Nueva etapa, La GastroRRedactora cambia

Estaba ansiosa por escribir este post.

No es un post cualquiera, es uno en el que te cuento algo en lo que llevo mucho tiempo, un cambio drástico en esta bitácora que tanto quiero y que ya habrás notado si estás aquí leyendo estas líneas.

Aunque en realidad es un cambio grande y notorio que incluye otros menores.

Ya lo has visto, ¿no?

La Gastrorredactora ahora es una web 

Con colores nuevos.

Con diseño nuevo,

Con un nombre casi nuevo.

Con logo nuevo.

Mi nueva web, La Gastrorredactora

 Una web sobre redacción y gastronomía

La idea surgió desde hace tiempo, creo que comenzó hace unos dos años.

A lo largo de meses, varias personas me fueron diciendo que, si quería dar una percepción más profesional en la plataforma online para ofrecer mis servicios como redactora y copywriter, era importante contar con una web con el blog que ya tenía indexado.

A mí desde el principio me pareció lógico lo que me decían.

En La Gastroredactora, el blog, no se veía de primeras que yo era una profesional freelance que trabaja con clientes.

Blog La Gastroredactora

Pero soy Tauro. Bastante lenta para tomar decisiones.

Y tengo que preguntar y repreguntar opciones y aspectos, porque en algunas situaciones confieso que la indecisión me puede.

De esta forma pedí varios presupuestos y pasaron más de 12 meses.

Y cuando terminó el año 2016, un periodo bastante complicado para mí, decidí que 2017 sería el año. en varias áreas de mi vida, incluyendo la profesional.

Así que en enero hablé con Berto, Heriberto Noguera, Lagalga (qué de nombres tiene), un chico más majo que las pesetas y un profesional como Dios manda, fue él quien desarrolló este espacio que estás viendo.

Él entendió lo que quería, atendió mis cambios con paciencia (puedo ser un poquito cansina, todo hay que decirlo), pilló los colores que tenía en la cabeza (mucho blanco acompañado de rojo y verde).

Antes hablé con mi hermanito, por supuesto, el diseñador/calígrafo/pintor conocido en los bajos fondos como Joluvian. Para hacer la web, uno de los puntos principales era el logo, yo solo quería agregarle una R al que ya tenía en el blog.

Porque no sé si sabes que mi logo tenía un error gramatical, formalmente hablando.

Cuando en una palabra compuesta, la primera termina en vocal y la segunda empieza por R, la regla dicta que la consonante se duplica automáticamente, yo lo supe justo después de crear La Gastroredactora, pero decidí dejarlo así para no alargar más el palabro y porque, al fin y al cabo, era un invento mío.

Pero con el tiempo me he dado cuenta de que, si trabajo como redactora para clientes no me puedo permitir esas licencias.

Mi uso del lenguaje escrito deber lo más correcto posible.

Entonces se lo expliqué a este hermanito mío y él me dijo que, además, me haría un logo nuevo porque el que tenía (creado por él también) ya estaba desfasado por no sé qué de las tendencias, la lectura, las tipos y bla bla.

Los calígrafos a veces ven cosas que el resto de la humanidad no captamos.

Pero como me fío de él porque el bichejo es muy bueno, le dije que hiciera un logo a su gusto y me lo mostrara. Hubo una primera ronda con 4 borradores, aquí te muestro 3:

Primer borrador logo La Gastrorredactora

Segundo borrador logo La Gastrorredactora

Tercer borrador logo La Gastrorredactora

El elegido fue el primero. Aunque en realidad, me costó mucho decidirme porque me gustaban casi todos, pero al final me decanté por este porque sentía que transmitía fuerza. Y me gustan las letras inclinadas hacia la derecha como la de mi papá 

En cuanto a las imágenes, volví a elegir como foto principal la misma que ya uso como perfil en todas las redes sociales y que me hizo superYoa.

Me gusta esa foto especialmente respecto al resto de la sesión porque me estoy riendo con sinceridad.

Yo estaba tensa posando por la falta de costumbre, y fue ella quien me dijo no se qué comentario que me hizo gracia. E hizo click con su cámara. Creo que un buen fotógrafo toma en cuenta estos detalles. Gracias.

Y a Berto, y a mi hermanito, y a algunas personas a las que le mostré cómo iba quedando.

Respecto a los textos, obviamente son míos. Y me costaron la vida. La seguridad que tengo para escribir redacciones para otros clientes se fue de viaje a una playa cuando me tocó crear los de mi web.

Hubo varias versiones, dudaba y dudaba, cambiaba y cambiaba. Hasta que ya dije esto es lo que le envío a Berto porque no puedo seguir así.

Y después de ver mis líneas puestas en la web en construcción los volví a cambiar.

Pero creo que valió la pena el esfuerzo.

En resumen: aquí tienes la web La Gastrorredactora. Está hecha con mucho cariño porque para mí escribir es un acto de afecto.

Revísala si te apetece, lee las secciones, mira el blog, y dime si te gusta lo que ves.

¡¡Me encantará leerte en los comentarios!!

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