ANTECEDENTES E INTRODUCCIÓN.
Esta semana continuamos analizando la actualidad en lo que a
nuevos lanzamientos de grupos consagrados se refieren dentro del género de la
música electrónica. Llega el turno de Orchestral Manoeuvres In The Dark y su
“English Electric”, flamante nuevo lp editado hace unos pocos meses, casi al
mismo tiempo que el “Delta Machine” de Depeche Mode que analizamos la semana
anterior.
OMD venían de un regreso discográfico de la formación
clásica que dejó bastante buen sabor de boca. “History Of Modern” de 2010
demostró dignidad y buen hacer por parte de McCluskey, Humphreys, Holmes y
Cooper. Su gira de presentación mantuvo la excelente aceptación que ya tuvo la
gira previa, piedra de toque o chispa para que la maquinaria de OMD volviera a
rodar, dedicada a recuperar “Architecture & Morality” en directo.
No mucho después de terminar con la gira de “History Of Modern” en alguna entrevista Andy McCluskey informó que ya se habían puesto
manos a la obra para dar forma al siguiente disco e incluso nos adelantó el
título final y definitivo, “English Electric”. Ya desde meses antes del
lanzamiento, el grupo fue mostrando destellos por internet del trabajo y en las
entrevistas contemporáneas dejaban entrever que tomaban de nuevo el prisma del
trabajo realizado en sus primeros 4 discos, poniendo de relevancia su gusto por
Kraftwerk y la influencia de los alemanes en OMD, pero adaptando el sonido a
los nuevos tiempos.
Creo que no pudieron ser más sinceros en esas declaraciones.
Pocos grupos se dedican a ser honestos poco antes de lanzar un nuevo disco; la
mayoría se vanaglorian del resultado obtenido, siendo poco objetivos. OMD
dijeron simplemente lo que habían realizado, sin necesidad de valorarlo. Si se
cumplían los pronósticos, los fans del grupo sabíamos que la cosa valdría y
mucho la pena. Por fortuna, así ha sido. Pasemos a analizar el contenido de
“English Electric”.
ANÁLISIS DEL DISCO.
1. “Please remain seated”: A modo de una introducción
experimental como aquella “Radio Prague” que abría “Dazzle Ships”, con “Please
remain seated” nos dan la bienvenida a “English Electric”. Una robotizada voz
de azafata nos da las pautas para adentrarnos en este nuevo disco de OMD. Hagan
caso y por favor, permanezcan sentados.
2. “Metroland”: Andy, Paul y cia. no tardan en poner un peso
fuerte sobre la mesa y “Metroland”, correcto 1er. single extraído del disco, se
sitúa en 2º lugar del track list. Estamos claramente, no me lo negarán ustedes,
ante una canción claramente heredera del sonido de Kraftwerk de su descomunal
“Trans-Europe Express”. No solamente me baso en el sonido de sus teclados y su
melodía, tan pareja a “Europe endless”, sino que hasta el guiño lo vemos en el
título de la canción y el videoclip de animación (con tímida representación de
los 4 miembros del grupo), con ese viaje en tren que se plasma. Dejando de lado
las semejanzas o paralelismos, “Metroland” es una canción muy bonita y emotiva;
sencilla y sentida. Cabe reseñar que ha tenido su cierta difusión en Kiss Tv en
los meses de este verano de 2013 que ya agoniza.
3. “Night cafe”: Me abstendré de hacer bromas facilonas con
el título de la 3ª canción del disco. Con “Night cafe”, Orchestral Manoeuvres
In The Dark nos presentan otro de los singles que de momento han salido de
“English Electric”. Su sonido es más clásico y manierista que el patrón que
marca en su melodía “Metroland”. No obstante, no se deja de lado el toque
cristalino de las notas, aunque la producción les concede aquí una mayor pompa.
Andy McCluskey se muestra más relajado al micrófono que en “Metroland”, donde
había momentos de algún arrebato intenso al cantar, sobre todo en su
estribillo. OMD claramente apuestan por un sonido delicado y frágil, al menos
en estos primeros pasos, ya que a medida que avancemos por el disco habrá
espacio para momentos más alocados o divertidos y más experimentalismo. En todo
caso, bajo mi punto de vista “Night cafe” es otra gran canción que desprende
dignidad compositiva por todos sus vértices.
4. “The future will be silent”: Tras 2 momentos pop tan
bonitos hay que volver al experimentalismo. Con “The future will be silent”,
OMD nos presentan una arriesgada pieza, con retorcidos y potentes
sintetizadores alternados con otros sonidos más saltarines. Preguntas y
respuestas en torno al título de la canción repitiendo el patrón de forma
hipnótica, vocoders usados a la vieja usanza y un giro melódico interesante
para la 2ª parte del tema, más atmosférica, es lo que define a grandes trazos a
este tema, debido al cual y a otros tantos nos recuerda tanto a “Dazzle Ships”
este nuevo “English Electric”.
