Revista Diario

"MASSa + OTros= MASSOT" por D. Kenis

Por Julianotal @mundopario
Claro, Massa está armando su columna vertebral: gente del PRO, Industriales garcas, PJ disindientes, Gianolla, las corporaciones mediáticas... falta la pata extrema derecha... (ah no, para ya mencioné un par!) a ver... algun colaboracionista y apologista de la ultima dictadura... ooooooh!(de LA PACO URONDO) El director de La Nueva Provincia, Vicente Massot, acusado en la Justicia de participar en el plan criminal de la dictadura, mostró su respaldo a la candidatura de Sergio Massa, que en su paso por Bahía Blanca pidió “dejar de discutir el pasado”.Inevitablemente parcial resulta, en todos los sentidos de la palabra, una recorrida por los medios de comunicación y la cobertura que dieron –o que no dieron- a distintos hechos. O a ficciones. Sólo un par de breves artículos destinó Clarín a reseñar el martes 9 la denuncia del domingo 7 de Jorge Lanata, desmentida al mismo tiempo por el denunciado Luis D’ Elía. Récord.Ausente Lanata en la tapa de los diarios que en esta semana no pudieron hacerse eco de sus denuncias, se destacó en cambio el recibimiento caluroso que obtuvo Sergio Massa en la semana posterior al lanzamiento oficial de su candidatura. Particularmente relevante es el respaldo que demostró hacia el intendente de Tigre el ex viceministro de Defensa de Carlos Menem y propietario del diario La Nueva Provincia de Bahía Blanca, Vicente Massot.
En una disertación que ofreció en la Cámara Arbitral de Cereales bahiense el año pasado, en ocasión de la reunión mensual de CARBAP, Massot caracterizó al 2013 como un “año decisivo”. Lo viene siendo. Veamos porqué.

Angustias y pesares
Massot presentó en Mar del Plata, el jueves 11, su último libro. Lo acompañaron el concejal del PRO Hernán Alcolea y Nicolás Márquez, quien recolecta datos sueltos y a golpes los fuerza a encajar en un rompecabezas prefigurado. No asistió a la cita la barba candado, que Massot hizo parte de su estilo y cuyo verdadero nombre remite toda una simbología: prusiana. Despeinado y afeitado, Massot disertó dos días después del fallecimiento de Mario Gabrielli, secretario de redacción de su diario La Nueva Provincia durante casi dos décadas, junto al que constituyó la dupla de acusados por delitos de lesa humanidad en la presentación que los fiscales José Nebbia y Miguel Palazzani elevaron a principios de mayo a la justicia federal. El diario  de Bahía Blancarecordó a Gabrielli como “un maestro” y “un amigo” pero no mencionó las acusaciones que pesaban en su contra. Su editor jefe, Abel Escudero Zadrayec, sí: en Twitter dijo que Gabrielli había muerto por la “angustia” que “la corporación derechohumanista” le provocó “adjuntándole delitos de otros”. Minutos más tarde agregó que Gabrielli, como jefe de los redactores, se había limitado a hacer “el diario que querían los patrones”. No aclaró si esos patrones eran los miembros de la cúpula directiva, entre los que se encuentra aún hoy Massot, o el andamiaje militar. El represor Adel Vilas dijo al respecto en 1987 que el matutino obró como “un valioso auxiliar de la conducción”.En la sección de necrológicas, expresaron su “pesar” por el fallecimiento de Gabrielli la dirección y la redacción del diario y el personal de la radio LU2, que también pertenece a Massot, encabezados por su editorialista Norman Fernández. También lo hicieron el diputado nacional radical Juan Pedro Tunessi, la Sociedad Rural local, el Consorcio de Gestión del Puerto de Bahía Blanca y el Instituto Nacional Browniano.

