Novillada en villanueva de cordoba: magnífica tarde de toros

L.R.G.
Villanueva de Córdoba (8-8-2013)
Tras un verano cordobés atípico, en cuanto a festejos taurinos, parece que este mes de Agosto cambiará la "sequía". Y todo ello gracias a la incansable actividad e ilusión de Campo Bravo que no cesa en su afán de organizar festejos en los pueblos, sobre todo en aquellos que por tradición siempre han incluido la fiesta de los toros en sus programa de fiestas.
Con una respuesta de público sobrepasando los tres cuartos del aforo de la plaza, se ha celebrado en Villanueva una novillada sin picadores que ha resultado muy entretenida, colaborando a este éxito la buena disposición de los chavales y el juego de los toros de Los Rodeos, dándosele al quinto la vuelta al ruedo como premio a todo el encierro.
Abría cartel José Antonio Alcalde "El Rubio", de la escuela de Córdoba que estrenaba apadrinamiento ya que Campo Bravo (léase Antonio Sanz y Enrique Cabello) se han hecho cargo, tras un apretón de manos, de la carrera taurina del espigado torero. Se topó con el novillo más complicado de la tarde. No es que fuera malo, el animal tenía nobleza, pero no era franca la embestida. Si a esto sumamos el valor a prueba de bombas del Rubio, entenderemos las cuatro volteretas que sufrió. El chaval se queda como un palo y a eso, que ya tiene mérito, hay que sumar la cabeza. No se puede basar la faena solo en la quietud cuando el novillo no es claro en la embestida. Puede venir el revolcón, y vino. Comenzó la faena con estatuarios a pies juntos en el centro del ruedo. Continuó con series por ambas manos muy buenas. Para el recuerdo le tenemos anotada una serie por el izquierdo de mucho gusto y temple. Terminó con ajustadas manoletinas firma de la casa. Mató de estocada y cortó una oreja con petición de la segunda.
Faena variada y con mucho sabor la realizada por el sevillano Rafael Serna. El joven anda con mucha confianza ante la cara del toro y supo aprovechar la calidad del animal. Mató de estocada desprendida y cortó dos orejas.
Curro Puerto, que venía físicamente mermado por una lesión en la rodilla, dejó cositas pero sin acabar de calentar los tendidos. Mató de estocada delantera y cortó una oreja.
Fresno Zamora, que entró en el cartel por la vía de la sustitución, volvió a encontrarse con un soberbio novillo que le permitió expresarse artísticamente. Lo recibió a puerta gayola con una larga de rodillas y a partir de ahí una faena variada y con buenas cosas, le pusieron una oreja en sus manos (tras aviso), después de una estocada, media y un descabello.
Cerraba cartel el torero local Carlos Jordán, que se presentaba ante sus paisanos y que ya había levantado los tendidos en su quite reglamentario en el novillo anterior. Toreó con naturales y redondos largos y templados, pero afeaba la estética de los mismos con su afán de doblar tanto la cintura. Cuando optó por torear mas derecho la faena subió muchos enteros, llegando incluso a formar alboroto entre sus gentes. Sinceramente, me gustó este chaval. Mató de pinchazo y estocada tendida y traserilla y paseó dos orejas, que junto a Serna le abrieron la puerta de la gloria saliendo en hombros por ella.
Anotar, como curiosidad, que por la legislación vigente ha habido que subir unos veinte centímetros la altura de la barrera, ocasionando al personal del callejón un serio problema de visión. La barrera es tan alta por fuera como por dentro y, tanto los toreros como el personal autorizado del callejón, hubieron de subirse al estribo interior para poder seguir cuanto sucedía en el ruedo. Ahora queda, para no convertir esta plaza en un autentico calvario para los profesionales del callejón, subir el piso del mismo. De esta manera se cumple con el reglamento, que exige esa altura por fuera, y no se fastidia al personal de detrás de las tablas. Tome nota quien corresponda.

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