Revista Arquitectura

Merece la pena

Por Arquitectamos
Cuando un profano como yo se quiere poner filosófico sin estar formado en filosofía suele decir muchas perogrulladas y cursilerías pensando que está diciendo algo interesante. Soy consciente de ello, pero aun así me atrevo a escribir sin pudor una sensación que he tenido muy intensamente. A ver si la sé explicar: Siempre, desde niño, le he tenido mucho miedo a la muerte, un miedo angustioso. Ahora lo voy controlando un poco más, y solo aspiro a que, si ninguna enfermedad ni accidente se me cruzan antes, llegue el momento en que sea lo suficientemente viejo y equilibrado (y también cansado y lúcido) como para pensar en ella con serenidad y con paz, o tal vez para que ya me importe todo una porra.
Lo angustioso es pensar que la muerte termina con todas las posibilidades, con todas las opciones, y las aplasta con la losa de lo ya irrefutable e incorregible. Quiero decir, por ejemplo, que nunca me he tirado en paracaídas y creo que nunca se me ocurrirá hacerlo, pero es algo que está ahí, a mi disposición. Es una posibilidad abierta. ¿Quién me dice que tal vez algún día...? Tampoco conozco Uagadugú (Burkina Faso), ni he leído el Yajurveda (ni tampoco, ya puestos, Mis bodas reales), ni he asistido a una función de kabuki (ni al certamen internacional de tunas "Cazorla Pueblo"), ni he probado el caviar iraní (ni los saltamontes fritos). Pero todo eso está ahí, y tal vez el día menos pensado los disfrute o los sufra. ¿Quién sabe?
Cualquier día puedo empezar a estudiar ruso, o apuntarme a un club cicloturista, o comprarme un sombrero. ¿Por qué no? Todo es posible. Todo está disponible. Todo puede ocurrir.
Pero la muerte quita todas esas opciones, echa el cierre y acaba con los sueños de "tal vez algún día..." y de "ya veréis cuando yo..." No; ya nada. Esto fue lo que fue. Se acabó. Hasta aquí hemos llegado.
Libros que nunca leeré. Cosas que nunca haré. Películas que nunca veré. Países que no visitaré. Gente que no conoceré.
Perdonadme las perogrulladas y las tonterías, ya digo(1). Estoy soltando una obviedad tras otra, ya lo sé.
Todo esto viene porque -una vez más- he pensando en amigos desaparecidos y tenía la mente muy siniestra, muy sucia y muy triste. Estaba pensando en que ellos ya no, y en que yo con ellos ya nunca más. Qué feo y qué penoso. Pero de pronto, sin venir a cuento y sin saber por qué, me ha asaltado dentro de mi cabeza el: "Vaso vacío. Vas vasuá. Vertical. Vegtiquel. Abertura hacia arriba. Grrruá", y me ha vuelto a hacer gracia. Y he sabido que eso ya no me lo quita nadie, que me puedo morir ahora mismo y eso no me lo puede quitar nadie. Y me he dado cuenta de que si yo cayera fulminado en este momento me daría muchísima rabia y muchísima pena no poder continuar la fiesta, pero ya habría merecido la pena por todo lo que he disfrutado hasta aquí. Habría (y ha) merecido la pena desgarrar el paño negro del vacío, aparecer en este estúpido escenario durante unos pocos años y volver a sumirme en la negrura y en la nada para siempre. Y habrá (ha) merecido la pena, obviamente, sobre todo, por personas que no pienso mencionar aquí (hasta yo, bocazas, tengo pudor para esto), pero ellas lo saben de sobra, y yo lo sé de sobra y todos quienes me conocéis lo sabéis de sobra. Así que me salto su (vuestra) mención, aunque son (sois) con grandísima diferencia lo más importante de todo, y declaro que lo que ya llevo bailado, lo que ya me llevo seguro caiga como caiga la siniestra bolita de la mala suerte merece o ha merecido la pena por, entre otras muchísimas cosas(2):
Merece la pena Para llenar un vaso de agua, de Tip y Coll · Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez · El hombre que mató a Liberty Valance, de John Ford · Los calamares en su tinta · Las croquetas de escabeche de mi madre · West End Blues, por Louis Armstrong · Las empanadillas de Móstoles, de Martes y Trece · El disco de Ben Webster con Art Tatum · El Aleph, de Borges · La isla del tesoro, de Robert Louis Stevenson · Casa de la cascada, de Frank Lloyd Wright · Astérix legionario, de Goscinny y Uderzo · Eloísa está debajo de un almendro, de Enrique Jardiel Poncela · El café con leche con porras de Veloso · La pasión según San Mateo, de Johann Sebastian Bach · La final de la Champions League de fútbol de 2002 · Las Meninas, de Diego Velázquez · Capilla de Notre Dame du Haut en Ronchamp, de Le Corbusier · Composición con dos líneas, 1931, de Piet Mondrian · El fútbol de chapas · El Pro Action Football · Las patatas al ajillo · El Padrino, de Francis Ford Coppola · La final del Mundial de Fútbol de 2010 · Las torrijas de mi mujer · La colmena, de Camilo José Cela · Con faldas y a lo loco, de Billy Wilder · La guerra, de Miguel Gila · Un corto en el que Goofy se tira de un trampolín · Schröderhuis, de Gerrit Rietveld y la señora Schröder · Los esclavos de Miguel Ángel · Buffalo Bill contra Sitting Bull, de Marcel D'Isard (el primer libro que leí) · Fundación Ford en Nueva