Marta Pérez tras el partido. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords.
Toni Delgado / Sant Feliu de Llobregat
No sería extraño que Marta Pérez (Madrid, 1994) sea la consejera de cabecera para su familia y amistades. La alero del CB Aros León parece tener la frase adecuada ante los problemas, transmite vitalidad y energía positiva, y cambia el estado de ánimo de cualquiera. La palabra imposible la saca de sus casillas y nació inconformista. Desde el principio de la conversación Marta Pérez se muestra cercana, como si conociera al periodista de toda la vida. Será una gran médico.
—"No os podéis olvidar de defender", os acaba de pedir Moses, vuestra entrenadora, después de la victoria por 56-67 ante el Barça CBS. Nos ha recordado que la cabeza es nuestra gran rival y que la defensa es prioritaria. La falta de puntería no nos puede llevar a levantar el pie del acelerador. Los partidos se ganan defendiendo y cogiendo rebotes. —¿Os afectan mucho los errores?No es eso. Somos un grupo muy joven. La mayor, Natalia López, tiene 25 años, y luego voy yo con 24... No pasa nada si fallamos canastas. Esa falta de puntos no nos puede pesar en el resto del juego ni en los intangibles. —Como en la actitud o la intensidad. O en el liderazgo, el carácter... Moses nos transmite confianza en nosotras mismas, en las compañeras y en el cuerpo técnico. Ganamos y perdemos todas. Tenemos que apoyarnos más. Muchas veces nos condiciona más la negatividad que el hecho de ser autoexigentes. Necesitamos verlo desde fuera. ¡No estábamos haciéndolo tan mal! Íbamos ganando todo el rato. —En el segundo cuarto habéis llegado a disponer de 19 puntos de ventaja y, a falta de 4m 15s, el Barça CBS se ha acercado a seis. Eso nos pasa mucho. Cuando nos sucede, no somos capaces de jugar con tranquilidad ni de buscar canastas fáciles. Contamos con Dekeiya Cohen, la mejor jugadora de la Liga Femenina 2... Saquémosle todo el provecho posible. Necesitamos leer mejor esos pequeños detalles. —Queréis solventar rápido los errores. Y no somos conscientes. Creo que todas queremos ayudar. En este CB Aros León no hay egoísmos. Prima el "jolín, quiero ayudar", "jolín, me agobio", "jolín, lo hago todo más deprisa"... Luego, cuando estamos más frías, nos damos cuenta de que ése no es el camino. Es muy difícil detectar y cambiar esa actitud en el deporte y en la vida, aunque hemos mejorado mucho en ese aspecto. —Poco a poco reducís esos minutos acelerados. Sí. Los minutos de caos, muerte y destrucción en los que se nos va la cabeza van disminuyendo. —¿Ése sería el titular del texto que escribas en tu diario personal? ¡Podría serlo! [Risas]. Siempre me digo: "Marta, intenta que los momentos de caos, muerte y destrucción no sean tan llamativos". —¿Lo escribirás en el autobús o ya en casa?¿Cómo sabes que tengo un diario?—Nos lo confesaste en La Hora de Lok@s. ¡Es verdad! Me pondré en unos días. Me gusta reflexionarlo mucho. Suelo escribir sobre los errores y el aprendizaje. —¿Crees que ese diario se podía editar para ayudar a los demás?[Hace una pausa]. Está mal que lo diga yo, pero... Sé que estoy en esta vida para ayudar. Cuando no estoy bien, me frustra no poder hacerlo. El otro día fuimos a un cole y a los niños y niñas les puse mi ejemplo: soy jugadora profesional y médico. Si yo he podido, ¿por qué no pueden ellos y ellas? A mí me habría encantado tener a alguien que me dijese que las cosas son más posibles. Siempre he crecido en un ambiente de negatividad. "Marta, nunca podrás conseguirlo". ¿Que alguien te asegura eso? ¡Ni caso! —Marta, en ese entorno del imposible vive todo el mundo. Tenemos como nuestra nube negra, personas o nuestra voz interior. Con los años y las vivencias, aprendes a detectar y eliminar el derrotismo y a centrarte en tus objetivos. —Necesitas ser tozuda. Cabezota. Me gusta más ese adjetivo. Soy una cabezota perseverante que no para hasta conseguir lo que quiere. —Hace unos meses veías incompatible compaginar el MIR con el baloncesto. Al final ganó tu parte más tozuda... Bueno, más cabezota. Tozuda para ti, cabezota para mí. [Risas]. No es que pensara que no podría hacerlo, más bien era consciente de que sería muy difícil porque en el MIR compites contra aspirantes de toda España. He visualizado mi examen del MIR como una final que puedo perder. Lo que no me podía permitir era afrontarla sin haberme vaciado. Hablé con Moses y decidí que el CB Aros León era el mejor sitio para poder compaginarlo con el baloncesto. No me equivoqué. Está siendo una experiencia muy buena. La nota saldrá el 27 de marzo, pero soy consciente de que si no saco el puesto que quiero, no será una derrota ni un fracaso tener que repetirlo otra vez. No sé si te he contestado a lo que me has preguntado. [Risas]. Es que a veces me voy un poco... —Te pregunto y una cosa y tú... [Risas]. ¡Es que me encanta hablar! —Y a mí, escuchar y preguntar, así que nos vamos a entender bien. ¡A mí también me apasiona escuchar!