Una Massa
Las tapas de La Nueva Provincia estuvieron dedicadas, sin embargo, a otros temas. Por un lado, la crónica diaria de la “inseguridad”. El punto se ha transformado este año en obsesión de los concejales bahienses, que semana a semana piden por nuevas cámaras de monitoreo y puestos de vigilancia. De continuarse en forma constante en la misma senda, Bahía Blanca será una ciudad orwelliana para fines de año.El viernes 12, la foto de la recorrida del candidato del Frente Renovador Sergio Massa ocupó gran parte de la portada del diario bahiense dirigido por Massot, relegando a la imagen del acto oficial que reunió en la ciudad a funcionarios nacionales, provinciales y municipales, incluidos el vicepresidente Amado Boudou y el ministro de Planificación Julio de Vido, y a candidatos como Juliana di Tullio y Martín Insaurralde.No resulta extraño si se toma en cuenta un video que circuló en los días previos a través de las redes sociales, reflejando los conceptos de Vicente Massot ante Infobae. Publicado originalmente días antes de que se produjera el pedido de detención de Massot por parte de los fiscales Nebbia y Palazzani, en el segmento el director de La Nueva Provincia se refirió a Massa como quien podría firmar el certificado de defunción del kirchnerismo.El lunes, el intendente de Tigre había lanzado su campaña en un acto en que no faltó la reproducción de ninguno de los clásicos lugares comunes de la historia argentina. El llamamiento a la concordia, el ejemplo del Papa Francisco, y el abrazo de Perón y Balbín fueron algunos de ellos. Massa trató de mostrarse como un disidente que propone conservar lo mejor del kirchnerismo y erradicar aquellos puntos más cuestionables, que curiosamente coinciden con los que no dejan de señalar en sus construcción discursivas diarias los medios hegemónicos. Para refrendar esa imagen, el candidato a diputado prometió no dar ni un paso atrás en materia de derechos humanos. Pero no detalló si daría pasos adelante y cuáles serían. Con la mayor parte de los responsables militares muertos, condenados o acusados, en el adelante se dejan ver las figuras de los civiles. Uno de ellos, Massot.Al visitar Bahía Blanca, Massa fue todavía más específico. “Massa priorizó ‘la agenda de la gente’”, tituló La Nueva Provincia un día más tarde. “En octubre se juega ver si la inseguridad, la inflación y los problemas cotidianos forman parte de la discusión de la política. Pero, además, se juega la posibilidad de construir el futuro y de dejar de discutir el pasado”, fue la cita del discurso del candidato que el diario de Massot eligió para reseñar la presentación de Massa en la ciudad. En una ciudad que está comenzando a visualizar la complicidad de civiles con la última dictadura y su plan criminal, las palabras de Massa y la cita de La Nueva Provincia constituyen toda una definición de uno y otro.

Independence Day
Los editoriales que La Nueva Provincia suele publicar a favor de la última dictadura argentina tuvieron su correlato a escala global a comienzos del mes, cuando en el corazón financiero del imperio el diario The Wall Street Journal de Nueva York publicó un editorial en que deseaba a los egipcios la suerte de contar con un dictador como el chileno Augusto Pinochet.La noticia no tuvo demasiada repercusión en nuestro país y en Chile fue reflejada críticamente porLa Tercera y la CNN local. El texto en cuestión fue publicado el 4 de julio, Día de la Independencia en los Estados Unidos, horas después de que los militares egipcios tomaran el poder y suspendieran la vigencia de la Constitución.El artículo del Wall Street Journal, publicado sin firma, proponía la Vía Chilena al Liberalismo sin mencionar que eso costó tras la cordillera casi dos décadas de terrorismo estatal. “Los egipcios tendrían suerte si sus nuevos generales gobernantes resultan seguir el modelo de Augusto Pinochet en Chile, quien tomó el poder en medio del caos, pero contrató a reformadores de libre mercado para una transición a la democracia”, dice el párrafo final de la nota.
El mundo le da la espalda a la propuesta del candidato a diputado argentino Sergio Massa de abandonar las discusiones sobre el pasado: el sábado 6, el inglés The Guardian contestó ácidamente al diario neoyorkino en un artículo firmado por el periodista  Martin Pengelly y titulado“Wall Street Journal dice que Egipto necesita un Pinochet. ¿Puede salirse con la suya?”.“Presumiblemente esto significa que quienes se expresan a nombre del WSJ piensan que Egipto debe sentirse afortunado si sus generales gobiernan con un reinado del terror por 17 años”, marcó Pengelly, quien también citó “el ejemplo bestial de la Argentina” y lo ilustró con un enlace al artículo donde el diario se refirió a la reciente muerte del dictador Jorge Videla.
Con todo, la apología del diario de la calle Wall evidenció la falta de profundidad de muchos de sus pares argentinos, que se resisten a reconocer que la implantación de las dictaduras en el cono sur de América obedeció a la intención de imponer un modelo económico determinado. En Chile sirvió para poner fin al gobierno democrático y socialista de Salvador Allende y en nuestro país, como marcó tempranamente Rodolfo Walsh, impidió que el pueblo volviera a elegir candidatos populares como lo había hecho en 1973.
Cierre con acordesEl nombre del WSJ remite al de la calle, que fue llamada “Wall” (pared) en referencia al muro que los colonos holandeses construyeron en ese lugar a mediados del siglo XVII, para delimitar territorio respecto de los nativos y los invasores ingleses, que lo derribaron en 1699. De esa manera, se transformó en un precedente de la brillante idea del intendente de San Isidro Gustavo Posse, que propuso marcar con un muro el límite entre su distrito y el de San Fernando y este añose alineó con Sergio Massa, quien en la necrológica metáfora de Vicente Massot aparece como el enterrador del kirchnerismo mientras propone la cancelación de debates sobre un pasado que el mundo sigue discutiendo. Mejor que hacer un muro, un puente.------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Massot: "Si Massa arrasa, el lunes 28/10 se resquebraja Cristina"

