La suerte parece habérsele puesto en contra a Niko Fischer (Tom Schilling), un treintañero soñador, un antihéroe sin remedio. Su novia se ha cansado de él, su padre le ha dejado de prestar dinero y su psicológo dice que es emocionalmente inestable. Lo cual puede ser cierto. Niko no tiene dinero ni para pagarse una taza de café, así que ni hablar de beber alcohol para olvidar sus penas. Con este panorama, a Niko sólo le queda una salida: ser un vagabundo en las calles de la ciudad de Berlín y adentrarse en el mágico mundo del jazz en blanco y negro.
Calificación: 7,430.
Tráiler de la Película – VOSE
Ficha:
Título Original: Oh Boy.
Director: Jan Ole Gerster.
Guionista: Jan Ole Gerster.
Intérpretes: Tom Schilling, Marc Hosemann, Friederike Kempter, Martin Brambach, Michael Gwisdek, Steffen Jürgens, Rolf Peter Kahl, Arnd Klawitter, Frederick Lau, Ulrich Noethen, Katharina Schüttler, Theo Trebs, Annika Ernst, Justus von Dohnányi, Andreas Schröders, Katharina Hauck, Inga Birkenfeld, Leander Modersohn, Lis Böttner.
Productores: Jörg Himstedt, Marcos Kantis, Birgit Kämper, Martin Lehwald, Michal Pokorny, Alexander Wadouh.
Fotografía: Philipp Kirsamer.
Música: The Major Minors, Cherilyn MacNeil.
Montaje: Anja Siemens.
Diseño de Producción: Juliane Friedrich.
Diseño de Vestuario: Juliane Maier, Ildiko Okolicsanyi.
País: Alemania.
Lugares de Rodaje: Berlín (Alemania).
Fechas de Rodaje: De 07-06-2010 a 10-07-2010.
Año: 2012.
Duración: 83 minutos.
Edad: No recomendada para menores de 12 años.
Género: Comedia, Drama.
Estreno: 07-03-2014.
Distribuidora: Surtsey Films, S. L.
WEB Oficial: Web Oficial de la película en España, Sitio Oficial.
Espectadores: 0.
Recaudación: 0 €.
Crítica:
11-03-2014 – ANTÓN MERIKAETXEBARRIA
¡Jo, qué día!
Resulta curioso comprobar cómo algunos jóvenes directores echan mano del blanco y negro para filmar sus películas. Es el caso de “Nebraska” y lo es ahora de “Oh Boy”: considerable filme alemán del debutante en el largometraje de ficción Jan Ole Gerster, aplicado en la tarea de describir los avatares que rodean la vida de Niko, un berlinés sumido en una profunda crisis existencial. Los diversos encuentros que salpimentan el relato ayudan a entender mejor la idiosincrasia del personaje en cuestión, intepretado con ironía por el prometedor recién llegado Tom Schilling.
“Oh Boy” podría ser la otra cara de “¡Jo, qué noche!” (Martin Scorsese, 1985), con la particularidad de que Jan Ole Gerster es más crítico y desencantado, sin que tampoco falte un tono melancólico, poco habitual en el cine alemán reciente. Porque estamos ante un ejercicio sobre la memoria, un reflexión en forma de investigación personal, donde el pasado y el presente se entrecruzan de manera tan fluida como interesante, al tiempo que sugiere toda una serie de sentimientos, con su lirismo y su carga de libertad, tristeza y felicidad.
La ciudad de Berlín, arrasada durante la Segunda Guerra Mundial por los bombardeos estratégicos de saturación aliados, renace de sus cenizas a la hora de enmarcar las peripecias de Niko, con sus modestos barrios y elegantes avenidas, sus monumentos históricos y sus nuevas construcciones, desde la Puerta de Brandenburgo, hasta Unter den Linden, Kufürstendamn, la Kastanienallee en Preuzlaner o el Berliner Unterwelten. Asimismo la siniestra época nazi también se cita en esta digna película, ambientada en una urbe en ebullición, ideal para perderse. Una metrópolis maravillosa, aguerrida y piadosa, hospitalaria y grave, muy en sintonía con el temperamento alemán, sazonada con el alborozo de las nuevas generaciones.