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Ha de quedar claro que la comida en Nueva York es mala (a no ser que vayáis a restaurantes de lujo que me imagino que serán buenos). Pero como las vacaciones no dejan de ser vacaciones y hay que alimentarse de alguna manera, os cuento qué comimos el Señor Untado en Crema y yo durante nuestro viaje a Nueva York:
a) Desayunar
* ¿Un cafelito?
* ¿Un flojito, un mollete, una andaluza, una viena...?
* ¿Dónde está el zumo natural?
* ¿Y el tomate y el aceite de oliva?
b) Almorzar
1. Fridays 2. Deli Gourmet3. Delmonico4. The Food Emporium5. Joint Burguer6. Napkin Burguer7. Shake Shack8. Grays Papaya9. Chiplote10. The Halal Guys11. The Lobster´s Palace12. Asia Dog13. Cafe Au Lee14. Checkers Drive in Restaurants
c) Cenar
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a) DesayunarLos desayunos lo teníamos incluidos en el precio del hotel, algo más que importante. En Nueva York encontrar un sitio para desayunar es complicado y si dais con algo que resulte de vuestro agrado, os aseguro que no es barato. Mientras que aquí estamos acostumbrados a pagar entre 1´50 euros hasta 4 o 5 euros (en función del tipo de desayuno), allí la historia es bien diferente.* ¿Un cafelito?
- Los cafés en tacitas no existen y son sustituidos por vasos de cartón bastante grandes que permiten practicar el take away y tampoco existe el zumo de naranja natural.
- No vi Nesquit, Cola Cao o similares por ninguna parte. Aún me pregunto qué desayunan los niños...* ¿Dónde está el zumo natural?
Lo más parecido a zumo natural que se puede encontrar son unos puestos por la calle. Aparte del zumo natural de distintas frutas se puede elegir echar unas cucharadas de proteínas. Tienen allí mismo los botes y están destinadas más que nada a quien toma esas sustancias debido a que realizan mucho deporte. A nosotros, sinceramente, esos zumos no nos entraban por los ojos. Se veían los tuppers llenos de fruta cortada, sin refrigerar y ahí, durante horas y horas... oxidación aparte.
Allí todo va envasado y a lo más que se puede aspirar es a bebidas con o sin gas y con y sin azúcar, pero no deja de ser un producto que yo no consumo de manera habitual. Eso sí, hay bebidas sin alcohol buenísimas, como zumos o tés fríos que los venden tanto en los establecimientos como en los puestos por la calle.
* ¿Un flojito, un mollete, una andaluza, una viena...?
Bagel con hamburguesa y huevo duro en el desayuno
En Sevilla entro en un bar y me preguntan si quiero mollete o rebanada o directamente que elija el pan de entre toda la gran variedad que hay. En Nueva York te tienes que conformar con los bagels (una especie de pan redondo, con un círculo en el centro y bastante contundente) o pan de molde. Y el pan de molde solo lo vi en el comedor del hotel a la hora del desayuno.En la calle, aparte de los bagels lo típico es comer bollería... todo material de engorde y una gracia si tienes una intolerancia alimenticia. Mi intolerancia a la lactosa ha sido un problema a la hora de comer, pero creo que los diabéticos, los alérgicos al huevo y los celiacos lo tienen incluso peor... De este tema, de los dulces sin lactosa (los mismos tampoco solían tener gluten) que conseguí probar os hablaré en otro post para quien tenga mi mismo problema y tenga planeado viajar a Nueva York,* ¿Y el tomate y el aceite de oliva?