York, de Kevin Roche y John Dinkeloo · El solo de Paquito D'Rivera en Lágrimas Negras · La guerra de las galaxias, de George Lucas · Stay, por Jackson Browne · El sulfato atómico, de Francisco Ibáñez · Puente sobre aguas turbulentas, de Simon y Garfunkel · Sueño articulado (homenaje a Bachelard), de Eduardo Chillida · Del sentimiento trágico de la vida, de Miguel de Unamuno · El edificio Chrysler en Nueva York, de William van Allen · Los Chiripitifláuticos · El proyecto de la casa del Narkomtiazprom en Moscú, de Ivan Leonidov · Rayos López, de Faemino y Cansado · Doctor en Alaska (serie de TV) · La tortilla de patatas (con cebolla) · Body and Soul, por Coleman Hawkins (la grabación de 1939) · Qué bello es vivir, de Frank Capra · Rescate espacial, de Congost · La balada de Hasta que llegó su hora, de Ennio Morricone · Casa Huarte en Madrid, de José Antonio Corrales y Ramón Vázquez Molezún · Calabuch, de Luis García Berlanga · Los Reyes Magos · Adiós, muñeca, de Raymond Chandler · Yesterday, de The Beatles · ¿Quieres hacer el favor de callarte, por favor?, de Raymond Carver · Dar un punterazo a un balón · Vida y destino, de Vasili Grossman · Retrato de un gudari llamado Odiseo, de Jorge Oteiza · Pabellón de Alemania en la Expo de Barcelona de 1929, de Mies van der Rohe y Lilly Reich · Buggs Bunny (el único conejo ganador de un Oscar) · Breaking Bad (serie de TV) · La cerveza fría · Trilogía de la Guerra Carlista, de Ramón María del Valle Inclán · Demostración del teorema de Pitágoras por Euclides · Practicando la trompeta, de Norman Rockwell · Las actuaciones de la Onsiverdi Seseña Big Band · Gimnasio del colegio La Salle Maravillas en Madrid, de Alejandro de la Sota · El maquinista de La General, de Buster Keaton · Conjunto del centro de la ciudad de Seinäjoki, de Alvar Aalto · Vértigo, de Alfred Hitchcock · Los belenes con agua de verdad, de mi padre · El intermedio de Cavalleria Rusticana, de Mascagni · Manhattan, de Woody Allen · Los bebés, de Tricicle · Torres Blancas, de Francisco Javier Sáenz de Oiza · La tortilla paisana · Cúpula de Santa María de las Flores en Florencia, de Filippo Brunelleschi · El sestercio de Tito con el Coliseo en el reverso · La Pantera Rosa · Tema de La Pantera Rosa, de Henry Mancini · Arriba y Abajo (serie de TV) · Volar en avión (con miedo) · Las paellas falsas · Catedral de Rouen (toda la serie) de Claude Monet · El Coyote, de José Mallorquí · El magistrado inglés (serie de TV) · Reír con amigos · El chocolate · These Foolish Things, por Lester Young · Cheers (serie de TV) · El olor de que va a llover · El golpe, de George Roy Hill · Los helados de vainilla cutre, muy artificial · Ayuntamiento de Hilversum, de Willem Marinus Dudok · La escena de Pepe Isbert tartamudo en La vida por delante, de Fernando Fernán Gómez · El olor a pan · El pan · El olor a café · El café · El olor a vino · El vino · Panteón de Roma, de Apolodoro de Damasco · El hombre mosca, de Harold Lloyd · El concierto del cumpleaños de Ella Fitzgerald en Roma · El desierto de los tártaros, de Dino Buzzati · Esther Píscore, de Les Luthiers · Rashomon, de Akira Kurosawa ·  Ser o no ser, de Ernst Lubitsch · Ópera de Sidney, de Jörn Utzon · Yo, Claudio (serie de TV) · Sultanes del Swing, de Dire Straits · Los mejores años de nuestra vida, de William Wyler · Los asesinos, de Ernest Hemingway · Mi solo de saxo tenor en Fly Me to the Moon, de Bart Howard (y que mis compañeros me lo dejaran tocar y se fiaran de mí) · El hombre y la tierra (serie de TV) · El contrato de Una noche en la ópera, de los Hermanos Marx · Nessun dorma, de Turandot, de Giacomo Puccini, por Luciano Pavarotti · Trilogía USA, de John Dos Passos · El fresón con vino · Amanece, que no es poco, de José Luis Cuerda · El olor de las gomas de borrar MILAN NATA · La vida de Brian, de Monty Python · Cambiar cromos · Superagente 86 (serie de TV) · Don Gato · Montar en bici por los caminos de Seseña · Los Simpson · El perseguidor, de Julio Cortázar · Misión imposible (serie de TV)
Merece la pena
Y declaro que cada segundo que me ha sido concedido ha merecido la pena, y que cada segundo que me sea concedido a partir de ahora merecerá la pena por repetir mi disfrute de muchas de estas cosas, por conocer aún otras nuevas (incluso tal vez Uagadugú o los saltamontes fritos) y por seguir siempre atento, expectante y disponible.


(1).- Os prometo que en la próxima entrada intentaré centrarme hablando de arquitectura, pintura, escultura, composición, cultura... Que no es que por ello vaya a decir cosas más inteligentes, pero al menos no os pondré la cara roja de puro bochorno y de pura vergüenza ajena.

(2).- Esta es una lista imposible. Me van saliendo un montón de razones por las que merece la pena y las voy apuntando. Si siguiera más tiempo me saldrán muchas más. Y a ti te saldrán otras.

Si te animas deja un comentario (o varios) con algunos de tus motivos. Bueno, vale, te dejo que pongas incluso el queso (puaj).

Volver a la Portada de Logo Paperblog