Movie Review – Alien: El octavo pasajero

Movie Review…por César del Campo de Acuña

Dirección: Ridley Scott.
País: Estados Unidos.
Año: 1979.
Duración: 116 minutos.
Género: Terror. Ciencia ficción.
Guion: Dan O’Bannon.
Intérpretes: Sigourney Weaver, John Hurt, Yaphet Kotto, Tom Skerritt, Veronica Cartwright, Harry Dean Stanton e Ian Holm.
Música: Jerry Goldsmith.
Fotografía: Dereck Vanlint y Denys Ayling.
Montaje: Terry Rawlings y Peter Weatherley.
Dirección artística: Roger Christian y Les Dilley.
Diseño de producción: Michael Seymour.
Estreno en Estados Unidos: 22 de Junio de 1979.
Estreno en España: 25 de septiembre de 1979.

In space no one can hear you scream

El enigma de otro mundo. Terror en el espacio. Planeta prohibido. Junkyard de Clifford D. Simak. Relaciones extrañas de Philip Jose Farmer. Dark Star. ¿Qué tienen en común todas estas obras de ficción? Pues nada más y nada menos que ser los diferentes huéspedes de donde brotó el clásico de la ciencia ficción, del suspense y del terror Alíen: El octavo pasajero de Ridley Scott. Así es, el inmortal guion (a fin de cuentas es una de las 100 películas más influyentes en la cultura popular de todos los tiempos), de Dan O´Bannon (el señor que estaba detrás de ese delicioso clásico zombi El regreso de los muertos vivientes) bebió de todas esas fuentes para gestar el guion del que sería el segundo largometraje de Ridley Scott (que, ojó, venia de hacer Los Duelistas en 1977), un cineasta que a pesar de todo nunca ha sentido especial cariño por la ciencia ficción y que siempre definió a su cinta como un thriller antes que como una película de terror.

¿y qué decir de uno de los films más queridos, respetados y aclamados por la crítica y el público que no se haya dicho ya? Pues poco o nada. ¿Escribo sobre el increíble diseño de Rob Conn y la obra de Giger?, ¿hago mención al pausado ritmo que Ridley Scott da la película en su primera hora para generar un clima tenso y sofocante?, ¿hablo sobre el casting de Sigourney Weaver?, ¿hago mención a todo lo que se pensó y finalmente no se hizo?, ¿cuento la anécdota de como encontraron al hombre que daría vida a la criatura?, ¿o simplemente doy mi opinión sobre esta obra? Supongo, que a pesar de no ser nadie, escojo la última opción dado que de las otras que he presentado se ha utilizado tanta tinta que me podría ahogar en ella. Bien, dicho esto quiero dejar claro que no tengo ningún tipo de relación nostálgica con esta película (ni sus secuelas). Como ya sabrán, sin son lectores habituales de Cincodays.com, mis padres mantenían un férreo control sobre lo que podía ver o no y evidentemente las películas de terror estaban totalmente prohibidas por aquello de no perturbar el sueño de mis progenitores con pesadillas llenas de monstruos fueran estos del espacio o no.

Vi por primera Alien: El octavo pasajero con unos 25 años. No recuerdo que me influencio, pero compre todas las películas de la franquicia y en una suerte de maratón de dos días devore las cuatro cintas. La primera entrega, en un principio (y como me ocurrió en su día con Conan el Barbaro), me pareció mortalmente tediosa. Dicho esto, pasado un tiempo, la volví a ver y en ese segundo visionado fue cuando comencé a apreciar lo narrado en la cinta y la manera escogida para hacerlo. Como decía antes, el ritmo es pausado, tanto que en algunos momentos puede llegar a sacarte de la película. Pero, una vez dicho esto y con la perspectiva que solo otorga el tiempo, no se me ocurre mejor modo de presentar a los protagonistas y hacer que el espectador sienta empatía hacia ellos llegando incluso a convertirlo en una suerte de tripulante de la Nostromo. Otro acierto, a mi juicio, del guion de O´Bannnon, es que los personajes no están preparados para hacer frente a la criatura, es decir, no son militares o no tienen experiencia alguna en combate. Son trabajadores y esto, que puede parecer una tontería, para mi es importantísimo. Alien: El octavo pasajero despoja de cualquier glamour al hecho de viajar por el espacio.

