Revista Cocina
Un alimento de primera necesidad que antiguamente no podía faltar en los barcos de los marineros era y es el pan.
Antes de iniciar su travesía por la mar cargaban sus despensas de legumbres, conservas y pan, pero cuando iban a echar mano del pan, o estaba podrido, húmedo, mohoso o se lo habían comido las ratas.
Pensaban la mejor manera de conservar el pan sin que se estropease y era por el siglo XV cuando llegó la solución para conservar el pan de lo más natural posible tantos días y así sirviera de alimento a los grandes navíos de la época.
En Galicia, concretamente en Nera (Rías de Ferrol), se ubicaron los hornos para la elaboración de este pan durante el siglo XVII para poder abastecer a los barcos de la Armada así como a los de la Marina Civil.
Este pan es elaborado con harina de trigo producida de manera sostenible en tierras gallegas, harina de malta, lecitina de soja y mantequilla fresca, junto con algún antioxidante; la masa se fermenta de forma natural, osea con la levadura fresca.
Su secreto es el proceso de cocción, que se realiza de forma muy lenta, al igual que su enfriado progresivo.La masa se elabora con muy poca agua para lograr al máximo conseguir un producto seco, por eso tiene mayores posibilidades de conservación.
En referencia a esto en 2005 se constituye la empresa daveiga, en la provincia de Lugo, para poner en marcha un proyecto empresarial de elaboración sostenible, crear productos con materias primas de primera necesidad de manera sostenible sin necesidad de introducir ni conservantes ni colorantes.
Con estos principios han conseguido elaborar un pan de larga duración, manteniendo todo su sabor y además son una gran ayuda para crear platos de la forma más original posible, como este plato que he creado a base de clara de huevo y verduras frescas, todo de la forma mas natural posible, alimentos que nos da la tierra al igual que las galletas marineiras DAVEIGA.
Imprime esta página