En La edad del acceso Jeremy Rifkin, presidente de la Foundation on Economic Trends de Washington y visionario analista de la sociedad actual, actualiza el célebre “ser o no ser” shakespeariano en algo así como “estar o conectado”.
Revista Cine
Gustavo Taretto, en su logrado primer largometraje, va más allá y confirma que, si bien se puede sobrevivir estando conectado, también se puede estar más solo que la una y limitarse a vivir, aunque se disponga de todas las conexiones posibles habidas y por haber.Partiendo de un cortometraje del mismo título, y que obtuvo una importante repercusión en varios festivales cinematográficos, amplía su análisis sobre la influencia de la ciudad en sus habitantes y se pregunta cómo se puede buscar la media naranja, en una ciudad de tres millones de personas, si se desconoce por dónde debemos comenzar. Por eso, Buenos Aires se convierte en la indudable y principal protagonista de esta irónica, fresca e inteligente comedia urbana.A partir de la narración del protagonista masculino y apoyado por un lúcido montaje de imágenes de la arquitectura de la capital y sus “irregularidades estéticas y éticas”, el guión nos cuenta la historia de Martín y Mariana, encarnada por la actriz Pilar López de Ayala, que viven a cincuenta metros pero que no se conocen y puede que ni siquiera lleguen a cruzarse en la vida. Una arquitecta que trabaja como escaparatista y un creador de sitios web condenados a vivir en una ciudad que muestra a menudo su lado más inhóspito.Un primer film lleno de humor, a menudo bastante triste, que con divertidas situaciones, basadas en la mayoría de las escenas, en las neurosis de sus dos protagonistas, y un empleo de superposición de imágenes y frases en evidente contradicción, consigue transmitir al espectador el cariño con que el director ha creado a sus personajes, dos héroes actuales de la tragicomedia de todos los días.