Panorama económico
Destaca por la inflación, sobre todo, en los EE.UU, cuyos principales lecturas, la general y la subyacente, no muestran signos de retroceso, al que podríamos generalizar también para Europa, la India e hispanoamérica.
La inflación subyacente, la que no cuenta alimentos y energía, es decir la de los productos que mejoran la calidad de vida, volvió a subir en septiembre, después de tres meses consecutivos a la baja, en su medición anual. Mientras que en su medición mensual, vuelve a repuntar a veles promedio en lo que va del año, despejando cualquier esperanza de que se repliegue.
Inflación mensual EE.UU
Por otro lado, la inflación general, en su lectura mensual, se encuentra en mínimos históricos, muy cercana al del mes anterior, agosto, que se situó en cero, así como los costos de importaciones muestran a la baja. Este caso, sí nos puede estar indicando una estabilización de los precios, evidentemente, del petróleo y los alimentos, y que no solo quedaron afectados por la guerra en Ucrania, sino también por el confinamiento. Cabe recordar que la inflación no ha cedido desde que se levantaron las restricciones del COVID. Estabilización no significa mejora. De hecho, las renovaciones por subsidio al empleo, incrementaron más de los previsto.
Ventas minoristas menusales EE.IUU
Sin embargo, en cuanto al indicador de las ventas minoristas, estas no muestran señales contundes de retroceso en el consumo, fuera de sus retrocesos cíclicos normales de mediados de año.
La actividad industrial tanto de la zona euro como de los EE.UU no muestran tampoco retrocesos sistemáticos como en los meses previos a la crisis de 2008. De hecho en la zona euro, el indicador aparece como mucho mejor a lo esperado.
Panorama Geopolítico
Si bien, es cierto que, los problemas inflacionarios se explican, primeramente por la pandemia y luego por la guerra de Ucrania, no debemos pasar por alto que desde hace ya varios años hay un desgaste de la globalización unipolar hacia un mayor fortalecimiento de los regionalismos y la multipolaridad. El descontrol de las cadenas de suministro por los confinamientos y la invasión de Ucrania, no han hecho más que favorecer la desglobalización unipolar.
No considero, de ninguna forma que esta situación, se mejore pronto, y aunque los precios del petróleo y otros materiales se encuentran estables se puede deber más a una tregua y a una pausa para medir los primeros efectos de la inflación en el PIB y el empleo.
Grandes grupos de inversionistas se están desencantando de proyectos con energía renovable, no porque hayan dejado de creer en estos del todo ellos, sino porque no están siendo lo suficientemente rentables o no cubren con las expectativas productivas lo que agrava más la situación de la inflación, ya que el retorno e interés por los recursos naturales ha vuelto a llamar la atención.
Conclusiones
El confinamiento significó un abrupto cierre de la actividad económica sin una causa endógena, pero que por si misma luego trajo por consecuencia un atrofiamiento en las cadenas de suministro causando un descontrol inflacionario desde mediados de 2021, una fecha que parece lejana considerando que la actividad industrial en EE.UU se recuperó del confinamiento tan pronto como en Junio de 2020. y el PIB rebotó desde el tercer trimestre de 2020.
El origen de esta crisis inflacionaria es, sobre todo, política, a diferencia de la 2008 que se explica más como una burbuja, como el primer gran defecto del modelo globalizado.
Al llevar aliento e inspiración por los efectos de la pandemia, Rusia, uno de los principales países que ha abogado por el mundo multipolar aprovechó la invasión de Ucrania, no solo para conseguir objetivos de seguridad y territorio, sino sobre todo para impulsar su agenda política, causando más daños en el suministro de recursos estratégicos como el gas y el petróleo, y en una nueva oleada nflacionaria