5. “Helen of Troy”: Me van a permitir más que nunca los
paralelismos en este artículo, pero es que “Helen of Troy” podría resultar
fácilmente del resultado de restar la mitad de su vértigo a “Telegraph”. Andy,
en otro claro guiño al pasado y composiciones previas, toma como prisma a otra
musa (como ya hizo en su día con Juana de Arco y con la actriz de cine mudo
Louise Brooks), en este caso a Helena de Troya, pero en esta ocasión la letra es
menos complaciente que en ocasiones previas. Quizás no llega en la primera
escucha, pero no tarda muchas más en convertirse en un momento agradable y
ciertamente simpático de “English Electric”. Las bases son rotundas y potentes,
sobre los que el grupo dispone unos sintetizadores que se alejan de la
delicadeza del sonido de las notas de “Metroland” y “Night cafe”. Otra buena
canción.
6. “Our system”: De sensaciones espaciales y con toques de
grandiosidad en su melodía y en la producción, llega “Our system”. Los efectos
ampulosos de los coros celestiales le conceden una notable solemnidad. OMD
apuestan de nuevo por bases y notas sintéticas muy marcadas para esta lenta
canción. Creo recordar que en “Dazzle Ships” también había algún tema de
factura parecida a “Our system”, ¿no? Estoy seguro que ustedes sabrán decírmelo
en sus comentarios al pie del post.
7. “Kissing the machine”: Por sus primeros segundos, podemos
pensar que estamos ante otro tema experimental, pero no. Aquí vuelve a aparecer
el influjo de Kraftwerk claramente en las sensaciones que nos evoca la melodía
de esta “Kissing the machine”. ¿O es que acaso soy yo el único al que le viene
a la mente “Neon lights” de los alemanes? Pero, cuidado, una cosa es que nos
evoque su sonido y otra cosa que estemos hablando de plagios o cosas por el
estilo. OMD toman como prisma, cosa que admitieron mucho antes de que el disco
viera la luz, a Kraftwerk (siempre influjo para las composiciones del grupo) y
de ahí dan forma a canciones realmente fabulosas. Con “Kissing the machine” el
grupo presenta otra canción que anota alto en la melodía y su desarrollo.
Prácticamente todas las canciones del disco terminan por llegar a agradar y
ésta no es una excepción. La sencillez de los elementos, su elegancia y lo
fresco y radiante que sentimos a Andy McCluskey al micrófono, son el compendio
perfecto en la 7ª pista sonora de “English Electric”.
8. “Decimal”: Ahora sí que el grupo presenta otra pieza
experimental. De hecho, “Decimal” fue uno de los aperitivos que el grupo
publicó por Youtube antes de sacar el disco. Vocoder contando y sonidos de
contestador automático componen este interludio o descanso que proponen
Orchestral Manoeuvres In The Dark, muy a su vieja usanza.
9. “Stay with me”: Se echaba de menos escuchar a Paul
Humphreys cantar una de las canciones del grupo, ya que en “History Of Modern”
no tomó en ningún momento esa función. Con “Stay with me” el grupo toma como
prisma a sí mismo, ya que aquí el referente claro es “Souvenir”. Sin llegar, ni
mucho menos, a la gloria de aquel single de “Architecture & Morality”, se
da lugar a una balada digna; esto opino yo, aunque fans reputados del grupo me
han mostrado su animadversión por “Stay with me” en alguna tertulia informal que
tuve este verano pasado. En lo instrumental el grupo retorna a los sonidos
cristalinos y delicados de los primeros temas del disco, lo cual me hace pensar
que quizás (también a la vieja usanza) le concedan a “Stay with me” el honor
(quizás excesivo) de ser single y permitir que Paul se anote otro single
cantado por él en la historia de OMD.
10. “Dresden”: Quizás en “Dresden” es donde más atronador
escuchamos el potente bajo de Andy McCluskey. Se deja de lado el
sentimentalismo de “Stay with me” para presentarnos la otra pieza desenfadada,
e incluso alocada y acelerada, de “English Electric”. La canción es
vertiginosa, enérgica y divertida, pero sin perder de vista el sonido y las
pautas que “English Electric” ha dejado bastante claras desde sus primeros minutos.
A buen seguro, si es que está incluida en el set list, “Dresden” funcionará muy
bien en el directo, cuando el grupo retome la gira que han tenido que suspender
de momento (hablaremos de esto en el final del post).
