Pues parece que me ha mirado un tuerto. Vamos, qué últimamente, cuando no me pasa una, me pasa otra, y me quedo sin poder publicar... ¡qué hartura!. Jajajaja. Aunque mejor reírse que llorar. La última fue por intentar aprovechar el día. Si es que me lo tengo dicho, que no es bueno madrugar. Pero yo nada, empeñada en que sí. Así que me levanté prontísimo, me fui de paseote con las perrillas y según pisé el campo... ¡me hice un esguince descomunal!. Y me pasé, toooooda la mañana del domingo en urgencias. ¡Vaya forma de aprovechar el tiempo!.
Ya llevo un par de semanas. Con la pata en alto, con muletas, sin poder cocinar y con el pie como un botijo y decorado, por los derrames, con todos los colores del arco iris. Menos mal que ya no te escayolan como antes, porque con la ola de calor que tenemos encima he agradecido un montón el tener que llevar únicamente una media de compresión.
Gracias a la rehabilitación y a un fisioterapeuta muy majete, ya estoy mucho mejor. Aún no aguanto mucho rato de pie, porque sigue doliendo bastante, pero ya he podido recuperar gran parte de mis rutinas y volver a cocinar. Así que.... ¡a qué esperamos!. Vamos con la receta de esta semana, que está buenísima.
Como ya os adelanté, nos quedaban un par de recetas para cambiar de técnica y seguir avanzando en nuestro aprendizaje repostero. Una de ellas iba dedicada a muchas de las personas que tienen intolerancias alimentarias, que es en la que nos vamos a centrar hoy. Un riquísimo " Pastel invertido de melocotones con caramelo especiado".
Es una receta muy sencilla basada en los múltiples bizcochos invertidos que podemos encontrar en internet o en revistas de repostería. Estas preparaciones consisten en preparar una cama de fruta con caramelo, sobre la que se coloca una masa de bizcocho, para después hornearlo todo junto. Es el mismo concepto de las tartas Tatin, pero con bizcocho. Al desmoldarlo, el caramelo y la fruta quedan en la parte superior, y el bizcocho se impregna de todos estos jugos. ¡Delicioso!.
Para prepararlo, he utilizado una receta de bizcocho riquísima, apta para intolerantes al gluten, a la lactosa y al huevo. Si no os apetece hacer todo el pastel, podéis simplemente preparar el bizcocho para desayunar o merendar. Esta vez lo he preparado con manzanas, pero podéis hacerlo con cualquier otra fruta que os guste: peras, melocotones, albaricoques con melón, etc.
El toque especial lo da el caramelo con especias, que lleva este bizcocho a un segundo nivel. Me he inspirado en una receta de Jamie Oliver que podéis consultar (en inglés). He de reconocer que le da un toque muy otoñal y que entonces el pastel pide un poco de helado para refrescarlo, pero está tan rico, que espero que hagáis la prueba y me contéis que os ha parecido. Por supuesto, también se puede preparar sin las especias, haciendo un caramelo más ligero.
Pastel invertido de melocotones con caramelo especiado - Sin gluten, sin lactosa y sin huevo
- Para los melocotones con caramelo especiado
- Melocotones - 3 ó 4 unidades (los suficientes para cubrir la base del molde)
- Azúcar - 200 g
- Margarina - 100 g
- Melaza - 2 cucharadas (opcional)
- Canela - 1 cucharada
- Jengibre molido - 1 cucharadita (opcional)
- Clavo en grano - 3 ó 4 unidades (opcional)
- Para el bizcocho
- Manzana - 300 g (pelada y sin pepitas)
- Azúcar moreno - 150 g
- Harina de arroz - 150 g
- Fécula de patata o de maíz - 150 g
- Aceite de girasol - 60 ml
- Impulsor - 1 sobre de 16 g (levadura química)
- Leche de soja - 1 cucharada (opcional)
Elaboración
Preparamos todos los ingredientes para que se atemperen a la temperatura ambiente. Comenzamos elaborando la base de caramelo. Para ello primero molemos muy finamente la canela, el jengibre y el clavo en un molinillo o con un mortero. En realidad sólo hay que moler el clavo, pero añadiendo el resto de especias ayudamos al molinillo a trabajar mejor. Reservamos.
