"Yo no vengo a llorar aquí donde cayeron:
vengo a vosotros, acudo a los que viven.
Acudo a ti y a mí y en tu pecho golpeo.
Cayeron otros antes. Recuerdas? Sí,
recuerdas.
Otros que el mismo nombre y apellido
tuvieron."
(P. Neruda)
El 24 de enero de 1977 un grupo de pistoleros de extrema derecha irrumpió en el despacho de abogados laboralistas de CCOO y del PCE situado en el número 55 de la calle Atocha de Madrid y ametrallaron a las nueve personas presentes. Fallecieron los abogados:
Javier Sauquillo
Javier Benavides
Enrique Valdelvira
Serafín Holgado
Y el sindicalista Angel Rodriguez Leal
Resultaron gravemente heridos: Alejandro Ruiz Huertas, Mª Dolores González, Luis Ramos y Miguel Sarabia.
Dieron su vida por la democracia, por eso lo más abominable que encuentro hoy día es que muchos quieran revivir esa dictadura como si con ella resucitaran a los muertos víctimas del fascismo, a esos es a quienes habría que excomulgar, a los militantes de la derecha que se reunen y cantan sus consignas como si el sonido de las balas fuera su melodía favorita, esos que no respetan a los muertos ni a sus familias, y que se burlan de los que aún viven.