A mí casi me mata la alimentación neoyorquina... ni una lonchita de jamón de york o pavo, ni una rodajita de tomate, ni un chorrito de aceite de oliva... desde que se levantan están ingiriendo grasas y más grasas.
b) AlmorzarLo más sencillo en Nueva York es almorzar, ya que se encuentran locales de todo tipo dispuestos a abastecerte. Eso sí, hay que recordar que lo suyo es comer a las 12:30. Más tarde de esa hora también podemos, claro que sí. Nosotros llegamos a comer a las 14:00 y a las 15:00 pero a esas horas ya queda menos variedad de comida.1. Fridays 2. Deli Gourmet3. Delmonico4. The Food Emporium5. Joint Burguer6. Napkin Burguer7. Shake Shack8. Grays Papaya9. Chiplote10. The Halal Guys11. The Lobster´s Palace12. Subway13. Brooklyn Flea14. judío15. Ray´s pizza1. FridaysJamás nos hubiera dado por entrar en un Fridays en Nueva York, pero acabábamos de llegar y por motivos varios casi nos comemos las manos en el avión... así que en cuanto dejamos las maletas nos metimos en el primer lugar donde poder comer a las cinco de la tarde.
Nos clavaron 49 dólares por dos hamburguesas (tamaño normal), dos refrescos y dos de patatas (bastante ricas). Todo estaba bueno pero tampoco era para dar saltos. Sí destaco el sabor de las patatas pero no fue lo suficientemente maravilloso como para repetir.
2. Deli GourmetEste lugar fue todo un descubrimiento. Hay varios similares por todo Nueva York (tenéis uno en la misma calle antes de llegar al teleférico) y creo que es el tipo de lugar más recomendable para comer.
El proceso es bien fácill:
- Eliges un recipiente de plástico (los hay pequeños o grandes)
- Lo llenas tú mismo de lo que quieras del buffet, ya sea comida caliente o fría (tipo ensaladas, aliños, ensaladillas...)
- Vas a la caja y pagas según el peso y el tamaño del recipiente. Es decir, el precio es el mismo ya lo llenes de salmón o de habichuelas.
Me parece ideal, sobre todo si vas con gente ya que cada uno puede comer lo que quiera. En Nueva York casi todo ya está elaborado (pizzas, bocadillos y otras comidas ya hechas) y lleva queso y ahí había mucha comida sin mezclar con queso o salsas con nata que yo podía comer.
Un par de recipientes similares (son de los pequeños) nos costaron con las tasas y dos bebidas, 22 dólares.3. DelmonicoDelmonico es similar a Deli Gourmet pero más limpio.
Los dos recipientes de la foto (son de los grandes, no pequeños como el que os he enseñado en Deli) más dos bebidas y las tasas fueron 26´70 dólares.4. The Food EmporiumY similar a Deli Gourmet o Delmónico pero más selecto y limpio está The Food Emporium. Se caracteriza porque compras la comida al peso pero tienes que pedirla. También te pueden hacer una ensalada que suele costar 7 dólares y con ella comen dos personas sin eliges otro envase con algo más. Si vas solo, con la ensalada tienes más que suficiente. Aparte, este establecimiento tiene un gran supermercado en la planta baja.
Con la comida de la foto nos alimentamos en Señor Untado en Crema y yo. Esto más una bolsa de chips y las tasas fueron 19´41 dólares.5. Joint Burger
De este lugar qué queréis que os diga... se encuentra dentro de un hotel llamado Le Parker Meridien. Es complicado llegar ya que nadie se imagina dónde está ubicado. Nada más entrar en el hotel, a la izquierda se ve un pasillo oscuro y estrecho precedido de unas cortinas color burdeos. Pues bien, seguimos ese pasillo y nos encontramos el siguiente garito con música alta y luz tenue:
Había una sola mesa libre, senté al Señor Untado en Crema y me armé de paciencia para esperar la cola. Mientras, entablé conversación con unos argentinos que tenía delante y me explicaron el proceso. Antes de entrar en la hamburguesería hay en la pared una serie de hojas de pedido donde se escribe exactamente lo que se va a comer, cómo de hecha se quiere la hamburguesa y los ingredientes que se quieren añadir, así como la bebida. ¡Ojo! debido a la falta de luz a lo mejor ni os dais cuenta de ese detalle e incluso está disponible en todos los idiomas.
A la hora de pedir la cheese burger (hamburguesa con queso) no os confundáis con la cheese burger vegetariana, ya que el filete es únicamente de queso (no lleva carne).