11. “Atomic ranch”: Me encanta el carácter crítico velado
que tiene la última experimentalada del disco. En “Atomic ranch” podemos
escuchar las ambiciones de clase media que más o menos cada hijo de vecino se
monta llegada una edad. La música es inquietante y algo chirriante. Al fin y al
cabo todos ansiamos una vida perfecta, tal como dicen las voces que aquí
aparecen.
12. “Final song”: Bueno, esto ya sí que serán cosas mías,
pero “Final song”, el correcto final de “English Electric”, me recuerda en su
melodía al “Charlie don’t surf” del “Sandinista!” de los The Clash. Aquí
acompañan voces femeninas de forma decidida a un susurrante y tranquilo Andy
McCluskey. Es un epílogo agradable, de sonido atmosférico o incluso
estratosférico, que juega su papel de cara a no quitar protagonismo a piezas previas
mejores, pero que pone el broche con la cabeza alta.
RESULTADO, CONCLUSIONES Y REFLEXIONES.
Por desgracia, una banda como OMD no lo volverán a petar
(hablando un poquito en slang). Su época masiva pasó hace mucho mucho tiempo y
solamente los fans somos los que nos enteramos de sus lanzamientos, los cuales
celebramos con mucha animosidad, ya que tanto “History Of Modern” como este
“English Electric” son como para que los que admiramos su historia y legado
estemos muy orgullosos de ellos; ojalá Depeche Mode, dentro de su estilo
particular, fueran capaces de entregar un disco al nivel de éste.
Es decir, que “English Electric” no ha estado sonando a tope
en las emisoras como sí que en su día sonaban otros singles del grupo, pero sí
que se ha visto el video de “Metroland” en Kiss Tv con bastante frecuencia, lo
cual es un cierto logro. En el apartado de gira, el grupo (como ya mencioné
antes) ha tenido que cancelarla debido a la salud del carismático batería
Malcolm Holmes, al cual ha terminado pasando quizás factura su obesidad, ya que
en mitad de un concierto le dio un ataque cardiaco; deseamos a Malcolm que se
recupere lo antes posible y que el grupo retome el pulso al directo y de paso
regresen por nuestras tierras, sobre todo visto el exitazo de su último
concierto en Madrid.
Resultado comercial aparte, “English Electric” quizás sea el
mejor disco que el grupo ha sellado desde 1983. En aquel año fue “Dazzle
Ships”, un trabajo muy incomprendido en su día, la joya que selló el grupo y
que a la larga puso punto y final a un inicio de discografía sin posibilidad de
queja alguna. Luego el grupo viraría a lo comercial hasta su desmembración en
1988 y con McCluskey como único componente hubo resultados diversos en calidad.
“History Of Modern” marcó el regreso del cuarteto clásico
tras reunirse con notable éxito para la gira de celebración del 25º aniversario
de “Architecture & Morality”. En este disco se apreciaba un sonido bastante
maduro y un eclecticismo a ratos bastante interesante. Con “English Electric” Orchestral
Manoeuvres In The Dark han conseguido la difícil tarea de aunar el sonido
actual de “History Of Modern” con las pautas sonoras y de trabajo que el grupo
decidió interrumpir, en pro de la comercialidad rápida, en 1983. Y es que
afirmo que si metemos en una batidora a “History Of Modern” y “Dazzle Ships”
nos daría como resultado el líquido que solidificado forma “English Electric”.
Personalmente me ha gustado mucho “English Electric”, un
disco donde las portadas geométricas marca de la casa, prosiguen al igual que
ya sucedió en el retorno con “History Of Modern”. OMD ya no nos van a descubrir
América, o eso creo (nunca se sabe…) y además servidor de ustedes no soy de los
que recriminan a las bandas que evolucionen. Me conformo con que un grupo haga
lo que sabe hacer bien. Nunca hubiera apostado por un trabajo nuevo de OMD a
estas alturas en el que se abordara de forma clara y decidida la
experimentalidad y se tuviera tan presente a Kraftwerk y a su sonido para
elaborar las canciones. Por ello, tras ver el resultado total de “English
Electric” estoy tan satisfecho, aunque ya con los adelantos que iba sacando el
grupo (“Decimal” y “Atomic ranch”) ya imaginaba por donde iban a ir los tiros.
Resumiendo, sobresaliente para Andy McCluskey, Paul
Humphreys, Malcolm Holmes y Martin Cooper. Editar un disco así a estas alturas
de su trayectoria musical y vida en general es todo un tanto a su favor.
Veremos qué futuro nos plantearán Orchestral Manoeuvres In The Dark en sus
próximos lanzamientos discográficos ahora que han decidido tomar la vía que
dejaron muerta en 1983. No sé ustedes, pero yo estaré muy atento a ello.