Revista Cocina

Noche de Reyes: ilusión y roscones

Por Javie
Noche de Reyes: ilusión y roscones
Noche de Reyes: ilusión y roscones
Noche de Reyes: ilusión y roscones
Noche de Reyes: ilusión y rosconesSi existe una noche mágica, muchos coincidirán conmigo, en que no puede ser otra que la noche de Reyes, excuso explicar, lo que sentíamos cuando eramos niños, y tras la decepción por la revelación que en mis tiempos, incluso, duraba hasta los 12 años. La magia de la noche de Reyes, lejos de desaparecer, vuelve de nuevo con fuerza, cuando eres padre y se convierte en algo entrañable, como pocas cosas de la vida, cuando eres abuelo.Por otra parte, en mi caso, estas fechas, me recuerdan las largas jornadas de trabajo en la pastelería familiar, sin dormir, y dedicados sólo y en exclusiva, a elaborar roscones. El olor a azahar, se introducía de tal modo en la epidermis, que durante días te acompañaba, a pesar de las constantes duchas, a las que pudieras someterte.Todo lo anterior, me lleva a que la víspera y la propia noche de Reyes, tiene para mí, algo especial y mágico que perdura, como al principio decía.Hoy paseando por Madrid con mi mujer, daba gloria ver las pastelerías llenas, e incluso, con colas para poder adquirir el dulce típico que representa el roscón.La escasez de oferta en los barrios, como reiteradamente vengo manteniendo, al menos en Madrid, hacen que la compra del preciado y tradicional dulce, se lleve a cabo en las grandes superficies, e incluso en las gasolineras, que también doy fé de ello. Y salvo para algunos afortunados que tienen la suerte de disponer de una buena oferta cerca de casa, la única garantía de calidad, exige desplazarse al centro de la ciudad, como hemos hecho esta tarde.El primer establecimiento que hemos visitado, ha sido La Mallorquina, Puerta del Sol nº 8, esquina con la calle Mayor nº 2 (foto de arriba) y del que hablé en el blog, el pasado 12/2/2010, el escaparate lleno de roscones, y en el local imposible dar un paso, el precio más bajo de los tres visitados, aunque sin grandes diferencias. Roscones que responden al gusto más clásico en su concepción, con fruta, guindas, y granillo de azúcar. Muy cerca, apenas unos metros, la Confitería El Riojano, calle Mayor nº 10, (2ª foto) y de la que igualmente traté en el blog, el 8/3/2010, los clientes guardaban cola en la calle, los roscones menos tradicionales, pero sin perder el punto de siempre, y de gran calidad, sin duda alguna.Finalmente nos hemos dirigido a uno de los 'templos sagrados del roscón', para muchos madrileños, y cada día más conocida y acreditada, me refiero a la Antigua Pastelería del Pozo, calle del Pozo nº 8, (fotos de abajo), igualmente tiene un artículo en el blog, publicado el pasado 7/4/2010. Desde el escaparate, hasta el interior, sólo roscones, quizá los más elevados de precio de las tres, aunque a veces los tamaños confunden, y no puedo asegurarlo con respecto al Riojano. Sin fruta escarchada, con granillo de almendra y de azúcar, pero excelente producto; el equilibrio con el agua de azahar excelso, la textura, el color, y la suavidad de la masa de sobresaliente, un autentico placer para cualquiera. Mantiene sus reservas anticipadamente, como siempre, y el tamaño pequeño para cuatro-cinco raciones, tiene un precio de 16,50 €. Obviamente, existen ofertas en Madrid de calidad, y que hoy no hemos visto, espero poder comentarlas más adelante, pues durante días los roscones serán los reyes (nunca mejor dicho) de las pastelerías.Me queda nada más desear a todos que los Magos sean generosos y cumplan nuestras peticiones.

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