Revista Arte

María Katzarava. De ópera y homosexualidad II

Por Lasnuevemusas @semanario9musas
Seguimos en la terraza.

María es de las pocas cantantes que me deja fumar mientras platicamos, es bastante poco diva, al menos conmigo. El agua de jamaica sigue fluyendo.

Ahora con las puestas en escena modernas ¿No te ha tocado que te incluyan una historia gay en una historia que en realidad no tiene nada que ver?

Si, alguna vez me pasó. Creo que en una Traviata.

Bueno, no sé si Traviata es la mejor opción para hacer algo así. Las puestas en escena ahora son muy controvertidas. Yo ya sabes que estoy muy a favor de las puestas en escena modernas.

Yo también

A mí la verdad es que las Violetas con vestidos de pastel nunca me ha parecido la mejor opción estética. Bueno, pero tampoco tenemos que llegar al frac, ¿eh cariño?[1] (Risas)

(Muchas risas) ¿Quién te entiende? ¿No que muy moderna?

Ya ya ya ya ya, pero no hay necesidad del frac, ese lo podemos olvidar. De hecho podemos correr un tupido velo... (Más risas)

(Riendo) Igual yo nunca lo voy a olvidar... (Más risas)

Pero volviendo al tema, el asunto es que somos un poco hipócritas, porque cuando se tocan estos temas el público se escandaliza, pero si hay una escena de sodomía, aunque se escandalice va a ver la puesta en escena. Las funciones de Un ballo in maschera [2]de Bieito son un ejemplo, porque todos se quejaban de que existan esas escenas, la crítica se rasga las vestiduras. etc. Pero esas funciones son un éxito de taquilla.

Claro. Pero es morbo. ¿Qué estamos haciendo? ¿promoviendo la cultura o el morbo sexual? Porque entonces ya parece que se busca, a costa de lo que sea, vender no hacer arte.

Bueno, también puede ser necedad operística. Porque yo conozco gente que paga entradas para ir a abuchear. El colmo fue un amigo muy querido que fue a ver cinco veces Norma para gritarle a la soprano: ¡No eres Maria Callas! (risas) y le decía yo ¿Pero tú crees que ella tiene un problema de personalidad y no lo sabe?

(Muchas risas) Exacto (hace como si estuviera en la escena de la locura de Lucia) ¿Quién soy? (jajajajaj) Pero qué pérdida de tiempo... es una estupidez.

Pero más allá del comportamiento del público o de los cantantes, ¿no crees que la comunidad LGTBI crea morbo?

Sí, claro. Mucho. Hay una idea de promiscuidad en el mundo homosexual masculino que se destaca mucho, pero en realidad todos somos promiscuos. Hay muchos, pero muchos heterosexuales tan promiscuos como los gays, y sin embargo la etiqueta de promiscuidad está puesta en los hombres homosexuales. Las mujeres lesbianas no somos consideradas promiscuas, incluso no se considera que estemos relacionadas con el sida, cuando ha habido muchos casos y cuando podemos serlo tanto como los hombres gays. Todos tenemos cierto grado de promiscuidad y lo grave es que no aprendamos a no etiquetar o señalar a un grupo como el más sexual, el más guarro, el más promiscuo, etc.

Si podemos decir que la gran aportación del siglo XX a la ópera fue el director de escena y que el XXI en sus primera década ha aportado todos los medios electrónicos de difusión, la gran aportación de nuestros días es la apertura a todo tipo de ideas, la vuelta de los contratenores, la posibilidad de hablar casi de cualquier tema en una puesta en escena de ópera, etc.

Sí, creo que en eso somos privilegiados. Se tocan todo tipo de temas: los refugiados, los enfrentamientos religiosos, las tendencias sexuales y eso le da vida y vigencia a la ópera. Eso me importa mucho a mí como persona, más allá del artista. Con Stiffelio por ejemplo yo hablaba de cosas que me importan mucho: La tolerancia, el perdón, la violencia contra la mujer... fue una experiencia muy enriquecedora porque me dejó actuar con un compromiso que no siempre podemos tener.

Eso es raro porque de pronto pareciera que la ópera se ha vuelto un mundo difícil, no tanto de mafia, sino de presiones de las grandes compañías de managers, de asociaciones de espectadores, intereses políticos, problemas económicos... en fin, que pareciera que no es tan fácil tener una libertad reivindicativa o social.

Eso es cierto. Mira, una vez me dijeron: Ay estás con tal agente, no te preocupes de nada, es gay va a las playas de Brasil y todo, va a ser un éxito. (Risas) O sea el éxito es que sea gay no cómo canto yo (Más risas) Me hubieran avisado y no estudio tanto. Yo aquí aprendiendo papeles como loca, tratando de ser mejor cantante y ah no, con que sea gay tu manager y de Nueva York ya... Hombre, claro que no es así... eso es una locura, pero hay gente que lo cree. Aunque entre gays (managers y directores de teatros) se echen la mano, eso no puede ser lo que defina tu carrera.

Bueno, como también hubo una época en que se decía que los italianos tenían un circuito de contratación en teatros dentro y fuera de su país, o todos los chismes de que los tenores mexicanos se apoyan mucho entre ellos. Lo cual no me parece mal, quiero decir, que entre colegas se apoyen no es un error.

No, claro que no. El problema es que se vuelva una norma en donde deje de importar tu calidad como intérprete o como artista.

Tú misma has apoyado a muchas cantantes mexicanas.

Claro, es mi deber como mexicana.

El problema es que estén donde no deberían de estar o que estén por las razones equivocadas.

Exactamente, ese es el problema. Y cuando te tocan de compañero de escena es estresante y terrible. De hecho en el Liceo, cuando me pusieron el segundo tenor ¡Que estrés pasé! Porque era el cover y no se sabía bien el papel, estaba con unos nervios horrorosos y lo cantaba fatal. Fue espantoso.

Pero cómo olvidarlo ¿te acuerdas como te mató, María?

(Muchas risas) No, no, no, no... horrible...Yo creo que esa fue la peor experiencia que he tenido con un colega en escena. Parecía una cosa colgada no Desdémona (Más risas)

Como un trapo de cocina (Risas eternas)

Continuará...

María Katzarava. De ópera y homosexualidad

[1] En su última Traviata en México, María se vio obligada a vestir un frac en la primera función porque su vestido no estuvo listo. La crítica se enardeció y esa producción de Juliana Faesler fue tan vilipendiada que María tuvo que hacer declaraciones defendiendo el trabajo de todos sus compañeros y el suyo propio.

[2] La puesta en escena de Calixto Bieito en el Liceo fue un gran escándalo porque tenía una escena de sodomía explícita.

María Katzarava. ópera homosexualidad

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