A medida que va avanzando el otoño van quedando menos adultos de mariposas sobrevolando los campos gozoniegos. Pero en los días soleados de primeros de noviembre aún podemos disfrutar con su presencia. Una planta muy atractiva para las mariposas por estas fechas es el arbustivo madroño Arbutus unedo, que suele estar cargado de flores con abundante nectar. Sin lugar a dudas la gran estrella de esta época en lo que a mariposas se refiere es la preciosa pavo real Inachis io.
Cuando esta belleza despliega sus alas y enseña los ocelos no tiene rival posible.
Junto a ella puede verse una pariente suya que es bastante escasa en Gozón, apareciendo sobre todo cerca de los cursos de agua, la c-blanca Polygonia c-album.
Y completando el trío de ninfálidos otra de nuestras mariposas más características y reconocibles, la vanesa o almirante rojo Vanessa atalanta, ésta sí abundante.
En estas tres especies los adultos están adaptados para sobrevivir al invierno entrando en hibernación, algo que harán a no mucho tardar. No todos lo consiguen por supuesto.
Otra mariposa atraída por el madroño es uno de nuestros licénidos más tardíos, la gris estriada Leptotes pirithous.
Y una que prefiere las plantas compuestas es la amarilla Colias crocea, de ésta aún pueden verse muchas surcando los campos a toda velocidad.
Parientes suyas son las mariposas blancas como esta blanca verdinervada Pieris napi, ahora están volando las últimas.
Y por supuesto la sempiterna mariposa de los muros Pararge aegeria, que es capaz de volar prácticamente todo el año, sucediéndose una generación a otra.
Todas las fotos se tomaron el día 1 de noviembre en las cercanías del pantano de La Granda.