Desde este sábado 26 de septiembre y hasta 1 de noviembre de 2015, Fundación Proa presenta la exposición Es posible porque es posible del colectivo Raqs Media Collective, formado por los artistas hindúes Jeebesh Bagchi (1966), Mónica Narula (1969) y Shuddhabrata Sengupta (1968). Raqs ha centrado su trabajo en los últimos años hacia una perspectiva multidisciplinaria, combinando elementos de investigación, instalación y producción multimedia. Sus “proyectos” exploran múltiples conceptos como la globalización, la economía, la política, la literatura o los autoritarismos.
La exhibición Es posible porque es posible es fruto de la colaboración entre el Museo Universitario de Arte Contemporáneo de México (Muac), el Centro de Arte Dos de Mayo de la Comunidad de Madrid (CA2M) y Fundación Proa, instituciones que comparten el esfuerzo y el entusiasmo de visibilizar la situación del arte y el pensamiento Contemporáneo.
La muestra ha sido curada por Ferran Barenblit y Cuauhtémoc Medina, quienes han seleccionado un conjunto representativo de obras que responden a la necesidad del colectivo Raqs Media Collective de proponer preguntas que amplían las posibilidades de la práctica artística, la crítica y la creación. ¿Cómo experimentamos la sensación del tiempo en un mundo productivo? ¿Cómo distribuimos nuestra vida en relación a este tiempo? ¿Cómo imaginamos el futuro? ¿Cómo es administrada nuestra vida y hasta que punto podemos alterar las lógicas cotidianas y políticas en que esta se nos presenta?
Raqs denomina “contemplación política”, preguntándose siempre a qué esferas personal y social pertenece lo contemporáneo y cómo actuar sobre ellas a partir de la creación de nuevosn campos.
Raqs muestra que la práctica artística está en permanente evolución y el cambio es una constante. Este pensamiento hace del trabajo del colectivo una poética imprecisa y fresca, adaptándose a los diferentes medios según los requerimientos del espacio. Se expresan a menudo en forma de instalaciones, objetos, performance, y multimedia, impidiendo siempre que la crítica se confunda con la impotencia, analizando el pasado como si este no fuera una historia cerrada y clausurada, pensando el presente e imaginando el futuro a través de un impulso que desafía las ló- gicas triunfantes y que nos dice que lo pensable (y por lo tanto posible) es factible.