Bien, dos hamburguesas con dos de patatas (os recomiendo pedir solo una de patatas para dos personas) y dos bebidas nos costó 49 dólares. Sí, aún nos duele. La hamburguesa cuesta 7´81 dólares, la hamburguesa con queso son 8´27 dólares pero si pedís la hamburguesa doble con queso cuesta 14´70 dólares y solo varía el hecho de que lleva dos filetes, pero no más pan ni más nada.
No penséis que vais a comer en un plato... Todo de usar y tirar y la hamburguesa va envuelta en un papel, sin plato ni de plástico.
Estábamos reventados y a pesar de que el lugar no invitaba a la reflexión, nos apetecía comer tranquilos. Pues bien, como no hay sitio compartimos nuestra mesa con la pareja de argentinos. Nada nuevo para nosotros pero quien no esté acostumbrado a eso le puede chocar la primera vez.
¡Ah! no bebemos cerveza pero según nos contaron es de los pocos sitios en Nueva York (por no decir el único) donde te puedes comer una hamburguesa con una cerveza. El vaso cuesta 6 dólares y la jarra 17 dólares. Por otra parte, los refrescos son 2´30 dólares, el agua mineral 3´21 dólares y los batidos 2´53 dólares.
Y os preguntaréis: ¿estaba buena la hamburguesa? La respuesta es sí, aunque para el Señor Untado en Crema la carne estaba un poco sosa. Yo como la impregné en ketchup no noté esa carencia. No obstante, pensamos que el sitio tiene más fama que otra cosa. O que en Nueva York no se puede pedir más.
Hamburguesa normal
Hamburguesa doble con queso
6. Napkin BurguerEste lugar es el típico de Nueva York. En su interior, muchas mesas y la música muy alta. Parece un pub donde se sirve comida. Y si te sientas fuera, estás muy tranquilo. Nos sentamos fuera, desde luego, porque los tímpanos no los teníamos preparados para tantos excesos, aparte del calor.
Aquí pagamos 40 dólares por una hamburguesa, un taco mexicano y dos bebidas. Pero sí merece la pena. La comida estaba muy buena, se notaba que la carne de la hamburguesa era de calidad, las patatas buenísimas (y encima todo encima de un plato, ¡todo un triunfo!), la atención de los camareros era única de tal manera que pedías tu bebida y al lado te ponían un vaso de agua con hielo que te iban llenando a medida te la ibas bebiendo... caro, como todo en Nueva York, pero mereció la pena.
El taco mexicano lo pedimos por la novedad y tenía guacamole. Advertir que allí el guacamole suele picar y lleva cilantro, un sabor que no todo el mundo tolera. A mí me gusta mucho pero lo asocio con el arroz caldoso portugués.
La pena es que nos dimos cuenta de que no habíamos hecho la foto cuando ya nos habíamos comido todo...
7. Shake Shack
Este sitio es el típico de comida rápida y se forman colas que llegan al final de la calle. ¡Es impresionante! ¡y la gente espera! Incluso mientras esperas, reparten la carta por la calle para que te vayas deciendo.
Este lugar tiene bastante sitio para sentarse, aunque siempre suele estar lleno. En una ocasión vimos que había poca cola y decidimos esperar. No fueron más de cinco minutos y mientras esperábamos, leíamos la carta. Parece ser que la carne no tiene hormonas ni antibióticos y las patatas son libres de colesterol. Quizás de ahí el interés de la gente por comer en ese lugar.
Se nota que la comida está "limpia", es decir, que no sabe a fritanga. Las patatas fritas estaban muy ricas y no pedimos hamburguesas, sino perritos calientes... y buenísimos. Eso sí, algo pequeños. En definitiva, dos perritos, dos de patatas y dos refrescos creo que no llegaron a 15 dólares. Eso fue barato.
Finalmente, a quien le interese ofrecen los batidos que vemos en las películas para acompañar la comida.
