Palikot: 'La Iglesia polaca no ha sabido adaptarse a la democracia'

(Paco Soto, 18/10/2011, Varsovia)

La gran revelación de los comicios ofrece una agenda liberal para quienes no se sienten identificados con la izquierda ni la derecha.

 Janusz Palikot (1964) ha sido la gran revelación política de las elecciones legislativas polacas. Exdiputado de Plataforma Cívica (PO), el partido de centroderecha del primer ministro Donald Tusk, Palikot fundó hace un año una nueva organización política, Movimiento Palikot (RP), liberal, de centroizquierda y anticlerical. RP ha conseguido más del 10% de los votos y 40 diputados en las legislativas, y se sitúa como tercera fuerza en el nuevo Parlamento. En esta entrevista, la primera concedida a un medio español, Palikot explica que sus votantes «son ciudadanos que no se sienten representados ni por la derecha ni por la izquierda, están desilusionados y buscan soluciones a los problemas sociales, económicos y políticos que tiene Polonia».-¿Esperaba unos resultados tan buenos en las legislativas? -Esperaba mejores resultados. Pocos días antes de las elecciones, teníamos una encuesta que nos daba el 15%. Lo que pasó es que mucha gente se asustó al ver que el PiS (el partido ultraconservador de Jaroslaw Kaczynski) estaba en condiciones de ganar las elecciones y votó a Plataforma Cívica para impedirlo. Fue un voto útil que nos perjudicó. Pero, de todos modos, reconozco que hemos sacado unos excelentes resultados.-¿Cómo se define el Movimiento Palikot? -Somos un movimiento de izquierda, o de centroizquierda, liberal, laico y anticlerical. Pero nosotros defendemos una izquierda moderna y del siglo XXI. No tenemos nada que ver con la izquierda de tradición comunista. Estamos a favor de la economía de mercado, pero también pensamos que necesita control y regulación. No nos gusta el ultraliberalismo que defienden algunos sectores de la derecha. El Estado tiene que tener presencia en la actividad económica. La economía de mercado crea riqueza, y nos parece muy positivo, pero también estamos a favor de un reparto equitativo de esa riqueza.

SU BIOGRAFÍA

1964. Nace en Bilgoraj, y estudia Filosofía en la Universidad de Varsovia. Políglota. Habla cinco idiomas, es excéntrico y provocador. Se hizo rico comerciando con cajas de embalaje y bebidas alcohólicas. Liberalismo. Fue diputado del partido de centroderecha del primer ministro, pero lo abandonó por su tibieza en la defensa del laicismo y los derechos sociales de las minorías.

-El PiS de Jaroslaw Kaczynski también defiende la intervención del Estado en la economía. -Sí, es cierto, pero hace este planteamiento desde una postura populista y demagógica. Como ya le he dicho, somos un movimiento de izquierda liberal. Entre nuestros diputados electos tenemos un activista del movimiento gay y un transexual. Es la primera vez que esto ocurre en Polonia. El PiS es un partido de corte casi fascista que juega con los sentimientos y las bajas pasiones de la gente, busca el enfrentamiento con Rusia y Alemania, y la división de la sociedad entre buenos y malos polacos.«No tan conservadores»-¿Su formación piensa adherirse a alguna internacional política como la Internacional Socialista? -De momento, los socialdemócratas europeos nos han hecho una oferta de adhesión, y la estamos estudiando. Pronto tomaremos una decisión.-Algunos políticos y medios polacos critican su estrategia anticlerical y de defensa de los gays, lesbianas y transexuales, porque consideran que Polonia es un país muy conservador que no está preparado para determinados planteamientos sociales y políticos. -Esas críticas no tienen fundamento. Polonia no es un país tan conservador y católico como afirman los católicos integristas y la derecha conservadora. Un estudio llevado a cabo hace poco tiempo revela que la Iglesia católica está perdiendo influencia en Polonia: la mitad de los polacos solo acude a la misa dominical una vez al año, y apenas el 20% de los creyentes reza. El 67% quiere que la Iglesia pague sus impuestos al Estado. La sociedad polaca ha cambiado mucho y la Iglesia no ha sabido adaptarse a la democracia. Nosotros defendemos un Estado laico donde la religión sea una opción personal. Hasta ahora, los partidos políticos no han tenido la valentía de enfrentarse al poder y los privilegios de la Iglesia católica. Ya es hora de que en este país exista un partido que denuncie y critique a la Iglesia, que es una institución anacrónica y reaccionaria.-¿Cuál va a ser la estrategia de su movimiento político en esta nueva legislatura? -Vamos a ser oposición al Gobierno de Donald Tusk. No tenemos otra alternativa, porque Tusk ha hecho saber que quiere reeditar el acuerdo de gobierno con el Partido Campesino (PSL). No nos parece bueno para Polonia, porque va a significar seguir con la misma política conservadora y de derecha. Nuestro movimiento se preparará en esta legislatura para ganar las próximas elecciones.-¿No piensa llegar a acuerdos con la socialista SLD, que también se autoproclama de izquierda? -No será fácil, porque SLD es un partido en crisis y muy hipotecado por su pasado comunista. Su líder, Grzergorz Napieralski, no ha sido capaz de modernizarlo ni convertirlo en una verdadera fuerza socialdemócrata. Estaremos a la espera de su evolución.-¿Qué opina sobre la crisis política y económica que vive Europa?-La falta de unidad de la Unión Europea empeora esta crisis. El movimiento de los ‘indignados’ en España, que se ha extendido a muchos países del mundo, es una respuesta valiente a la crisis, es la respuesta de muchos ciudadanos que rechazan que la política se haya alejado de los centros de decisión económica. Nosotros apoyamos a los ‘indignados’. Miles de personas, sobre todo los jóvenes, están pidiendo a gritos otro tipo de construcción europea, más justa y participativa, donde los ciudadanos, además de votar, tengan a su alcance otros mecanismos de participación política. El sistema actual es manifiestamente mejorable, hay que gestionarlo con más rigor y espíritu de justicia social. Hay que ser ciego o muy tonto para no darse cuenta. Sabemos que Alemania y Francia son los dos pilares de la Unión Europea. Estamos a favor de que lideren el proceso de construcción europea, pero pedimos que esta construcción europea tenga en cuenta los intereses de las mayorías sociales, y queremos también que la política esté situada en el puesto de mando de las grande decisiones macroeconómicas.

«La UE es muy mejorable».