Probablemente en su pueblo se les recordará
como cachorros de buenas personas,
que hurtaban flores para regalar a su mamá
y daban de comer a las palomas.
Probablemente que todo eso debe ser verdad,
aunque es más turbio cómo y de qué manera
llegaron esos individuos a ser lo que son
ni a quién sirven cuando alzan las banderas.
Hombres de paja que usan la colonia y el honor
para ocultar oscuras intenciones:
tienen doble vida, son sicarios del mal.
Entre esos tipos y yo hay algo personal.
Rodeados de protocolo, comitiva y seguridad,
viajan de incógnito en autos blindados
a sembrar calumnias, a mentir con naturalidad,
a colgar en las escuelas su retrato.
Joan Manuel Serrat (Algo Personal)
Como los viejos... a veces me siento diciendo que el tiempo pasado fue mejor, cuando me entra la moralina y veo la infidelidad a mis lados... y no me refiero a la de parejas... esa se puede entender. En cambio la traición a los principios parece ser algo más común en días de cambio... vi a gente decir que si ganaba la derecha renunciaban a sus trabajos, se exiliaban o que trabajarían en la "resistencia"... que sería el caos y llegaría el terror y el miedo, pero llegó igual el cambio de mando y ahora están escondidos bajo las pantallas de sus computadores, en silencio haciendo creer que sus experiencias eran importantes, son capaces de negar el reciente pasado izquierdista... pero parece algo más común de nuestros días... cuando el dinero, lo "establecido" y las ganancias son más importantes que la dignidad y la palabra.
Los yakuzas que Kitano mostraba en sus primeras historias en Boiling Point, Hana bi incluso en Brother se manejan por códigos de fidelidades superiores, tanto es así que algunos lugartenientes son capaces de pegarse un tiro por fidelidad a sus jefes... parece que en algunos clanes los pactos de sake y los meñiques cortados no valen nada. Mientras el señor Sekiuchi (Kitamura Soichiro), Presidente del clan Sannokai tiene dudas del pacto que tiene Ikemoto (Kunimura Jun) con Murase (Renji Ishibashi)... para ello nada mejor que enturbiar las cosas con un simple lío de bar que llega hasta las oficinas de Otomo (Beat Takeshi)... con eso parece que el trato con Murase comienza a presentar trizaduras sin arreglo.
¿A qué se le tiene fidelidad? algunos a sus jefes, otros a sus principios y otros a sus familias. Algunos ni a eso... Otomo es el encargado de confundir, de hacer el trabajo sucio mientras otros con manos enguantadas se encargan de tomar las ganancias, los hombres mueren y los terrenos se ceden, mientras tanto él sigue y sigue atacando al nuevo enemigo de turno... entre los sobornos policiales y ese hablar gritado de los yakuzas... A tanto esfuerzo a veces llegan esos que creen que han nacido con estrella en la frente y que pueden hacer lo que quieran con la gente... como diría Serrat... entre esos traidores consigo mismo y yo hay algo personal.
Con Outrage termina el ciclo del mes de enero dedicado a Takeshi Kitano, un tipo especial que ha ido evolucionando su cine en la técnica y las ideas, mientras el mar mira como juega, o ve la vida, la muerte y los sueños de un niño grande que se ha divertido con lo que le ha tocado crear y creer. Aún queda Kitano para rato (esperemos) así que existirá la ocasión para revisitar su cine en estas vidas en treinta y cinco milímetros..
Bonus Tracks
1.- Película en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Autoreiji en Wikipedia
4.- Trailer