8. Grays Papaya
Este sitio es visita obligada después de leer los comentarios en foros de Internet. No voy a negar que el perrito estaba bueno o mejor dicho, no estaba malo. Era una salchicha normal, de calidad normal tirando a baja y lo que estaba buenísimo eran los aliños que le ponen por encima. Eso es lo que le da el auténtico sabor pero tampoco iría hasta la zona solo por comer el hot dog.
Había una oferta de dos perritos y un refresco por 5 dólares.
9. Chiplote
Hay varios por toda la ciudad y ofrecen comida mexicana. Aquí entramos por pura hambre, porque mientras no pidas queso y salsa nada tiene lactosa y la verdad es que no hay mucho que contar. Puedes elegir ingredientes (como carnes de distintos tipos, lechuga, tomate, frijoles... y salsas) dentro de un rollito gigante (demasiado para mi gusto ya que no cabe ni en la boca), en el interior de un taco o bien en un plato.
Hay que tener cuidado con la carne ya que el cerdo es el único que no es picante y el guacamole sí lo es. Ahora, caro... un rato. Una bebida y un rollo (por mucho que fuera grande) fueron 17 dólares.
10. The Halal Guys
Los puestos de comida en la calle nos daban puro asco... lo sentimos pero es así. Es donde en Nueva York puedes comer barato ya que un perrito te sale por 2´50 dólares pero veíamos la misma comida de un día para otro, que hacían las salchichas por la mañana y las veías guardar por la noche... Si alguien las compraba, les daban un calentón y al pan... incapaces de comer en un puesto callejero. Quizás nosotros tengamos otra manera de comer. Aquí si el pan no es del día, si te sirven una ensaladilla de ayer, si la bebida está calentona, si un filete está duro... hay mil motivos para negarte a pagar algo si te sirven algo malo. Para empezar, no te lo sirven así y si lo hacen puedes comentarlo y te lo cambian. Allí todo es: "es así".
Hay lugares donde no se tira nada y me parece estupendo, pero yo si voy a pagarlo no lo quiero. Por ejemplo, recuerdo que en Roma te vendían la bollería o los bocadillos duros como piedras. Se notaba que llevaban días hechos y no pasaba nada, la gente los compraba. ¡Allí es así! pero yo prefiero asegurarme de que lo que voy a comprar no está harto de coger polvo y que va a ser agradable comerlo.
En cuanto a los puestos de comida de Nueva York, me pareció curioso que quemaban pan. Sí, sí, ¡quemaban pan! ¿y sabéis para qué? para atraer a la clientela. Quizás por eso tampoco fui capaz de acercarme demasiado... olía a achicharrado a más no poder.
Bien, siguiendo el hilo de lo poco que nos gustaban los puestos callejeros, el que os muestro era algo diferente. Se caracterizan porque venden comida halal. Eso a todos nos da exactamente igual pero a los musulmanes sí les importa y los vendedores son tan creyentes que dejaban de servirte y se quedaba un compañero, se llevaban un cartón y se ponían en el suelo a rezar. A nosotros lo que nos incumbe es que es barato, la comida tiene una salida asombrosa (sinónimo de que la comida no se quedaba cogiendo polvo y no estaba hecha varios días antes) y que estaba realmente buena. Eso sí, a mí me da fatiga el kebab y dolor de estómago y ese pude comérmelo. También os digo que era la primera vez que comía kebab desde hace... ¿seis años? ¿o más? Me cambió la vida cuando un vídeo en youtube de cómo se hacía el kebab. Os aseguro que fue entonces cuando entendí los dolores de estómago que me provocaba.
Bien, en cuanto a la comida que ofertaban había poco donde elegir: vendían kebab (de pollo, de cordero o una mezcla de ambos) o fafael (no lleva carne, son solo verduras) en plato (se considera plato el recipiente de aluminio arrugado donde te venden los pollos asados en España) o bien en un rollo.
El falafel es algo que he comido mucho y me encanta pero aquí estaba regular. Y te ponen solo cuatro bolas y mucha lechuga y arroz... no merece la pena.
