Plaza de Toros de Torremolinos
Jueves 1 de Septiembre 2011 / Corrida del “Día del Turista" / Media Plaza
6 Toros de Osborne, bien presentados y de juego desigual. 1º noble. 2º manso, 3º sin clase, 4º inválido, 5º bueno pero se paró y 6º bueno.
FINITO DE CÓRDOBA: pinchazo bajo, pinchazo hondo que se convirtió en estocada por empujón del banderillero. (Silencio tras aviso). Dos pinchazos y descabello (Silencio).
SALVADOR VEGA: pinchazo hondo caído y trasero (1 oreja). Pinchazo bueno y descabello (1 oreja).
JIMÉNEZ FORTES: estocada contraria (2 orejas). Pinchazo y estocada perpendicular y atravesada (2 orejas).
El Fandi presentó parte facultativo y su puesto fue ocupado por el malagueño Jiménez Fortes que hacía su presentación como matador de toros en la provincia.
MÁLAGA QUIERE RESURGIR
Por José Daniel Rojo
Málaga, que sufre en sus carnes la ausencia de capitalidad, sueña con recuperar algún día aquél título que le arrebataron los políticos de turno. Málaga, que por no tener, no tiene ni la capitalidad de la Costa del Sol, pues dicho trono lo ocupa Marbella, sueña con estar en primera plana. ¡Como aquéllos tiempos! Aquéllos en los que a punto estuvo de convertirse en Capital de Andalucía pero que los políticos sevillitas de entonces se encargaron de conceder la segregación a Torremolinos para que el número de habitantes, en comparación con Sevilla, no fuese tema de discusión y batallas entre unos y otros.
Ahora, un Jeque llegado desde los emiratos árabes ha puesto el parné para que un Club de Fútbol pasee el nombre de Málaga con orgullo y categoría por el mundo. Aunque la primera en la frente; cayó ante un Sevilla que tanto nos arrebató. El frente boquerón no se altera ni se inquieta porque sabe que, a los buenos, hay que saber esperarlos. Igual debemos estar los aficionados malagueños al arte de Cúchares; esperando a que Málaga de un zambombazo en la mesa con un torero de la tierra que ponga el nivel taurino de la ciudad donde se merece. Un nivel que alcanzó con Miguel Márquez y llegó a la cúspide con el mandato en tauromaquia de Antonio Ordóñez que dotó a Málaga la bella de títulos en lo que a lo taurino se refiere.
Ayer en Torremolinos, ese pueblo que como decía anteriormente, tiñó de negro y por orden política las posibles aspiraciones de la capitalidad andaluza de Málaga, fuimos testigos de que hay dos toreros de la tierra dispuestos a devolver a la ciudad malacitana el título taurino por excelencia. Salvador Vega y Jiménez Fortes quieren batallar por la conquista. Ambos pueden. Y siempre se dijo qué dos mejor que uno.
Vega estuvo en el camino, pasó el tren por su puerta y lo dejó escapar. Los malagueños confiamos y depositamos en este torero todas nuestras ilusiones y esperanzas. Lo hicimos porque vimos en él la pureza del toreo. Pero todo se desvaneció. Han pasado ya algunos años desde aquellas ilusiones que se aburrieron pero que nunca abandonamos. Salvador Vega es ahora, de nuevo, el culpable de que vuelva a resucitar, entre todos nosotros, la fe por él. El malagueño, en el camino ya de la madurez profesional, dejó impronta ayer en Torremolinos del buen hacer. Torería tuvo el inicio con la muleta al primero de su lote, por bajo, con rodilla genuflexa y sacando el toro hasta los medios. Ante un animal sin clase le enjaretó una serie por el pitón derecho de buena ejecución y dominando, y el toro, al verse vencido, cantó la gallina y busco tablas de manera reiterada. Aprovechó Vega las embestidas sueltas del burel que no quería pelea. Al quinto de la tarde lo recibió de manera exquisita con rodilla en tierra y terminando la serie en los medios con una bonita media a pies juntos. Luego un quite por chicuelinas de buen trazo y con manos bajas. A partir de aquí el toro se paró y solo permitió que el torero le instrumentara un buen inicio con la franela. A partir de aquí Vega recurrió al toreo de cercanías y en ocasiones, al hilo del pitón. Buen sabor de boca el que dejó Vega en su actuación en conjunto. Anima a seguir viéndole y parece ser un torero recuperable y para grandes ferias. Jiménez Fortes entró por vía de la sustitución y realizó así, su presentación como matador de toros en la provincia tras su alternativa en Bilbao. Firme y valiente estuvo con su primero, un animal sin clase que iba dando cabezazos cuando acudía a los engaños. Saúl se puso de verdad, cargando la suerte, dando el pecho y queriendo hacer siempre las cosas muy en torero y sin trampa ni cartón. Al natural firmó dos buenas series que confirman la excelente zurda del malagueño. ¡¡Ahí está la verdad!! ¡¡Ahí están los billetes!! Y Jiménez Fortes atesora buenas maneras en esa mano con la que acaricia el toreo. Con la misma firmeza y predisposición estuvo con el que cerró plaza, el animal más encastado de los que lidió ayer Osborne en Torremolinos. Me quedó la duda de si posiblemente la faena hubiese ido a más si Saúl le hubiese perdido unos pasos entre muletazo y muletazo y si no hubiese recurrido tan pronto al arrimón. Un terreno donde el malagueño parece encontrarse bastante seguro pero que, lógicamente, no es el adecuado para todos los toros. Finito de Córdoba, que viene de vuelta, estuvo voluntarioso con un primer toro blando pero noble que regaló algunas embestidas de calidad y que no supo aprovechar del todo el cordobés. Una tanda con la diestra, con el compás muy abierto fue lo más destacado, pero supo a poco. En el cuarto, un inválido que debió ser devuelto, Finito trató de justificarse innecesariamente y más aún, cuando tuvo un primero que le brindó opciones. No venía entonces a cuento de nada justificarse con éste.Y así terminó una tarde en la que molestó el viento en demasía pero que sembró de esperanzas al aficionado malagueño, que ha encontrado en Salvador Vega y en Jiménez Fortes la ilusión de tener un torero malagueño en figura, o dos, y no morir en el intento.