Muffins de platano y chunks de chocolate negro

Los lunes recojo a mis nietos del cole y me los llevo a casa hasta que viene su padre a buscarlos, ayer tenía el libro "Repostería sana para ser feliz" de @alma_cupcakes encima del mostrador (el fin de semana había hecho unas tortitas para mi hijo) y mi nieta lo vio y empezó a hojearlo y me dijo que quería probar algo para su cumpleaños y mirando recetas al final me dijo : "yo quiero algo que lleve chocolate" y vimos sus muffins de plátano con "chunks" de chocolate, y dicho y hecho, ella me ayudó en el proceso y eligió los moldes, al final faltaban 5 minutos para que acabara el horneado cuando llegó su padre, así que las fotos son de circunstancias, ya que se los quería llevar para desayunar...

220 gr. de harina integral (yo harina de almendra) 1 cucharadita de bicarbonato 200 gr. de plátano (2 unidades medianas) 80 ml. de aceite suave de oliva, girasol o coco 100 ml de sirope de ágave (yo sirope de arce sin azúcar) 1 cucharada de copos de avena (para decorar, optativo) 60 ml de bebida de avena (u otra vegetal) (yo puse de vaca) 50 gr. de chunks de chocolate negro (opcional)

Precalentar el horno a 180ºC, con calor arriba y abajo, y poner en la bandeja las cápsulas de papel para muffins.

En un mol, mezclar la harina y el bicarbonato con la ayuda de unas varillas. Reservar.

Machacar ligeramente los plátanos en un cuento con un tenedor, sin que lleguen a convertirse en puré. La clave para conseguir unos muffins esponjosos en este caso es no machacarlos demasiado ya que si se añaden totalmente hechos puré, la miga resulta densa y sin personalidad.

Mezclarlos con el aceite, el sirope y los huevos.

Una vez bien integrada la mezcla, añadir la harina con el bicarbonato e incorporar después la leche bebida vegetal y los chunks (si se van a utilizar), reservar algunos para decorar.

Repartir la masa en las cápsulas y decorar los muffins con unos chunks y unos copos de avena (optativo).

Hornear durante 22 minutos o hasta que al pinchar con un palillo este salga limpio.

Dejar enfriar por completo en una rejilla antes de consumirlos.