Revista Cocina
Ya he hablado de Esteban Fernández, en más ocasiones, en su condición de estudioso de los elaborados de pastelería, sobre todo de los más tradicionales, y hoy vuelvo hablar de él, en este caso por ser el dueño de la Pastelería Valle Olid.Valle Olid que debe su nombre, al lugar de origen de la madre de Esteban, como también he comentado en otras ocasiones, es un establecimiento abierto desde 1923, ocupa el lugar donde se encontraba la antigua "La Pilaríca", y desde los años cincuenta propiedad de la familia Fernández. Con recuerdos para mí incuestionables, pues nací a poco más de 800 metros de donde está.Esteban conforma la cuarta generación de pasteleros y regenta la clásica pastelería de barrio: popular y conocida por todos, más si cabe en este caso, al estar ubicada justo enfrente de la populosa Plaza de Prosperidad, en el distrito de Chamartín. Pero además de ser conocida, como digo, y popular como pocos negocios de la zona, destaca por su fiabilidad. Elaboran una oferta que mantiene un equilibrio perfecto entre la tradición y las nuevas tendencias, con una calidad digna de toda confianza.Mantienen una atención constante a los dulces de temporada: buñuelos, huesos de santo, roscones de reyes, rosquillas del santo....etc, en fin, todos los dulces, y en su momento, que suelen acompañar con un escaparate, que podríamos denominar monotemático, y que, sin duda alguna, invita al consumo. La oferta habitual, toda artesana y elaborada en el obrador contiguo a la tienda, incluído el pan, es la esperada en este tipo de negocios, esto es: bollería, hojaldre, surtido de pasteles (18 tipos diferentes), tartas, bombonería, fríos y semi fríos, y, por supuesto las pastas de té, de la mejores que se pueden encontrar en Madrid. Como en otras ocasiones he comentado, y por mi insistente afán en apoyar estos negocios y propiciar su supervivencia, aconsejo esta pastelería, que podríamos denominar de barrio, sin quitar un ápice de calidad y buen hacer, como he hecho en otras ocasiones con otras ofertas de parecido rigor.Y como el movimiento se demuestra andando, he comprado, tras esperar más de media hora en la calle esperando en la ordenada fila que se organiza, los roscones que en estas fechas hay que regalar, y también, como no, para llevar a casa: un roscón de 1/2 kg, tiene un precio de 15 € y el mismo relleno con nata, trufa, cabello de ángel....22 €, por poner un ejemplo. Como es conocido, roscones de calidad en Madrid, por suerte todavía se encuentran, y algunos excelentes como los que elaboran en: Nunos Pastelerías, Del Pozo, Horno San Onofre ..., a pesar que por estas fechas, últimamente, lo venden ya casi hasta en las ferreterías. Por ello, un sitio cercano y honrado como Valle Olid, que por desgracia no abundan, merece todo el apoyo.
Pastelería Valle Olid, calle de López de Hoyos nº 110 (28002) Madrid, teléfono 914112466, http://www.valleolid.es/