Revista Cultura y Ocio

Olvidados, de Michael Grant

Por Eltiramilla

Olvidados, de Michael GrantDe la noche a la mañana todos los mayores de quince años de Perdido Beach desaparecen en el aire sin dejar rastro y el lugar se ve rodeado de una barrera misteriosa impenetrable que encierra a todos los supervivientes en la zona, sin posibilidad de escape. Sam, Astrid y los demás chicos que quedan tratan de rehacer una sociedad sin adultos, pero todo se trunca cuando los chicos de la Academia Yates bajan al pueblo con no muy buenas intenciones. Por si esto fuera poco, algunos chicos están desarrollando poderes paranormales y los animales de la zona han empezado a experimentar extrañas mutaciones…

Olvidados es, probablemente, el mejor videojuego que me he leído en años. Sí, he dicho “videojuego” porque esto no es un análisis de la condición humana al estilo de El señor de las moscas (que ni a abrillantarle los zapatos le llega, por supuesto) a pesar de que la campaña promocional se empeñe en afirmar lo contrario. Sí, vale, no es justo comparar un (totalmente honrado) producto comercial con un clásico de la literatura, pero entonces que por favor no me pongan menciones a la obra de William Goldman en la sinopsis, ¿estamos? Pero bueno, vamos a dejarnos de exquisiteces y al grano: ¿el tocho es entretenido, al menos? Oh, rotundamente sí, como entretenimiento es muy decente. Tras un primer capítulo intenso, la cosa va despacito hasta que pasado el primer cuarto el autor pone por fin sus dos principales bazas encima de la mesa y todo empieza a volverse interesante. Lo mejor de este libro es que va creciendo, creciendo y creciendo hasta el clímax final, que es francamente bueno e incluso memorable, con un buen uso de la puesta en escena para acentuar el drama e incrementar la tensión (cosa que por desgracia no se aplica al desenlace). El conjunto funciona, y funciona muy bien. Olvidados está bien hecho y el final engancha para la secuela, que seguramente me leeré. “Pero Lapresa”, me diréis, “entonces ¿a qué puñetas viene el chaparrón de tortazos que le has metido al principio de la reseña?” Pues mirad, viene a que Michael Grant tira de fórmula. Pero a saco. El protagonista es Héroe Genérico de Turno haciendo de líder involuntario. Los demás personajes no pasan de ser, si exceptuamos a un par de secundarios, modelos de fábrica cortados siguiendo un molde que se limitan a ejercer con eficiencia su función en la trama sin preocuparse por parecer personas de verdad. La historia de amor sobra y aburre, pero no ocupa muchas páginas y es un simple trámite despachado con elegancia. ¡Hay gente con poderes! ¡Y también animales mutantes asesinos, y descripciones de muertes y heridas grotescas! Todos estos elementos y otros tantos otros están colocados en la trama de una manera tan fría y calculada que a mí se me ponen los pelos como escarpias. Esto es un trabajo hecho por un profesional (Grant es el tipo que tomó el relevo de Animorphs, nada menos) que ha accedido a los ruegos de su editora de que escribiera una novela que diera pasta, y vaya si se nota. La palabra clave aquí es “despachado”. Esta es una novela escrita por trabajo en la que nadie se desmelena ni pone elementos novedosos sobre la mesa, no vaya a ser que ganemos millones de menos por la tontería, ¿eh? Sí, por descontado que hay una gran cantidad de elementos fantásticos inesperados (mención especial al coyote parlante recién sacado de aquel episodio de los Simpsons en el que Homer intenta encontrar a su alma gemela), pero no dejan de ser ingredientes calculados para dejar boquiabierto al respetable; no hay ni rastro de pasión ni desenfreno en todas esas serpientes voladoras y brazos mutantes que aparecen a lo largo de la trama, colocados en su justa medida y separados por el número exacto de páginas para que la sorpresa sea mayor. En cuanto a la escritura… pues eso, despachada. Grant apenas se suelta a la hora de manejar escenas de tensión a excepción de las del final, que como ya he dicho es lo mejor del libro de lejos. El conjunto es sólido, pero sin garra. La mayoría de los lectores ni pestañearán por esto que digo, pero en mi manual estas cosas no molan nada. Michael Grant tiene oficio y se nota, pero no se ha esforzado un carajo.

Al público general le gustará Olvidados, de esto no me cabe duda. No es el próximo Los juegos del hambre, pero venderá porque entretiene y está bien hecho y no hay más libros de chicos con poderes (el boom que yo espero como agua de mayo) en todo el mercado, que yo sepa. Así que venga, que sí, que lo recomiendo como entretenimiento decente. Total, lo único que le falta es calidad literaria. Tampoco es como para montar un drama, ¿verdad?


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