Muchos no lo podréis creer pero nunca había utilizado pasta filo. Y el otro día al pasar por delante de las masas en el supermercado la vi y dije, pues la voy a comprar, algo haré. Y buscando buscando algo sin grasas y al horno me topé con esta receta de Karlos Arguiñano, en hogarutil está, me gusta visitar esta página de vez en cuando.
Y claro, con mis modificaciones como siempre, pero quedó exquisita y con muy pocas calorías. Quieres ver como lo hice? pues mira.
Esta semana que viene tengo mucho que hacer por lo que andaré algo desconectada, espero que me cuidéis mi cocina en mi ausencia.
*con estos ingredientes sale un pastel para tres personas con una ración generosa
*las láminas de pasta filo se secan muy rápido así que no las sacaremos de la nevera hasta que vayamos a utilizarlas.
*sobró una ración de relleno para una cena o para un revuelto.
*si sobra pastel no pasa nada. Lo guardamos en la nevera en un plato llano y tapado con un plato hondo para que no se rompan las esquinas. Se calienta en el microondas con grill o en el horno y queda otra vez crujiente y rico.
INGREDIENTES
-5 hojas de pasta filo
-un kilo de champiñones
-tres dientes de ajo
-una cebolla mediana
-7 tomates secos macerados en aceite con hierbas
-un poco de salsa de tomate casera para adornar el plato
PREPARACIÓN
Lo primero que vamos a hacer es limpiar los champiñones. Los ponemos en el fregadero y les cortamos a todos el pedúnculo que es la parte terrosa. Los lavamos un poco si tienen algo de tierra que siempre tienen con el grifo muy poquito abierto, que caiga un hilo de agua. Los vamos echando en el escurre verduras. Cuando estén todos lavados los laminamos y los echamos en una ensaladera. rociamos unas gotas de limón, no un chorro, solamente unas gotas hará que no se pongan negros y no cogerán sabor a limón.
En una sartén grande ponemos cinco cucharadas de aceite a calentar en el fuego mediano. Cuando esté caliente ponemos la cebolla,los ajos y los tomates en aceite picado todo muy menudo. Movemos y dejamos rehogar dos o tres minutos.
Echamos los champiñones y damos unas vueltas. Enseguida veremos como van reduciendo y soltando su agua.
Ahora ponemos sal y echamos un chorrito de vino blanco. Movemos otra vez y dejamos que se hagan unos cinco minutos.
Ahora que ya tenemos el relleno vamos a preparar la milhoja. Lo primero es encender el horno a 180º calor arriba y abajo para que se vaya calentando. Pincelamos con aceite una bandeja de horno. cortamos las hojas de pasta filo por la mitad con un cuchillo bien afilado. Ponemos en la bandeja dos hojas juntas y echamos relleno sobre ella por toda la superficie que quede uniforme y no amontonado.
Tapamos con otras dos hojas de pasta filo. Pincelamos con aceite de oliva la hoja entera hasta los bordes.
Y otra vez ponemos relleno. Así haremos hasta terminar.
Relleno sobrará para hacer un revuelto para la cena, no mucho pero lo suficiente para aprovecharlo. Esto es lo que me sobró
Cuando hayamos puesto la última capa de pasta filo pincelamos con aceite de oliva y metemos al horno.
Lo tendremos unos veinte minutos hasta que veamos que está bien dorado el pastel. Sacamos y adornamos con unos champiñones del relleno que nos había sobrado. Servimos inmediatamente acompañado de una buena ensalada y un poco de salsa de tomate. Nosotros lo tomamos como plato único
Me ha encantado utilizar pasta filo, a partir de ahora la utilizaré más veces.