En un Soccer City vacío y bajo los conocidos silbidos de las vuvuzelas, Brasil goleó 0-5 a una frágil Sudáfrica, la misma selección que a finales de 2013 derrotó a España en Johannesburgo. Fue una especie de entrenamiento de lujo para que Luiz Felipe Scolari hiciera sus últimas pruebas para decidir su lista de 23 jugadores para el Mundial. Y brilló la estrella de Neymar. El delantero del Barça marcó un hat-trick y fue el pilar de las jugadas de ataque de Brasil. En el último amistoso antes del Mundial, la selección canarinha tuvo una actuación impecable y dejó muy buena impresión.
Por eso debutaron dos futbolistas que viven muy buen momento en Europa y que parecen haber sellado sus pasaportes para el Mundial, el mediocampista del Manchester City Fernandinho y el lateral derecho del Bayern de Múnich Rafinha.El propio Felipão admitió que tiene la lista final del Mundial prácticamente cerrada. Y el amistoso de hoy sirvió para aclarar dos de sus últimas dudas, que están en el mediocentro y en la suplencia de Daniel Alves.
extremo del Zenit dominó el balón en la banda derecha y, anticipando el desmarque en velocidad de Oscar, dio un pase largo en profundidad milimétrico que dejó el mediapunta del Chelsea solo delante de la portería sudafricana. Oscar no necesitó ni dominar el balón. Solo hizo falta levantar la cabeza, observar la posición de Ronwen Williams y, con un toque sutil, rematar sobre el hombro derecho del portero.A los 20 minutos, tuvo gran oportunidad en sus pies tras asistencia de Paulinho pero no logró dominar un balón que le dejaría solo delante de la portería. Ocho minutos después el delantero del Barça falló una oportunidad increíble. Tras jugada individual, Neymar quedó cara a cara con Williams pero remató encima del portero sudafricano.
Pero doce minutos después, en lance casi idéntico, la estrella brasileña no perdonó. Tras dominar entre dos defensas sudafricanos, Neymar arrancó en velocidad, penetró en el área y, en la marca del penalti tiró cruzado, sin dar oportunidad a Williams.
Tras el descanso, Brasil volvió con camisetas azules y con tres cambios. Scolari sacó a Luiz Gustavo, Ramirez y Willian por Paulinho, Oscar y Hulk, cambiando el sistema con dos extremos y un delantero centro para un 4-4-2 clásico, con triple pivote, Willian de mediapunta y Neymar y Fred de delanteros.
En su nueva posición, Neymar tardó 24 segundos en demostrar que puede ser el nueve que tanto busca Brasil. Tras un fallo en la salida de balón de la defensa sudafricana, Fred dio la asistencia para que la estrella del Barça entrara otra vez en velocidad y, de vaselina, marcara su segundo tanto.
A los 57, otro cambio y más pruebas para Felipão. Entró Dani Alves por Marcelo y el lateral derecho titular de la canarinha jugó el resto del partido por la izquierda.
A los 63, David Luiz miró al banquillo y pidió el cambio, pero sin demostrar una lesión más seria. En su puesto, entró Dante, central del Bayern.
A partir de ahí Brasil pasó a tocar el balón y dejar el tiempo pasar. Tuvieron una oportunidad a los 72 con Dani Alves que entró solo por la izquierda pero tiró encima del portero. Cinco minutos después, salió el gol más bonito del partido. Fernandinho dominó un balón perdido en la frontal del área y, con la pierna izquierda disparó un torpedo en la escuadra derecha de la portería sudafricana. Un golazo de un futbolista que se jugaba la ida al Mundial. Y Neymar remató la faena a los 90 con el tercero.