Need for Speed (2014)

Tobey Marshall (Aaron Paul) es un humilde mecánico que intenta sacar adelante su taller de reparaciones de la mejor manera posible. Como el dinero no le llega, participa en carreras ilegales al volante de coches clásicos cuyos motores han sido trucados. Cuando está a punto de saldar sus deudas, el ex piloto de NASCAR Dino Brewster (Dominic Cooper) le delata. Tobey pasa dos años en la cárcel. Cuando sale, sólo piensa en vengarse de Dino. Pero para ello tendrá que recorrer los Estados Unidos de costa a costa, en una contrarreloj muy peligrosa porque la policía irá siempre pisándole los talones.

Calificación: 7,282.

Tráiler de la Película

Ficha:

Título Original: Need for Speed.
Director: Scott Waugh.
Guionista: George Gatins.
Intérpretes: Michael Keaton, Aaron Paul, Imogen Poots, Dominic Cooper, Ramon Rodriguez, Rami Malek, Harrison Gilbertson, Dakota Johnson, Nick Chinlund, Scott Mescudi, Stevie Ray Dallimore, Alan Pflueger, Brian L. Keaulana, Logan Holladay, Carmela Zumbado, Jalil Jay Lynch.
Productores: John Gatins, Patrick O’Brien y Mark Sourian.
Fotografía: Shane Hurlbut.
Música: Nathan Furst.
Montaje: Paul Rubell, Scott Waugh.
Diseño de Producción: Jon Hutman.
Diseño de Vestuario: Ellen Mirojnick.
Países: Estados Unidos, Filipinas, Irlanda, Reino Unido.
Lugares de Rodaje: Estados Unidos.
Fechas de Rodaje: Abril de 2013.
Año: 2014.
Duración: 130 minutos.
Edad: No recomendada para menores de 16 años.
Género: Acción, Crimen, Drama, Suspense.
Estreno: 04-04-2014.
Distribuidora: DeAPlaneta, S. L.
WEB Oficial: Web Oficial de la película en España, Sitio Oficial.
Espectadores: 0.
Recaudación: 0 €.

Crítica:

09-04-2014 – ANTÓN MERIKAETXEBARRIA

Pisando el acelerador

A golpe de bostezo llegué a asimilar la moraleja de la película: La venganza es más dulce cuando se sirve fría. Por desgracia, en “Need for Speed”, un plagio más o menos caro de la exitosa serie “A todo gas” (con un total de seis películas), resulta tan machacona como gratuita, en su desmedido afán por emular las hazañas al volante del malogrado Paul Walker, así como de Vin Diesel, Michelle Rodríguez y compañía. Aaron Paul, el protagonista televisivo de “Breaking Bad”, intenta convertirse en una estrella cinematográfica con el embolado que hoy nos ocupa, metido en la piel de un rabioso piloto, empeñado en apretar las tuercas a su peor enemigo.

La adrenalina que despiden las secuencias que a toda pastilla describe el filme carecen de la garra suficiente como para que lo tomemos en consideración. Para más ‘inri’, el inexistente guión, la pobre definición de caracteres y unos diálogos involuntariamente risibles dan al traste con este videojuego reconvertido en película de usar y tirar. Desde luego, la mítica imagen de James Dean jugándose la vida al volante de un bólido no encuentra en estos modernos imitadores ni la fuerza, ni el carisma del inolvidable protagonista de “Rebelde sin causa”.

Las altas velocidades desarrolladas a bordo de coches trucados, forzando el motor al máximo, lanzados de costa a costa de Estados Unidos, con el propósito de producir vértigo en el espectador no avisado, son los verdaderos protagonistas del tinglado. Tengamos en cuenta que existe toda una industria de miles de millones de dólares montada alrededor de la importación y rectificado de automóviles, con todos sus componentes especiales, incluidos los neumáticos, los ‘intercoolers’, los ‘megaflow’ y otros sofisticados elementos que se le añaden para alcanzar la máxima rapidez. Metáfora del callejón sin salida en el que parece encontrarse el cine del Hollywood actual.