Por ahí por el mes de marzo cuando fuimos a Granada una amiga de mi cuñada le regaló un frasco de mermelada de cebolla. Yo no la había visto nunca y a juzgar por lo que me gustó le pregunté la receta. Ahora, que he recogido unas cebollas extraordinarias de la huerta en agosto me parecía el momento ideal para hacerla. el resultado, una mermelada con un sabor muy suave y rico. Como más me gusta es combinada con queso semicurado de cabra de Goyo y María, que tienen sus cabras y quesería en Tondeluna, Ojacastro de La Rioja. Todo un manjar para los sentidos. Pero con un montón de cosas está rica, hasta encima de la morcilla a la plancha la hemos probado. Espero que os guste, es muy fácil de preparar.
Este es el queso de cabra que compré en la aldea de Tondeluna
Con el pan tostado o sin tostar, es igual. También se puede meter todo junto al horno unos minutos hasta que empiece a fundir el queso, resulta delicioso. Como espesante he utilizado el agar agar que no había comprado nunca. Lo hay en hebras y en polvo, yo lo compré en polvo en el herbolario, es un gelificante natural marino con mucho más poder gelificante que la gelatina. No tiene sabor y el resultado es fabuloso.
INGREDIENTES
-1 kilo y medio de cebollas o cebolleta fresca
-600 g. de azúcar
-1/2 cucharadita de moka de agar agar
PREPARACIÓN
En una sartén amplia ponemos toda la cebolla cortada en juliana fina a fuego medio dando vueltas de vez en cuando y observaremos que va saliendo el jugo a medida que se va cociendo.
El primer jugo que sale se retira y cuando empieza a estar trasparente
la pasamos a una cazuela mediana y subimos el fuego, añadimos el azúcar, y movemos bien.
Dejamos cocer por espacio de unos cuarenta minutos moviendo de vez en cuando teniendo cuidado de que no se pegue. Al cabo de este tiempo ponemos el agar agar y tener otros tres o cuatro minutos a fuego lento y ya la tendremos lista.
Ahora en unos tarros que habremos esterilizado en una cazuela con sus tapas con agua que les cubra y durante media hora, vertemos la mermelada, cerramos bien los tarros y los ponemos boca abajo hasta el día siguiente.
Salieron estos tres botes y otro pequeño no lleno que dejé en abierto para probarla cuanto antes.