MASACRE DE TOOLBOX (Toolbox Murders) (USA, 2003) Terror

Director: Tobe Hooper
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Intérpretes Principales: Angela Bettis, Brent Roam. Marco Rodríguez. Rance Howard. Juliet Landau. Adam Gierasch.
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Argumento: En Hollywood, cada año van a la ciudad miles de personas, en su mayoría jóvenes, dispuestos a alcanzar la fama en el cine.
Sin embargo muy pocos lo logran y algunos de ellos incluso se deja la vida para lograrlo.
Me refiero a que mueren asesinados.
En esta ocasión, en un inmueble en el que se están celebrando reformas, se van produciendo desapariciones de varios inquilinos.
Nadie sabe qué ocurre, pero una inquilina nueva, que ha ido a vivir allí junto a su esposo, comenzará a investigar por su cuenta, descubriendo un secreto muchos años escondido. Un secreto terrible.
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Mi opinión: Mediocre producto de terror, que si no hubiera estado dirigido por Tobe Hooper, en otro tiempo famoso y reconocido realizador del cine de horror, pues podríamos convenir que no está mal del todo.
Sin embargo, viniendo de él, siendo un trabajo suyo, hay que decir que es poca cosa, aunque tenga el suficiente oficio como para no aburrir ni perder el interés del todo a lo largo del metraje (ajustado, gracias a Dios).
Lo que ocurre es que no aprovecha Hooper la, por otro lado, no muy extensa cantidad de mimbres de los que dispone.

La elipisis casi brilla por su ausencia, aunque es cierto que no se regodea en los aspectos gores, como muy bien podría haber hecho si hubiera querido.
El clímax entre lo irreal y lo real, con un ser fantasmagórico de este mundo, no está suficientemente bien expresado, dando a lugar, por ello mismo, a ciertas escenas que invitan a la sonrisa e incluso a la risa, cuando se ve que Hooper pretendía que "nos cagáramos de miedo". O es que yo estoy equivocado y Hooper caricaturiza algún momento a propósito quitando hierro al asunto.
Lo mejor es la buena composición de la protagonista, Angela Bettis, que hace creíble su personaje y nos muestra el terror que está viviendo.
Por lo demás, lo dicho, se puede ver sin problemas. No es basura fílmica, pero está muy por debajo de lo que deberíamos pedirle a su autor.