El lunes próximo arrancará en la Ciudad de Buenos Aires la octava edición del LatinArab, festival de cine que la asociación Cine Fértil auspicia para contribuir a la difusión de la cultura árabe en nuestra región, y para reivindicar la influencia de ese acervo en la conformación de la identidad latinoamericana. En la conferencia de prensa que tuvo lugar ayer en el Complejo Bajo Plaza del Centro Cultural San Martín, el director general Edgardo Bechara El Khoury y el director artístico Cristian Mouroux presentaron, no sólo la nueva entrega, sino actividades y proyectos asociados. Los acompañó Hamurabi Noufouri, director del Instituto y Maestría en Diversidad Cultural de la Universidad Nacional de Tres de Febrero.
Volubilis de Faouzi Bensaïdi, La sanadora de Mohamed Zineddaine, Panóptico de Rana Eid, De ovejas y hombres de Karim Sayad figuran entre las 25 películas programadas para esta entrega que habría tenido lugar en 2018 si nuestro país fuera menos hostil con las iniciativas de índole cultural. “Que no se note el ajuste” dijo mitad en broma, mitad en serio Bechara El Khoury antes de anunciar las tres novedades principales de la nueva edición: un cambio de agenda, la incorporación de una sección que invita a reflexionar sobre la representación de la colectividad árabe en el cine argentino, la eliminación de la semana o ventana consagrada a un país invitado.
Bechara El Khoury explicó la decisión de cambiar el mes del festival, de noviembre a marzo. La idea es realizarlo en el transcurso del primer semestre de cada año para luego dedicar el segundo semestre al foro de coproducción homónimo. De hecho, la próxima edición de esta actividad se encuentra prevista para el anteúltimo mes de 2019, en Marruecos.
“Son quince los países representados” adelantó Mouroux luego de recordar las tres secciones estructurales del festival: competencia de largos árabes; competencia de cortos árabes; Panorama Latino Árabe. El director artístico también se refirió a la incorporación de la sección que Noufouri propuso para abordar el prototipo de personaje turco en el cine nacional.
Árabes en Blanco y Negro Austral se llama este ciclo de tres largometrajes argentinos: Corazón de turco de Lucas Demare, La quinta calumnia de Adelqui Migliar, El comisario de Tranco Largo de Leopoldo Torres Ríos. Todos fueron protagonizados por Fortunato Benzaquen, actor santafesino, hijo de inmigrantes marroquíes sefaradíes, que se popularizó entre las décadas del ’30 y ’40 con el nombre artístico de Alí Salem de Baraja.
“Queremos hacer mucho todavía” aseguró Bechara El Khoury, como si resultaran insuficientes el festival, el foro y demás iniciativas en danza: una nueva edición de la Muestra del Festival LatinArab en Sevilla, una primera muestra ídem en París, la realización del segundo Festival de Cine Colombiano en Buenos Aires, la organización de un primer festival de cine paraguayo en nuestra ciudad, la presentación de la primera película producida por Cine Fértil, la preparación de un segundo proyecto cinematográfico, la coproducción de un videoclip con el Palestine Film Institute, la firma de un primer convenio con el ICArabe de San Pablo.
El ajuste mencionado dista de paralizar a la gente de Cine Fértil, que dicho sea de paso, obtuvo dos reconocimientos el año pasado: el Premio UNESCO Sharjah a la Cultura Árabe, y la incorporación en el ranking de cien personas e instituciones más influyentes del mundo árabe que el Arab Cinema Magazine publicó en el marco del 71º Festival de Cannes.