(URGENTE 24)La consultora del politólogo y director del diario La Nueva Provincia (Bahía Blanca), Vicente Massot, y el economista Agustín Monteverde, 1 semana atrás, al igual que Urgente24, no dudó en que Sergio Massa sería 1er. candidato a diputado nacional por el Frente Renovador. Ahora, difundió un informe político analizando el resultado de los cierres de listas para las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias. Algunas de sus conclusiones son muy interesantes:
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Massot & Monteverde). ¿Por dónde empezar? La pregunta viene a cuento dada la dificultad de hallar un punto de arranque —excluyente respecto de los demás, dignos de ser considerados— para analizar cuanto ha sucedido entre nosotros —y cuanto puede pasar, de ahora en más— a partir de la irrupción de Sergio Massa en el escenario electoral. Como no hay tal punto, cualquiera parece pertinente. Por ejemplo, distinguir de manera provisoria —porque sólo habrá certezas luego de contarse los votos— a los ganadores de los perdedores.El intendente de Tigre siguió al pie de la letra un plan de acción que le dio buenos resultados. En la Argentina, donde no hay secreto que no se haga público en cuestión de minutos, Massa pudo mantener en vilo a todo el arco político, a los periodistas, analistas y gente del común, por espacio de meses. Hasta último momento nadie, que no fuera su familia y sus colaboradores íntimos, sabía a qué atenerse. Eso se propuso y lo cumplió sin tropiezos y sin perder la calma, lo cual no es poco.Si a esta altura puede hablarse de ganadores, el único que merece el calificativo es él. De aquí en adelante, salvo imponderables, no hay razón ninguna para imaginar que pudiera mancarse antes de octubre. Todo está servido a los efectos de que se alce con una victoria de bulto a expensas de Cristina Fernández y de Daniel Scioli, por un lado, y de Francisco De Narváez por el otro, sin olvidarnos de José Manuel de la Sota y de Hugo Moyano.Tendría que resultar muy torpe para malograr la oportunidad que la desmesura de la Presidente, la irresolución del gobernador bonaerense y la falta de osadía del jefe de la capital federal, le abrieron de par en par. Porque, bien miradas las cosas, Massa es al día de hoy el producto de sus aciertos, de los desaciertos de sus potenciales adversarios en el 2015, y del “enamoramiento” que —sin hacer demasiado para conseguirlo— ha generado en la gente su figura.Tiene ventajas considerables por donde se le mire y apenas un flanco débil si acaso insistiese, más de la cuenta, en cultivar un espacio equidistante tanto del kirchnerismo como del antikirchnerismo. Bien está asumir una posición moderada, contraria a la belicosidad exacerbada de Cristina Fernández, que tanto rechazo suscita en amplias franjas de la sociedad. A condición, claro está, de no terminar jugando al empate. Una cosa es que la gente esté cansada de tanta crispación. Otra, muy distinta por cierto, es que se halle dispuesta a respaldar a un candidato no sabe, no contesta.De Narváez —que pasó de ser la gran esperanza blanca en el distrito bonaerense a un segundo plano— intuye que la única chance que le queda, si verdaderamente quiere ganar la elección, es cargar sobre este flanco y zaherir a Massa con la acusación de que, al cabo del día, no es otra cosa más que una versión light —o, si se desea, devaluada— del kirchnerismo.Que el de Tigre conoce cuál puede ser su talón de Aquiles lo demostró el pasado domingo, horas después de haber anunciado su candidatura. Dijo algo clave, que echó por tierra las dudas planteadas por De Narváez en ese mismo momento, a saber: que la re–reelección era su límite y que no consideraba necesaria la reforma de la Constitución. Si para muestra vale un botón, Massa comenzó a andar con el pie derecho. Era lo que tenía que decir en voz alta, luego de eludir el tema por espacio de meses, y no perdió el tiempo. Con ello desarmó la estrategia beligerante del Colorado que, demás está decirlo, no se llamará a silencio e insistirá en atacar por ese lado.

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