamos rellenando la pasta.
- Precalentamos el horno en la posición "grill" a 200º.
- En una bandeja de horno, ponemos un papel vegetal y vamos colocando la pasta rellena.
- Rallamos un poco de queso y lo espolvoreamos por encima. Siempre es preferible rallar el queso en el momento. Le pega 100 patadas al queso que ya venden rallado, palabrita.
- Introducimos en el horno en el nivel superior y horneamos 1 minuto, o 2 como máximo, para que se funda el queso.
- Sacamos y listos para triunfar...