Hasta ahora mi uso de las pipas de calabaza era el típico, para aportar un poco de crujiente a las ensaladas o como ingrediente de algún pan, pero ha sido probar este postre helado y se han convertido en la revelación de mi cocina.
La elaboración de este parfait es muy sencilla, y a diferencia de un helado, que lo tienes que ir moviendo, lo colocas en un molde y al día siguiente tienes un postre frío estupendo para combatir estos calores. Las pipas no sólo le aportan textura, el sabor es muy gustoso y sorprendente.
INGREDIENTES:100gr. de pipas de calabaza.100gr. de azúcar.3 yemas de huevo.60gr. de azúcar glasé.2 cucharadas de aceite de girasol.40gr. de nata líquida, la mas grasa que encuentres.
ELABORACIÓN:En una sartén, pon las pipas de calabaza a fuego muy lento, sin que se quemen y removiéndolas continuamente, notarás que irán desprendiendo su olor, y cuando empiecen a tostarse retira del fuego. En la misma sartén pon el azúcar hasta formar un caramelo, añade las pipas para que se mezclen con el caramelo y retira la mezcla a un papel de horno para que se enfríe. Ya tienes el crocante, ahora mételo en un baso batidor y pícalo. Monta la nata y reserva.Pon las tres yemas de huevo con el azúcar glasé en un bol al baño maría y remueve sin parar hasta que tengas una crema espumosa.Mezcla la picada del crocante con las dos cucharadas de aceite de girasol, y mezcla con la nata y con la crema de yemas con movimientos envolventes para que la mezcla no pierda demasiado aire. Forra con film un molde rectangular de un litro e introduce la mezcla. Tápalo y ponlo en el congelador al menos 6 horas.Una vez frío, corta porciones y sirve acompañado de una salsa de frutos rojos, le queda muy bien.