(Foto: el Comercio)
Quedaos con dos frases: “No era justo” y “lo importante es que lo vieron los niños”.
En esas dos frases se encierra una sabiduría que mantiene las sociedades tal y como las conocemos hoy en día. La primacía de lo “justo” y el correcto ejemplo a los niños, aquellos que mañana tendrán que aplicar lo que hoy aprenden.
Ocurrió en una carrera ciclista, el XV Gran Premio Santa Barbara de ciclocross, disputado en Puente Viesgo. La imagen lo dice todo, un ciclista que ha pinchado y lleva su bicicleta a hombros con la esperanza de llegar a la meta y otro que no le rebasa, que le acompaña en un segundo puesto que sabe a victoria. Son Agustín Navarro e Ismael Esteban.
Agustín Navarro no quiso adelantar a Ismael porque “no era justo”, por eso recorrió los 300 metros que faltaban hasta la meta, acompañando a Ismael y animándole para que no desfalleciera. Ismael entró tercero y Agustín, sobre su bicicleta, cuarto. En el podio, Ismael se bajó y le ofreció el premio al compañero que tan buen ejemplo había tenido, pero éste lo rechazo.
La frase que dijeron quedará para el recuerdo, “lo importante es que lo vieron los niños”.
¿Cuántas veces pensamos eso? Pocas, sin duda, por eso son necesarios estos ejemplos, para que nos saquen del letargo moral en el que la telebasura, la falta de ética en ciertos políticos y el egoísmo de la sociedad consumista nos han sumido.
Gracias Agustín, no te conozco, pero nos has dado un ejemplo a niños y mayores. Ésa carrera, sin duda, la ganaste tú.