El árbol negro-verde se recorta sobre el negro-azul del cielo
mientras luces cuadrúpedas abordan infinitos de nada.
La urbe descansa en inquieto murmullo.
Las hojas dejan sus árboles y las copas
se agitan en el aire frío
conspirando.
Ciudad de gases, de gris madera acero sucio.
Humanidad sin tregua.