Comenzaron las Clásicas de la primavera europea. La primera del calendario fue para Ian Stannard (Sky) que repite victoria tras imponerse a la estrategia del Etixx-Quick Step.
La primavera se acerca a la vieja Europa y el calendario ciclista ya inauguró el pavé. La belga Omloop het Nieuwsblad dio el puntapié inicial de las clásicas ciclistas: 200 km (Gent-Gent), 11 repechos y 14 tramos de pavé -el último, a 20 km de meta, de 2,5 km de longitud, Lange Munte-.
La fuga de la edición 2015 fue protagonizada por seis pedalistas. Detrás, muy activo, el Sky de Bradley Wiggins lideró el pelotón en la caza. Sin embargo, a falta de 60 km para meta y con la fuga en el 1′ de margen, Tom Boonen (Etixx-Quick Step) desarticuló la persecución del Sky levantando el ritmo y partiendo la cabeza del lote mayoritario. Éste se estiró. Algunos pudieron seguirlo y otros no. La carrera, así, se atomizó en numerosos fragmentos. El lugar elegido para el movimiento de Boonen había sido Taaienberg, medio km de pavé al 5,6% y con secciones del 18%: un signo distintivo de las clásicas de Flandes.
Boonen persistió en sus ambiciones y con la ayuda de sus compañeros de filas, en Haaghoek -2 km de pavé a 43 km de meta- ya cazada la fuga continuó haciendo daño. Sus escuderos eran nada menos que Niki Terpstra y Stijn Vandenbergh. Con ellos, rodaba Ian Stannard (Sky) -último ganador de la prueba-. Lo significativo no era el margen con el pelotón, que rondaba el medio minuto sino forzar el ritmo de la persecución -en favor, por ejemplo, de Wiggins, Philippe Gilbert (BMC) o Alexander Kristoff (Katusha)-.
En Molenberg -600 mts de pavé al 5,5% y con máximas del 11% a 35 km del final- saltó desde el pelotón Sep Vanmarcke (Lotto), llevando a dos corredores a rueda: Greg Van Avermaet (BMC) y Zdenek Stybar (Etixx-Quick Step). Quedaban aún tres tramos empedrados pero de perfil llano. Poco después se formó un segundo grupo perseguidor donde rodaba Sylvain Chavanel (IAM), Gilbert y Marco Marcato (Adroni Giocattoli). Muchos candidatos para la victoria dentro del minuto de diferencia, aunque con clara supremacía del equipo local Etixx-Quick Step.
Los tres del Etixx más Stannard llegaron a Lange Munte, último tramo adoquinado, con 18” sobre el grupo perseguidor de Vanmarcke, Van Avermaet y Stybar y con 1’08” sobre el homónimo de Chavanel, Gilbert y Marcato. Los pedalistas del Etixx practicaban relevos que economizaban esfuerzos y defendían la cuota con inteligencia. A pesar de que Vandenbergh fue el más generoso, Terpstra y Boonen no dudaron en sobrellevar la cabeza de carrera. Stannard, como era obvio, se resguardaba a rueda. Si el experimentado trío del equipo local llegaba al desenlace sin ser cazado, el campeón vigente tenía más que escasas opciones de victoria.
Como ordenaba la estrategia de equipo, a falta de 6 km Boonen se dejó caer a la cola del grupo de cuatro, guardando fuerzas para batir a Stannard en el final. El margen con el primer grupo perseguidor ya superaba los 35”. El diseño de carrera del Etixx había dado los resultados esperados.
En los 3 km finales, sucesivos cambios de ritmos del Etixx procuraron quitarse de encima a Stannard pero el de Sky prevaleció. Sabiéndose perdedor ante el trío del Etixx, Stannard no dudó en atacar. Fue cuando Vandenbergh y Boonen se quedaron sin piernas. De un momento a otro, el destino de la carrera había modificado radicalmente su rumbo. Sólo Terpstra pudo seguirlo.
En el esprínt final, Stannard sacó a relucir su calidad de vigente campeón. Se mantuvo a rueda cuando Terpstra esprintó y lo superó antes de cruzar meta. Gran victoria del ahora bicampeón de la primera Clásica del año.