Pero he probado una de ellas, que me ha gustado por encima de muchas otras mermeladas, la de tomate. Pero así, al pronto, no dice mucho. Pero si le añadimos un poco de vainilla a la mezcla, esto ya es otro cantar. ¡ Está deliciosa! :D
Porque quién no compra tomates y por una cosa o por la otra , cuando vas a echarles mano, te das cuenta de que se te están poniendo chuchurríos, pues esta es una buena ocasión para utilizarlos en una mermelada.
Y tengo que decir que el toque de vainilla le da muy buen sabor a la mermelada, pero que no esconde el sabor del tomate.
Así que vayamos a por el delantal y a ponernos manos a la obra.
Ingredientes:
- 540 gr de tomates
- el zumo de medio limón
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
Elaboración:
Para empezar, lavaremos bien los tomates y les quitaremos la piel, normalmente se suelen escalfar para que nos cueste menos retirarla. En mi caso no lo hice, ya que los tomates estaban bien blanditos y no me resultó complicado retirarla, pero si no es así, los tendréis que escalfar antes.
Si es el caso, calentaremos una olla con agua, le haremos un corte de cruz a los tomates, y metidos en una red, los introduciremos en la olla con al agua caliente durante unos segundos, varias veces.
Luego, con cuidado de no quemarse, iremos retirando la piel con la ayuda de un cuchillo, poco a poco, hasta que la hayamos retirado por completo.
Una vez retirada la piel, los cortamos a trozos pequeños, intentando sacar la mayor parte de las pepitas, aunque si se nos cuelan algunas, no pasa nada. Meteremos los trozos de tomate en un cazo o en una olla, le añadiremos el azúcar, el zumo del medio limón y la esencia de vainilla.
Lo removeremos todo , taparemos la olla y lo dejaremos macerar durante 1 hora.
Pasada la hora, pondremos a calentar la olla y cuando empiece a hervir, bajaremos el fuego y lo iremos removiendo de vez en cuando. Yo lo tuve en el fuego durante 30 minutos, pero también depende de como os guste la mermelada, más o menos espesa.
Una vez que tenga la consistencia deseada, aún caliente, lo guardaremos en botes de cristal limpios, los cerraremos bien y los dejaremos que se enfríen, para que así hagan el efecto vacío.
Y ya solo nos quedará poner una etiqueta y disfrutar de esta deliciosa mermelada que sorprenderá a más de un@ ! ; )
Espero que os haya gustado esta mermelada y que disfrutéis de ella, acompañada en el desayuno con unas tostadas, o en una merienda, como más os guste!
La receta original la saqué del blog El Aderezo, donde podréis encontrar muchas recetas interesantes.
Nos veremos en la próxima entrada.
Que tengáis un feliz fin de semana!
Un beso!