El plato estrella es el que os muestro a continuación por solo 6 dólares: kebab de pollo y cordero con lechuga, arroz naranja (sin ningún sabor en especial, pero estaba bueno) y pan. Ojo, la gente se comía uno para cada uno y el Señor Envuelto en Crema y yo compartíamos uno porque no teníamos hueco en el estómago para más:
Partiendo de la base de que se nota que la comida no se queda de un día para otro y de que está realmente bueno, lo único que os recomiendo es que no miréis cuando paran de vender para limpiar... sin palabras. Yo reconozco que comí por darle el capricho al Señor Untado en Crema pero si de mí hubiera dependido, no lo hubiera hecho. Eso sí, él asegura que hubiera comido allí todos los días.
11. The Lobster´s Palace
Nada más empezar a organizar el viaje a Nueva York teníamos claro que queríamos probar una langosta en Nueva York... y nos arrepentimos.
Fuimos a The Lobster´s Palace en Chelsea Market y era impresionante: todo el mundo comía langostas, parecía que las regalaban. La más pequeña, del tamaño de un gamba arrocera casi si se le quitaba la cáscara era de 25 dólares más las tasas. Y la más grande de 65 dólares más las tasas. Pues nosotros pedimos esa para los dos, 72 dólares tirados a la basura.
Te la preparaban en el momento y se quedó chiclosa... tuve que pedir que la partieran por la mitad, porque tampoco te dan herramientas para que te enfrentes al bicho. Y ya, para colmos, nos tocó una casi hueca por dentro. Creo que tuvimos mala suerte porque la gente disfrutaba comiéndola, se les veía. O a lo mejor es que no habían probado el marisco en su vida... ni idea. Para nosotros fue un timo y tuvimos que comprarnos luego algo para comer.
12. Asia dog
En Brooklyn Flea casi pierdo el sentido con los perritos calientes de Asia Dog. La salchicha no sería nada del otro mundo pero los condimentos eran otra historia... Junto a Shake Shack fueron los perritos que más me gustaron. Uno costaba 5 dólares y dos te los llevabas por 9 dólares. Merecían la pena y mucho.
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13. Cafe Au Lee
En Brooklyn, en el barrio judío, probamos la comida kosher que se caracteriza, entre otras cosas, porque no mezclan carne con leche. Probé la hamburguesa vegetal... ni idea de qué estaba hecha, pero me gustó mucho. Una bebida, la hamburguesa y las patatas pudieron ser 16 dólares.
14. Checkers Drive in Restaurants
Este sitio es de comida rápida, tipo Mc Donalds o Burger King. Pues bien... lo que probamos estaba muy bueno, tienen una máquina de refrescos donde cada refresco lo tienen de varios sabores (coca cola zero, cola cola, sprite, fanta de naranja... cada uno de ellos de melocotón, de fresa, de cereza, de vainilla...) y se ve escrita en la publicidad las calorías de cada comida.
Un combo de una hamburguesa de pollo empanado, con patatas fritas y un refresco más dos bandejitas de patatas (una con palitos de queso fritos y con ajo espolvoreado y otra con queso cheddar y bacon) y un refresco fueron 18 dólares.
En cuanto a la comida, os advierto que los estómagos españoles no están tan preparados para tanta grasa. Le rogué al Señor Untado en Crema que no se comiera las patatas con cheddar y bacon... era una masa de grasa y estoy segura que eso le garantizó diez años de vida :-) Sin olvidar la digestión tan nefasta a la que se habría enfrentado.
c) CenarLo peor era cenar... Si querías hamburguesas, pizzas, perritos calientes o kebab, sin problemas. En cambio, si pretendías comer algo más sano y tomar una ensalada o algo de verdura, la única opción era acudir a Deli o Delmónico y a esas horas ya no tienen nada, tienen los mostradores vacíos y limpios o bien quedan restos fríos del mediodía.
Espero que este post os sea de utilidad en algún momento si decidís viajar a Nueva York
¡Besos! ¡gracias por vuestros comentarios!
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