'Ni último loco ni primer suicida', de Alex Declercq

¡Hola, amig@s!
En noviembre de 2011- cómo pasa el tiempo-  tuve el placer de leer y reseñar Nada que no sabías (podéis leer la reseña AQUÍ) de Alex Declercq, y ahora, gracias a la amabilidad del autor, tengo el gusto de traeros hasta aquí su nuevo libro, Ni último loco ni primer suicida.
Y aunque comienza diciendo...

"- no me gusta hablar de mis libros porque lo único que voy a hacer es empeorarlos, nada de lo que diga de ellos puede mejorarlos. En cambio ellos a mí, sí."

nosotros sí hablaremos del libro, de título sugerente, atractiva portada y muy al estilo Alex Declercq, esto es, inclasificable.
Dicen de Bolaño que en las conversaciones con los amigos cambiaba frecuentemente de opinión, con el fin de continuar el debate y exprimirlo al máximo. Tengo la impresión de que Alex Declercq pretende aquí algo similar, llevando el debate a nuestro tejado y moviéndonos a la reflexión a través del asentimiento, la discrepancia e incluso la indignación.

"- todas las conversaciones son creadas por diferencias
 - la gente también coincide
 - eso es cuando la conversación se acaba
 - o sea que si coincidimos en algo, no tenemos nada más que hablar?
 - no sería conversar, sería reafirmarse
 - para los inseguros, lamentablemente, eso es más necesario que charlar" 

En Ni último loco ni primer suicida, el autor nos lleva a pie de calle, para hacernos partícipes, invisibles testigos de los diálogos y debates entre gente anónima- no llegamos a conocer realmente a ninguno de ellos- y en los que se supone que el autor toma parte. El lenguaje, por lo tanto, es coloquial, el que podemos encontrarnos en cualquier situación en la que la confianza distiende el ambiente.
No encontraremos en el libro sesudos análisis o estudios en profundidad de ciertos temas, sino el comentario cotidiano del ciudadano medio que podemos escuchar en cualquier cafetería si aguzamos un poco el oído. Y la temática, creedme, es de lo más variada y heterogénea, y tratada con humor en ciertos casos, sarcasmo e ironía en otros y cierta acidez y mordacidad en muchos. Las religiones, la figura del Papa, EE.UU. y su hegemonía mundial, la política y los políticos, la crisis, la inmigración y la xenofobia, las mujeres y las relaciones, homosexualidad masculina y femenina, la violencia de género, los libros, su distribución y las editoriales, la sociedad de consumo, las redes sociales, los blogs literarios y las reseñas, la ética y la moralidad, los deportes, la amistad, el nazismo, judíos y palestinos,.... todo lo imaginable tiene cabida en este libro, de una incorrección política que se agradece. 

Marcapáginas 209

"- España no es racista, es clasista
 - las terminologías son excusas
 - claro que hay racismo, pero en general son clasistas. El problema es que tú te lo tomas todo muy personal
 - a ver, tú me dices sudaca y yo me tengo que partir de risa?
 - no, pero tienes que familiarizarte con la palabra
 - si familiarizado estoy, la veo y escucho todos los días
 - el problema aquí no es de dónde vienes, sino cuánto tienes. A un negro con traje y bien aseado lo tratan como a un señor
 - y al que no tiene traje como a un mendigo. Qué conchasumadre
 - acaso en tu país no hay racismo?
 - racismo no, clasismo.
 - quise decir si no discriminan
 - no, siempre le damos la bienvenida a todos los que se creen mejor que nosotros."

Este nuevo libro de Alex Declercq, al igual que el anterior, es para ir leyendo a ratos dedicando, tras la lectura de algunos fragmentos, unos momentos de reflexión. Como los buenos libros, Ni el último loco ni el primer suicida es además de esos títulos de los que apetece una segunda lectura, por lo menos de algunos de las muchas conversaciones que encierran sus 381 páginas.
Ya solo me queda invitaros a pasar  por la página del autor,  Creo que no sé, y dejaros el enlace a Amazon en donde se puede adquirir el libro a menos de un euro. Como para no dudarlo, ¿verdad?
¡Gracias por vuestros comentarios! Nos leemos...