Revista Opinión

Papa Francisco y el inicio del Purgatorio:

Por Colombatto

Oh, sí, sí. Hoy brotaron amigotes y aduladores de Bergoglio por todas partes. Están dedicando horas de transmisión con anécdotas comarcales y el escenario romano, más cascada de notas elogiándolo, pero la pasión también marca tendencias.

Las notas televisivas están siendo retocadas para realzar sólo lo que convenga a los intereses del medio periodístico y las notas en Internet, pues tienen de todo hasta el punto que brotaron los gorilas en un pasillo que va desde la muy Santa Iglesia hasta aquellos que mataron en nombre de la cruz. Hoy algunos sitios en la web parecen baños públicos y allí mismo están elogiando al papa, como si este hombre fuera íntimo de quienes gustan del aroma a pis impregnado en sus vidas. Los tradicionales golpistas hoy se amontonan apresurados para testificar su apoyo al nuevo papa sin atender que es jesuita (”la crem de la crem” cultural dentro de la Iglesia).

No lo escucharon. Es evidente y transcribo a continuación algunas de sus frases emitidas en estas pocas horas como papa Francisco:

“No le saquen el cuero a nadie”. Sólo CrónicaTV lo está repitiendo mientras el resto de los canales porteños evitan esta frase.

“Cuídense entre ustedes, no se hagan daño”.

“El odio, la envidia y la soberbia ensucian la vida”, como en los baños públicos.

“No dejemos que los signos de destrucción y muerte acompañen el camino de nuestro mundo”, en clara alusión al “rey negro” que a cada rato está mandando invasiones o métodos para matar líderes.

Hace años -muchos años- que se viene hablando de la inmoralidad dentro de la Iglesia; algunos se hacen los zonzos pero a la Iglesia la integran todos los creyentes, no sólo los sacerdotes.

Hace años -pocos años- se denunciaron finalmente los casos de pederastia, que en realidad su inicio tiene varias décadas ya, y que los feligreses -esos que dicen ser puros y santos- no abrieron la boca.

Hace tiempo que la gente honesta decidió apartarse de tanta mugre porque al encontrar en la calle a una mujer que censura cualquier pensamiento no tradicional, o un hombre que levanta calumnias y las difunde como papel picado, era muy probable que esas personas fueran católicas, apostólicas, romanas, y más aún: esa gente ha sido la promotora del creciente ateísmo y de la polución de otras religiones y sectas.

Hace medio siglo las críticas iban contra las riquezas que tenía el Vaticano. Hoy ese despropósito ha pasado a segundo plano frente a tanta mugre concentrada detrás de una cruz (que ni siquiera conocen su significado expansionista).

Hoy se encuentran con un hombre que les dice “No le saquen el cuero a nadie”, y colapsan. Sí, colapsan, porque sus vidas se basaron en criticar a todos los que no mostraran cara de santos, aún dañando impunemente al resto.

Colapsan porque una y mil veces se complotaron para destituir autoridades o troncharles los estudios a tantos jóvenes rebeldes y por lo tanto sanos, y ahora el supuesto referente de ellos les dice “no se hagan daño”.

Colapsan porque se sentían inmunes con sólo bañarse de perfume e ir a la peluquería y en las reuniones vigilar qué decía cada uno y con quiénes se asociaban, y ahora Don Francisco les dice que “el odio, la envidia y la soberbia ensucian la vida”.

Colapsan porque por tradición familiar siempre detestaron a las clases bajas y medias, estuvieron muy gustosos coqueteando en las reuniones clasistas y siempre vieron con buenos ojos toda la política represiva de los gobiernos de derecha, en particular las matanzas encaradas por el Tío Sam, y ahora el nuevo papa los acusa diciendo: “No dejemos que los signos de destrucción y muerte acompañen el camino de nuestro mundo”. O sea que si acatan el mensaje del nuevo Vaticano, pues tienen que oponerse a las matanzas en Libia, Siria, etc.

¿Cómo van a hacer para invertir el libreto de toda una vida?

Encima, el hombre se encuentra con la odiada Cristina y le hace referencia a la Patria Grande, esa que ellos odian hasta los tuétanos, muy especialmente los NyC de Barrio Norte, Palermo y Recoleta; sí, esos que engrosaron marchas en el Sambódromo porteño el año pasado.

Dirán que la frase Patria Grande fue un bocadillo de Cristina y que no hay testimonio directo de que el papa haya usado esa frase en el dialogo privado. Pues se hizo notable que Cristina consultaba frecuentemente un ayuda-memoria, y que por lo tanto tenía anotaciones de lo acordado entre ambas partes para difundir. Básico.

Apenas pasaron unos días desde que Bergoglio empezó a manifestarse como papa rector y la Iglesia rancia está sufriendo un pico de estrés, de camino a un ACV (accidente cerebro vascular), porque Francisco no sólo habló sino que además desechó ciertos oropeles (cruz de plata a cambio de la cruz de oro; anillo de plata enchapado en oro a cambio del histórico anillo de oro macizo; beatificar a un sacerdote asesinado por los militares represivos en 1976; no usar la limusina vaticana y servirse su propio desayuno) y -como han hecho varios gobernantes de la Patria Grande, empezando por Néstor Kirchner- rompió el protocolo más de una vez, empezando por desechar el papamóvil con vidrios blindados.

Está visto que llega para cambiar la historia religiosa pues hasta se dice que es permeable en las conversaciones con los líderes de otros credos (el patriarca ortodoxo estuvo presente en la asunción, por primera vez desde el cisma del año 1054). En concreto, su primer cambio fue elegir el nombre de Francisco y a diferencia de los hombres poderosos (reyes y papas) no se puso número alguno.

