Año: 2007.
Género: Comedia dramática.
País: Estados Unidos.
Duración: Estados Unidos.
Dirección: 112 minutos.
Intérpretes: Will Ferrell, Maggie Gyllenhaal, Dustin Hoffman, Queen Latifah, Emma Thompson.
"Después de diez años de meticuloso trabajo, la novelista Karen Eiffel está a punto de completar su último y potencialmente mejor libro. El último desafío que le queda es pensar cómo matar a su personaje principal, Harold Crick. Lo que no sabe es que Harold Crick está inexplicablemente vivo en la vida real, y, de repente, es consciente de sus palabras. La ficción y la realidad chocan cuando el desconcertado y reacio Harold escucha lo que tiene en mente y se da cuenta de que debe encontrar un modo de cambiar el final."
Harold lleva una vida ordenada. Se cepilla los dientes todas las mañanas la misma cantidad de veces, da los mismos pasos antes de tomar el autobús, es un genio con las matemáticas e implacable agente de impuestos. Solitario, no tiene amigos salvo un compañero de oficina. Es un maniático del control, un hombre puntilloso.
¿Qué puede alterarlo? Una voz que, de un momento para otro, escucha dentro de su cabeza. Es una voz femenina que narra todo lo que Harold hace. Harold es el personaje de Karen Eiffeluna novelista con un bloqueo ante su nueva obra, pero que tiene decidido para Harold lo mismo que para todos sus personajes protagónicos: la Muerte.
Y Harold debe hallar, como sea, contactarse con Eiffel, si quiere sobrevivir y llegar a leer algún día la novela de su vida.
Ésta es la historia de Stranger than Fiction, una película tan enrevesada y metafísica como genial y agradablísima en sus detalles, tan ínfimos como las veces que Harold se cepilla los dientes. Por momentos la trama recuerda a ¿Conoces a John Malcovich? (aunque con menos estupefacientes de por medio) e incluso tiene un tópico similar a Melinda & Melinda con la idea de descifrar si la vida del personaje es una comedia o un drama. El bloque principal, la idea sobresaliente tiene lugar en la siempre recurrente idea de la crisis existencial, ese punto en la vida del hombre medio en el cual la vida es tan rutinaria hasta que un golpe de efecto cambia todo y resignifica todo para el protagonista.
Lo más significante de la película son sus interpretaciones.
Primero y principal, me sorprendió totalmente Will Ferrell; en un principio, y cuando tocan los momentos de comedia, es gracioso, pero cuando la trama vira hacia el drama irremediablemente es cuando descubrimos el talento innato de Ferrell. Por otro lado, tenemos a la siempre dispuesta a mostrar su excelencia Emma Thompson, que acá encarna a la neurótica y dramática escritora Karen Eiffel (maravillosa), junto a la hermosura incomparable de Maggie Gyllenhaal, la larga trayectoria de Dustin Hoffman y la presencia correcta de Queen Latifah.
Estos cinco actores de gran talla son los que realmente constituyen el motor de la película.
La gran orquestación de tamaña experiencia cinematográfica recae en el guionista Zach Helm (Mr. Magorium's Wonder Emporium) y en el director Marc Forster (Monster's Ball, Finding Neverland).
En el caso del primero, Helm logra un guión eximiamente preparado con precisión de relojero, en el que cada detalle es importante, aún el más pequeño e insignificante. La trama puede tambalear por momentos, pero es hacia el final en donde están aseguradas la mayoría de las buenas cartas bajo la manga que el escritor posee.
Todo esto acompañado por la sutileza de Forster a la hora de filmar; alejándose de lo claramente taquillero que luego haría en 2008 con Quantum of Solace, acá elige mantenerse en bajo perfil y atenerse a sus actores, dejando una semilla por aquí y por allá con ciertos detalles (todo lo que atañe al reloj digital, por ejemplo)
Stranger than Fiction es un gran combo que involucra comedia, drama, romance, un fuerte, agudo e inteligente retrato de la cotidianeidad rota llevada a la perfección con buenas interpretaciones y una sensación de comfort cuando termina, una sensación que te deja con una sonrisa en la cara.
Calificación: A-