Segunda edición, podemos decir, de esta Manzanilla Ecológica, la primera manzanilla de Sanlúcar ecológica de la historia, que elabora la bodega Delgado Zuleta y el viticultor Pepe Cabral, de Trebujena, de donde procede la uva palomino de cultivo ecológico.
Es también, y esto corre por mi cuenta, la única manzanilla, al menos que yo sepa, con nombre masculino, 'Entusiástico', y esto es debido a que es una manzanilla que procede del famoso Mosto Entusiástico, un mosto del Pago de Burujena, en Trebujena, que elabora Pepe Cabral y que se encarga de presentar año tras año, cosecha tras cosecha, en el Castillo del Altozano, en Trebujena, junto con las entregas anuales de las 'chambras' de crudillo, chaquetas típicas de los antiguos viticultores de la zona, a personalidades destacadas del mundo de la viticultura, enologia, la divulgación, etc de los vinos del Marco de Jerez.
Pepe Cabral es uno de los promotores del Grupo Mostolé, una asociación de viticultores de Trebujena que fomentan el cultivo ecológico de la variedad Palomino o Listan, la recuperación de otras variedades autóctonas casi desaparecidas, y claro está, la elaboración de mostos ecológicos.
(Lo de Mostolé también tiene su gracia, es un juego de palabras en contraposición al Beaujolais francés, primer vino del año, o dicho en trebujenero, Bullulé).
Esta segunda edición o segunda saca fue presentada el pasado mes de octubre, con un nuevo etiquetado, a diferencia de la primera edición [ver aquí..] y ya con aspecto de más manzanilla, la solera ya tiene tres años, y en la contra etiqueta aparece ya que es producida y embotellada por Delgado Zuleta; se refresca cada año con nuevo mosto ecológico y por supuesto, todas las labores de bodega y embotellado son las correspondientes a un vino ecológico certificado.
Yo he tenido la ocasión de probar una con número de lote L10407, que deduzco fue embotellada en Marzo de 2017. y la sensación es que la manzanilla aún se está haciendo, es una manzanilla fina muy aromática y fresca, con cierta untuosidad, con destacadas notas cítricas, poca flor, algo que puede ser lógico en manzanillas tan jóvenes, - pruébenla junto a una La Goya y verán - y sin embargo algo más de estructura, como si fuera más 'vino blanco con crianza' que manzanilla, no sé si mexplico!!!
En resumen, un vino que sigo bien de cerca, la probé con un año, casi como sobretabla, la probé con dos, en la primera edición y la he probado ahora con tres. Veremos el año que viene ya con cuatro años como se convierte en una auténtica manzanilla de Sanlúcar, eso sí, ecológica.