En cuanto al patriarca ortodoxo, Bartolomé I, éste le escribió al papa Francisco: “Espero que usted, Santo Padre, promueva la paz entre los hombres inquietos, pobres y los que sufren”, agregando que está “seguro de que el Papa recién elegido acelerará el proceso de la unificación de las dos iglesias”. Esperanza muy concordante con ciertas profecías que dicen que luego del papa negro habrá unión de credos.

En Internet se dice que a Ratzinger “lo asediaron grupos sectarios, con tintes mafiosos, alojados en el propio Vaticano”… “Los pecados van desde fraudes financieros, tráfico de influencias, explotación laboral y lo que el periódico italiano La Repubblica denunció como lobby gay, con chantajes incluidos, de un grupo de obispos y sacerdotes que aparentemente trafica con el sexo tras los muros vaticanos”. Todo un muestrario de la suciedad que aún hoy hay en la cúpula católica y se desparrama hacia abajo. Todo un muestrario que hizo del ateísmo la religión que más prosperó en estas últimas décadas.

“El agua sucia no debe caer sobre Ratzinger. La culpa es de un régimen religioso arcaico y de una sociedad con doble moral que consintió, en parte, que homosexuales se refugiaran en los seminarios”.

Aquí hay un aspecto medular que los “fieles devotos” del arcaísmo y la vigilancia soberbia no han tenido en cuenta: este hombre es jesuita y ello significa que estuvo unos 15 años estudiando antes de su ordenación y de incorporarse como miembro de ese selecto grupo de cultísimos religiosos. Este hombre no sólo aprendió el Padre Nuestro y algunos rituales sino que sabe, sabe más que los recibidos por ahí en institutos religiosos con apenas nivel medio, aunque tengan telescopio en su último piso (¿se entiende?).

Me ha sorprendido que la prensa no haya analizado en qué consiste la reunión de cardenales y sólo cuenten que votan una y otra vez hasta lograr el número necesario para que un candidato sea elegido papa. Ni siquiera han deslizado la posibilidad de debates políticos hasta llegar a un acuerdo, igual a como hacen los jefes de partidos políticos. No enlazaron esto con el rechazo que exteriorizó Bergoglio en su ascendiente sobre el Colegio Cardenalicio en 2005.

Desde mi punto de vista, el hombre venía construyendo su camino político quién sabe desde cuándo (¿décadas?), y en 2005 no tenía armada todavía su estrategia y alianzas, que sí terminó de construir ahora. Este hombre callado, es muy hábil y hasta los presidentes van a tener que subordinarse porque él se sabe superior al resto y se protege con el silencio, las sonrisas y las definiciones aparentemente insulsas. Deberían presumir que están frente a un sabio y seguramente se acercarían mucho a la realidad. Yo lo comparo con el mosto concentrado en cuanto a conocimiento, por ello habrá que beberlo muy lentamente y catando cada palabra.

Tengo la sensación de que hemos retrocedido dos siglos y que a este hombre lo van a perseguir igual que a los jesuitas del siglo XVIII por su cultura, o sea que será tan inconveniente para quienes hoy se escudan en la religión como lo fueron aquellos jesuitas expulsados del virreinato del Río de la Plata que -misteriosamente- fueron muriendo en altamar en su viaje de regreso.

En el artículo jesuitas del portal Patapedia.com.ar se lee: “Todos estos religiosos disponían de esmerada preparación en las ciencias y las artes, que volcaban sin retaceos a los nativos con los cuales convivían, actuando en repetidas ocasiones en defensa de ellos contra los abusos que los soldados y civiles españoles acostumbraban cometer al tratar a los naturales como bestias de carga que podían comprarse, venderse, esclavizarse y vejarse”.

“Estas actitudes en defensa de los oprimidos fue en términos generales la principal causa para que los abusivos y poderosos gobernantes de la época presionaran con el fin de que se les impidiera seguir trabajando en los distintos rincones del mundo”.

En el artículo sobre el jesuita José Cardiel se lee: “A bordo de la fragata San Nicolás llegó Cardiel a Cádiz a mediados de abril de 1769, después de dejar por el camino los cadáveres de varios de sus compañeros de labor en las misiones. En el Archivo de Indias y en la Biblioteca Nacional de Madrid está la lista que presentó el capitán Darvansier y sorprende ver a continuación de tantos nombres de sacerdotes misioneros la frase ´muerto en la mar´”.

¿No lo sabía el lector? Pues sí, en la Santa Iglesia ha habido muchas muertes nunca investigadas, además de Juan Pablo I.

Es muy probable que quienes vienen de la Iglesia rancia y hoy festejan la asunción de Francisco, en pocos meses archiven los elogios y comiencen a mirarse con gestos adustos, porque por ahora no han entendido una palabra de las dichas por este culto reformador. Sí entendió las señales su excelencia Obama, quien optó por no viajar y mandó al vicepresidente. En similar sintonía se ha mantenido el canal CNN, quien difundió la noticia dándole casi el mismo espacio que al resto de los acontecimientos cotidianos.

¿Se dan cuenta que van en retirada en Suramérica, en Argentina, en la apología británica por las “Falklands” y ahora también en religión? ¿Saben cuál es el detonador más importante del Alzheimer? Derrotas sucesivas en la forma de vida y perder el interés por progresar.

“Recen por mí”, dice Francisco, y tiene razón. Recemos por él porque se las va a ver en figurillas para limpiar tanta mugre escamada por décadas y siglos, con la ilusión de que algún día llegue a esos feligreses que de la crítica y el odio han hecho todo un culto.

Luis Colombatto


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