Revista Cocina

No me chilles que no te oigo: otitis

Por Yoisasi

NO ME CHILLES QUE NO TE OIGO: OTITISOtitis:‘ Inflamación del oído. Según su localización anatómica se clasifica en otitis externa (a causa de una infección y su origen es bacteriano), otitis media agua (no supurada y supurada) y otitis media crónica (simple y crónica)‘. Wikipedia
Típico problema en los más pequeños como luego también cuando ya somos más mayores. Antes de que el problema esté en su momento álgido, y nos toque tomar o dar antibióticos, analgésicos y demás mejunges, deberíamos saber el por qué, saber la raíz del asunto para prevenir y así evitar llegar a esta situación.
Al igual que cuando hay problemas pulmonares y respiratorios, debemos saber qué alimentos son los causantes de la otitis o problemas con los oidos, ya que es otro lugar idóneo para la acumulación de grasa, mucosidad y excesos. Estos son: lácteos y derivados, huevos, exceso de proteína animal, grasas saturadas, exceso de frutas, zumos y ensaladas, frutos secos, bollería industrial, refrescos…Todos estos producen mucha mucosidad creando el perfecto hogar para bacterias y virus dando lugar a infecciones, en este caso, en los oídos.
Cuando los nenes son muy pequeños estas otitis suelen venir acompañadas con resfriados y aquí es mejor que la madre lactante deje los alimentos antes mencionados pero sobre todo lácteos, frutas, zumos y ensaladas y dulces y que reduzca la ingesta de líquidos. Si, puede parecer algo contradictorio pero una vez eliminados empezaremos también a eliminar toda mucosidad y congestión haciendo que nuestros niños se recuperen antes. Si el niño ya no mama, pues lo mismo porque está claro que seguramente sea por exceso de golosinas, fiestas de cumples, refrescos y exceso de lácteos.
Ya sabemos que los chinos relacionan los oídos con los riñones así que, normalmente, los primeros nos avisan de que algo no va bien en los segundos (sistema renal). Por tanto, es importante no dejarlos de lado y observarlos. Es curioso, en un embrión los oídos y los riñones se desarrollan al mismo tiempo, de ahí la relación que nos comenta la Medicina Tradicional China. En los riñones es donde reside la Esencia por tanto vuelve a tomar protagonismo la parte emocional.
NO ME CHILLES QUE NO TE OIGO: OTITISOtitis: Incomodidad que puedo vivir frente a algo que oigo o que oí últimamente. Es frecuente cuando soy niño sobre todo debido a lo que se pueden decir mis padres entre sí o a lo que me dicen porque frecuentemente no soy capaz de expresar mi disgusto o mi frustración. Para mis padres es un signo de que vivo un conflicto interior y es importante que me permitan expresar lo que vivo para aportar una rápida curación. Como adulto, la otitis me permite hacerme preguntas en cuanto a mi voz interior y ver: ‘¿la oigo?’, ¿recibo mensajes que me molestan y me hacen enfadar con relación a lo que debo hacer o frente a lo que se mi pide hacer?’ Es por la escucha, tanto interior como exterior, que puedo progresar en la vida, ésta permitiéndome estar centrado y evitar obstáculos inútiles. Si tengo otitis, vivo mucha impotencia frente a lo que oí. Si un niño vive una dolencia de los oídos, esto puede expresar un conflicto vinculado con el entorno familiar o la escuela. Los dolores de los oídos son frecuentes en los niños que oyen todo lo que dicen las personas mayores, las peleas de sus padres, sin poder dar su punto de vista.’ Dr. Jacques Martel.
En lo que corresponde a la parte física veamos cómo podríamos ayudar a sanar el problema:
- Si los dolores de oído son suaves bastará con una compresa mojada en agua caliente y bien escurrida en el oído e ir cambiándola cuando se enfría.
- Si los dolores o la infección ya son más serios: cobre-oro-plata (actúa como antibiótico, antiinflamatorio y analgésico), kuzu, sopas de algún cereal integral con verduras, jengibre (el bebé no puede tomar jengibre) y rábano (para la madre, si el bebé no toma sólidos o para el nene, si ya no toma leche materna); compresa caliente sobre el riñón (zona cintura) de infusión de jengibre. Empapamos bien la compresa en la infusión, la escurrimos y la dejaremos 20 minutos cambiándola las veces que haga falta cuando se enfríe.
- Si ya hay una infección con pus sería mejor una compresa fría detrás de la oreja y seguir con oligoterapia y el kuzu. Pero si vemos que hay fiebre, que el dolor dura más de dos días, que todo va a más y que ya se nos escapa de las manos, es mejor acudir al médico con humildad y reconociendo que hemos hecho todo lo posible.
- Si vemos que no hay fiebre, ni notamos que nuestro hijo esté enfermo, tal vez se trate de algún objeto o cosilla que se haya podido meter (muy común en los más pequeños) o de algún insecto (en mi caso fue una hormiga mientras dormía una noche de verano), aquí ni las compresas, ni el kuzu, ni los antibióticos son efectivos. En mi caso, una gotita de agua oxigenada de grado alimentario diluida en agua destilada sirvió para cargarme a la hormiga que salió al momento. Aquí lo ideal es llevar al niño al médico para que le saquen el objeto o algún relojero…
Y mi último consejo: Por favor señores, dejemos de urgarnos los oídos con bastoncillos de algodón ya que son bastante agresivos. Mejor empezar a cuidar nuestra alimentación para así no tener que andar con estos artilugios que a simple vista parecen inofensivos pero en realidad son bastante peligrosos.
Termino con este párrafo de Avelin Kushi, mujer de Michio Kushi, hablando sobre las enfermedades infantiles y comparto totalmente sus palabras:
‘Es importante mantener limpia la condición y el juicio todo lo agudo y rápido posible y poder así adaptarse a la rapidez y sensibilidad de la condición del niño. Aprender a resolver los problemas de salud de los hijos es parte de la responsabilidad de los padres y ayuda a obtener un juicio más profundo y práctico sobre la vida, salud, enfermedad y las leyes de la naturaleza. Los padres deben recordar que dichas situaciones son para beneficio propio, ayudando a agudizar y aclarar su juicio. La atención a los hijos es una extensión de la propia autoatención’.

Louis Hay: Dolor de oídos, otitis: Enfado. Deseo de no escuchar. Demasiado alboroto. Peleas entre los padres.
Zumbidos: Negativa a escuchar. No oír la voz interior. Tozudez.
Salud y Buenos Alimentos
Yo Isasi
www.nutricionencasa.com


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