Revista Arte

Mi niñez

Por Loracueto

Anónimo


MI NIÑEZCuando niños no nos damos cuenta de lo felices que somos e ignoramos los pequeños detalles que ahora nos hacen falta para ser un poco más felices e inocentes.En mi caso fui muy feliz jugando con arena y montado árboles, convirtiendo el patio de mi abuela en la jungla más peligrosa por explorar y donde todos los días había algo que encontrar. Donde atrapar "lobitos" y perseguir iguanas, era como ir detrás de un gran cocodrilo que no se dejaba atrapar y mi misión era que mi jungla siguiera en paz. Pasar gritando como un desenfrenado llamando a no sé quién, y que después viniera mi abuela a callarme porque los vecinos iban a pensar que me golpeaban. Así eran mis días, donde no había nada, solo crear una buena historia donde todo lo que me imaginaba sentía que era una realidad.Cuando somos niños tenemos la capacidad de tener las mejores historias en nuestra cabeza y hacerlas realidad en nuestro mundo de fantasía y grandes aventuras: donde un palo de escoba puede ser una gran espada o una rama la mejor corona para una princesa, y que nuestra mascota sea el mejor secuaz para investigar un gran crimen sobre quién se robó las galletas que compraron para la merienda, siendo uno mismo el que se las comió. Siempre había algo que contar, hacer, o decirles a tus amigos, primos o hermanos que llegaban a tu casa a armar guerras con sábanas, almohadas y sillas. Lo mejor era cuando todos teníamos una pequeña idea que podíamos hacer tan grande como lo imaginábamos, y darle la forma que queríamos hasta convertirla en la realidad de nuestros pensamientos.Ahora solo somos niños con censura porque nos limitamos de todo y sin nuestra esencia de imaginar, donde perdimos lo más valioso de nosotros que era crear una gran historia con la cosa más pequeña. Ahora todo es tan literal y vacío porque no tenemos algo para dejarnos llevar. Algún día deberíamos hacer la tarea de ver nuestra serie de cuando éramos niños o comer los dulces que tanto nos gustaban, y así dejarnos llevar por un buen recuerdo de la infancia, y que el niño interior de nosotros vuelva a despertar.   


Volver a la Portada de Logo Paperblog