Pelamos los melocotones y los cortamos en gajos más bien gorditos. Van a pasar por 2 cocciones, así que si los cortamos muy finitos, se desharán. Tenemos que conseguir suficientes gajos como para cubrir toda la base del molde en el que vayamos a hacer el pastel. Reservamos.
En una sartén, ponemos a calentar, a fuego medio-alto, el azúcar, la margarina, la melaza y las especias. Cuando se hayan derretido todos los ingredientes, incorporamos los gajos de melocotón, mezclamos bien y dejamos que cuezan dentro del caramelo. Al incorporar el melocotón, soltará su jugo, haciendo que el caramelo se vuelva muy líquido. Al cabo de unos 5-10 minutos, los gajos de melocotón estarán tiernos pero firmes y el caramelo habrá vuelto a espesar. Retiramos del fuego y reservamos.
Mientras que se cuecen los melocotones, podemos preparar la masa de bizcocho. En un bol, tamizamos la harina de arroz, la fécula y el impulsor. A parte, trituramos la manzana junto con el aceite. Cuando hayamos conseguido un puré grueso, añadimos el azúcar moreno y seguimos triturando hasta conseguir una mezcla muy fina y homogénea.
Vertemos la mezcla de manzana sobre los ingredientes secos y mezclamos bien. Podemos hacerlo a máquina, con el accesorio batidor, o a mano, con unas varillas. Si la mezcla queda muy espesa, podemos aligerarla con la cucharada de leche de soja.
Precalentamos el horno a 180 ºC, con el calor arriba y abajo y la rejilla en la parte media del horno.
A continuación, enmoldamos. Si usáis un molde desmontable, hay que tener la precaución de cubrir el fondo y los laterales con papel de horno, para que no se salga el caramelo. Aunque en este caso os recomiendo usar una fuente o similar, porque por muy bien que forres el molde, siempre se acaba saliendo. Yo he usado una fuente de pyrex de 23 cm de diámetro de fondo.
Cubrimos la base del molde con los gajos de melocotón. Podemos ponerlos ordenados, a modo de decoración, o simplemente esparcirlos hasta cubrir completamente la base del molde. Tened cuidado porque el caramelo quema muchísimo, así que mejor ayudaros con unos cubiertos. Una vez dispuesto el melocotón, añadimos salsa de caramelo hasta cubrirlo. Si nos sobra salsa, podemos reservarla en una jarrita para acompañar al pastel en la mesa. Siempre habrá alguien que quiera un poco más de caramelo.
Finalmente, esparcimos homogéneamente la mezcla de bizcocho por encima de los gajos de melocotón, teniendo cuidado de no moverlos mucho. No hace falta que llevemos la masa hasta el borde, pero sí que dejemos bien lisa la superficie. Horneamos unos 25-30 minutos o hasta que, al pinchar el bizcocho con un palillo, éste salga limpio.
Nada más sacarlo del horno, desmoldamos en caliente en una bandeja de servir bonita. Si se quedan trocitos de melocotón pegados al molde, los recuperamos y colocamos en su lugar. Podemos volver a regarlo con el caramelo sobrante para que quede más húmedo. Lo dejamos templar antes de servirlo.
Antes de despedirme quería compartir con vosotros una foto que me envío Marta, la ganadora del concurso "Un año de Siempredulces". Marta eligió el molde como premio del concurso y lo estrenó haciendo un riquísimo Bundt cake de cerveza negra y chocolate para celebrar el cumpleaños de su chico. Ya es la segunda vez que elige una de mis recetas para poner encima las velas del cumpleaños de Javi, y eso es algo de lo que me siento muy honrada. Ademas, el bizcocho le quedó precioso y me dijo que estaba riquísimo. ¡Muchas gracias Marta!.
Y nada más, que espero que disfrutéis de esta receta super rica y que la compartáis con todos vuestros conocidos con intolerancias alimentarias. ¡Buen finde y besotes!