En el verano asturiano florecen una serie de plantas que ejercen un gran poder de atracción sobre las mariposas, por producir un néctar abundante. Por ello si queremos estudiar la fauna de lepidópteros debemos acercarnos a los terrenos donde estas plantas se desarrollan.
Así, una de estas plantas es la arroyuela o salicaria Lytrum salicaria, planta de buen porte y flores púrpuras. Una mariposa que la frecuenta es la cleopatra Gonepteryx cleopatra, que en verano se muestra mucho menos activa debido a las temperaturas elevadas.
También es frecuente en la salicaria la gris estriada Leptothes pirithous, mariposa migratoria que este año se observa en grandes cantidades.
Otra de las especies clave en verano es el eupatorio Eupatorium cannabinum, de la familia de las compuestas y con una frondosa floración. Una mariposa que se siente muy atraída por esta planta es la pavo real Aglais io.
Y entre los piéridos la que es una de las especies más frecuentes y abundantes de Asturias, la blanca verdinervada Pieris napi.
Quizás las plantas estrella en época estival son las mentas, que ademas de mariposas atraen un buen número de insectos. Así, observamos entre otras a las vanesas Vanessa atalanta, que en esta época están brillantes y recién emergidas.
o a la mayor de las mariposas blancas, la blanca de la col Pieris brassicae.
Y una flor que encontramos prácticamente todo el año y que es un atractor infalible es la centaura Centaurea nigra. Encontramos en ella otra mariposa del grupo de las "ortigueras", la c-blanca Polygonia c-album, llamada así por la marca del envés de sus alas.
También a la pequeña dorada orla ancha Ochlodes sylvanus
o a una mariposa tan dependiente de esta planta que hasta le da nombre, la doncella de la centaura Mellitaea phoebe.
Casi todas estas plantas necesitan un cierto grado de humedad, por lo que las mejores zonas para su desarrollo son los prados cercanos a los arroyos y regatos, como este de la imagen donde están realizadas las fotografías que ilustran esta entrada, en la zona de Bocines.