—Si apruebas el MIR, ¿qué crees que decidirás con tu futuro?Me encantaría seguir compaginando mis dos pasiones. Creo que me lo merezco. Me encantaría hablar con un club que entendiese que habrá algunos días que quizás no pueda cambiar las guardias, que son de 24 horas. Es posible que algunas, intentaría que las mínimas, coincidieran con algún partido. Sé que es muy difícil... ¿Sabes lo que me da mucha rabia? —Dime.En España a los y las deportistas profesionales no nos dan facilidades si queremos trabajar. Todo el mundo me dice: "Pues te aguantas, que es lo que toca". ¡No es lo que toca! Para mi descendencia, si la tengo, quiero una sociedad que amplíe su abanico de posibilidades al máximo para que se pueda sentir realizada. —Si quieres aspirar a jugar, por ejemplo, en Liga Día, es difícil encontrar un equipo que entienda esa situación. El caso de Carmen Fernández, que es enfermera, y el Uni Ferrol es atípico. Vuelvo a lo mismo de antes, si ella ha podido y puede.. ¿Por qué no puedo yo? —Tú que motivas y llevas la contraria a tanta gente... Más allá de tú misma, ¿quién te ha animado más? ¿Quién es como tu ángel de la guarda? Mi madre y mi padre. Sin ellos no lo habría conseguido. El trabajo, el esfuerzo, la dedicación, la constancia, las horas de estudio o el hecho de levantarme tras las derrotas son mi responsabilidad, pero mi madre y mi padre me han regalado las herramientas y los intangibles para lograrlo. ¡Valen su peso en oro! Me encantaría ser el ángel de la guarda para otras personas que no tengan quien les dé ese impulso. ¿Por qué no? —Con lo bien que te organizas, podrías ayudar a mucha gente con ese libro. [Se ríe]. Sí, que me gustaría, la verdad, pero tendría que leer mucho más. Soy consciente de mis limitaciones y necesitaría mucha ayuda. Pero sí, me encantaría escribir ese libro. —¿Ya tienes más claro qué especialidad te gustaría hacer? No... [Se ríe]. En el MIR las estudias todas y he vuelto a recordar las que no tocaba desde tercero o cuarto. Y me he dicho: "¡Jolín! ¡Qué bonito sería ser pediatra!". [Risas]. ¡O cirujana! Ahora me gustan más especialidades que antes, aunque siempre le he dicho a mi madre que, cuando llegue el momento de la elección, lo tendré claro. —Mientras tanto sueñas muchas cosas. ¡Sí! ¿Para qué me voy a limitar? Si no es así, me agobio, y no quiero... —Te gustan el estrés y los momentos calientes en una pista. ¿El límite es tu vitamina?Me mantiene un poco activa, viva. Me encanta esa adrenalina, que intento buscarla, sobre todo, en el deporte. En los estudios intento sacar la mejor nota posible. —¿Eres mucho de café?¡Jolín! ¡Mucho! Me encanta. —Moses parece muy exigente y eso ya te va bien. Eres muy autoexigente. Tal cual. Va a decir que soy una pelota pero, para lo bueno y lo malo, mi año lo está marcando Moses. He aprendido mucho a nivel deportivo, y, sobre todo, en el ámbito personal. Valores. —¿Qué has descubierto de ti misma viviendo fuera de casa por primera vez? Jolín, pues que soy capaz de sobrevivir. [Se ríe]. ¡Sí! ¡Aquí estoy! Pensé que me sería mucho más difícil organizarme para fregar los platos, cocinar, lavar y tender la ropa, limpiar... A veces decimos que no tenemos tiempo. ¡Odio esa frase! ¡Siempre hay tiempo! Al final, no he notado ningún cambio. —Parece que cuando llegas a casa sepas exactamente qué harás, que tengas planificado el día entero, pero con esa alegría que desprendes. Es así. El secreto es la organización. Me dicen que soy superdotada. ¡Tengo engañado a todo el mundo! Ni soy superdotada ni muy inteligente. —Cultivas una fuerza de voluntad que te permite normalizar lo extraordinario. Si tú lo ves así... Yo creo que lo podría hacer cualquier persona que esté dispuesta a sacrificar muchas cosas. Yo lo volvería a repetir. Además, la vida es muy larga...—O muy corta. ¡No, lado positivo! Es muy larga. —Vale, vale... ¡Me voy a venir arriba! Tienes que ir al máximo cada día. Mi hermano pequeño siempre me dice que soy muy Martavillosa, como los productos de Mr. Wonderful, que utilizan frases muy positivas. Es una forma de ver y enfrentarte a la vida. Como todo el mundo, y no es ninguna vergüenza reconocerlo, también tengo días y períodos muy malos. Esos momentos grises son un impulso para seguir persiguiendo lo que deseas con toda tu alma.