Tener un amigo imaginario a los 4 años puede ser mágico, pero a los 40 no tanto. Esta es la historia de un hombre-niño, de esos que conocemos, que nos parecieron absolutamente maravillosos desde la distancia y que sufrimos desde la cercanía.
Nuestro personaje tiene una madre-esposa, una niña-amor (siempre es así) y muy pocas responsabilidades reales. Su vida se desarrolla a un ritmo relajado mientras los adultos se ocupan de que todo funcione. Richard, tal es el nombre del personaje, se estresa cada vez que alguien le pide que sea adulto y, como lo hacen los hombres-niño, no sólo busca una forma rápida y fácil de escape ante la responsabilidad sino que además culpa a quienes le piden lo mínimo indispensable para cuidarse y cuidar a quienes lo quieren de casi cualquier cosa que los haga ver como villanos: él es demasiado "inocente" como para ser culpable o responsable por nada.
Si el final es una muestra de adultez o de infantilismo extremo lo tendrán que decidir ustedes.
Recomendable con una tableta de antiácidos a mano.
Dirección: Kieran Mulroney y Michele Mulroney Elenco: Jeff Daniels, Ryan Reynolds, Emma Stone y Lisa Kudrow entre otros.