Una vez los personajes son presentados y comienza a desarrollarse la trama, a poco agudo que seas, empiezas a notar una tensa calma entre ellos, como si buscaran un culpable de las penurias que se viven en la Nostromo (como ocurriría tres años más tarde en La Cosa de John Carpenter) en la segunda hora de la película, siendo una de las grandes claves del éxito de esta cinta. Su capacidad para sorprender en el primer visionado es increíble y en lo personal fue una de las cosas que más aplaudí cuando la vi por primera vez. Evidentemente, en las sucesivas visitas ya no te sorprende, pero encuentras otros detalles y te pierdes en elementos como el minucioso diseño de producción (tanto de donde se desarrolla la acción como donde encuentran los huevos). En esencia es una película que te arrastra; Te arrastra a preguntarte que era la criatura gigantesca que encontraron en la nave varada en el planetoide, que motivos se esconden tras el interés de la compañía propietaria de la Nostromo en atender esa llamada de socorro, por qué motivo tenían que conducir el espécimen vivo a la tierra…un sinfín de preguntas que interrogan al espectador y le hacen hablar, hablar y hablar sobre el film buscando respuestas.

¿Podría decir que Alien: El octavo pasajero es una de mis películas preferidas? Abiertamente no. Pero si puedo decir que se trata de una de las cintas de suspense más claustrofóbicas de la historia. Resulta tan terrorífica y asfixiante tanto como el día en el que fue estrenada y eso es algo que no muchos films puedan decir de sí mismos. El segundo largometraje de Ridley Scott es una de esas obras por la que no pasan los años y cuando consigue adentrarte en su cadencia te atrapa y te le lleva a un lugar en el que, aunque grites, nadie te oirá.

Curiosidades:

Según Yaphet Kotto, Ridley Scott le dijo que molestara a Sigourney Weaver todo lo que pudiera fuera de cámara de para crear enfrentamiento entre sus personajes. Kotto hoy en día se lamenta de aquello ya que Weaver le caía muy bien.
Se utilizaron preservativos hechos pedazos para crear los tendones en la mandíbula del Xenomorfo.
Harrison Ford rechazo el papel del Capitán Dallas.
En la ilustración original de Giger el Xenomorfo tenía ojos. Para la versión de la película el autor insistió en que no los tuviera para hacerlo parecer aún más una fría bestia sin emociones de ningún tipo.
La escena del “revientapechos” fue filmada en una sola toma utilizando cuatro cámaras. Solo el equipo y John Hurt sabían que iba a ocurrir por lo que las reacciones que vemos en pantalla son 100% reales.
Un poco de casquería; Para hacer el huevo en el que reposa el “abraza caras” se utilizaron corazones de res e intestinos. Para hacer el interior del “abraza caras” que vemos durante la autopsia se utilizaron mariscos frescos, cuatro ostras y el hígado de una oveja.
La idea de que la criatura sangrara acido fue de Rob Conn. Tuvo la idea cuando Dan O´Bannon no encontraba una razón por la cual la tripulación de la Nostromo simplemente no disparaba al Xenomorfo.
Ridley Scott cita tres películas que sirvieron para modelar Alíen: El octavo pasajero. Las primeras que cita son La guerra de las galaxias (1977) y 2001: Odisea en el espacio (1968) por como representaban el espacio. La tercera es La matanza de Texas (1974) por su tratamiento del terror.
Muchos productores tienen “lectores” profesionales que leen y resumen guiones para ellos. El lector en este caso dijo sobre Alien: “Es como Tiburón (1975), pero en el espacio.”
Tras ver los storyboards de Ridley Scott la FOX doble el presupuesto para la película (de 4,2 millones a 8,4).
La escena del Space Jockey estuvo a punto de quedarse fuera. Los ejecutivos pensaban que construir algo tan grande que solo sería utilizado en una escena era algo que costaría mucho dinero y consumiría mucho tiempo. Ron Cobb les convenció argumentando que si dejaban la escena la película no parecería una cinta de ciencia ficción de serie b.
Fiel a que es mejor sugerir que enseñar por aquello del efecto dramático el Xenomorfo tan solo aparece 4 minutos en pantalla.