Revista Deportes
“Ante todo, aquí estamos para participar, divertirnos y aprender. Si algún padre no se comporta, lo expulsa del recinto”, asegura.
Fue juez de línea de Primera y llegó a actuar en un Real Madrid-Barcelona. “Lo que viví en ese partido es indescriptible”, recuerda. “Ahora llegas en seguida, pero antes salíamos en tren los domingos a las seis de la mañana y tardábamos tres horas en hacer 80 kilómetros. Nos pagaban 75 pesetas y teníamos que abonar todo”
Ahora, el extremeño Fidel Valle Rico cobra seis euros por partido de alevines “para invitar a los nietos a un refresco, pero aunque no me pagasen yo arbitraría igual”. Y es que después de 58 años como colegiado, no ha perdido la ilusión. “Sin esto no se vivir”, asegura.
En el excelente reportaje que le dedica Marca, ocupando sus páginas centrales, Fidel recuerda sus comienzos. “Yo trabajaba por las mañanas en una peluquería y allí el presidente de los árbitros de Extremadura”, comenta. Lo animó a empezar y hasta ahora, donde sigue dirigiendo partido al son de un silbato italiano. “Ahora costará 90 euros. Son los mejores, el sonido es perfecto. Ahora se llevan los colores y ponérselo en la muñeca, pero yo me apaño”, reconoce.
Eso sí, en sus partidos, las normas son claras. “Ante todo, aquí estamos para participar, divertirnos y aprender. Hay que ser solidarios con el compañero, con el rival y con el árbitro. Y cualquier cosa que suceda se arreglará entre nosotros”, explica. “Si algún padre no se comporta, lo expulsa del recinto”, asegura.
Fuente: http://www.arbitro10.com/