(Dirigida por Jesús
M. Santos – Perú 2012)
Si comes comida de
los Incas, pasas los 70 años y brincas.
Recorrer el Perú es
una experiencia maravillosa, no solamente por los paisajes y su gente
fascinante, sino también por esas sensaciones que provoca el saborear sus
potajes. Ferran Adrià, el cocinero español de mayor prestigio mundial, se
enteró hace un tiempo que en el Perú estaba ocurriendo algo increíble: La
cocina estaba transformando el rostro de un país donde los jóvenes ya no
quieren ser actores o futbolistas, prefieren ser cocineros. Adrià de inmediato
vino al Perú y se embarcó en un viaje por Costa, Sierra y Selva. Su anfitrión y
compañero de viaje: Gastón Acurio. Su propósito: Descubrir el Paraíso del buen
comer.
Cuando se emprende
un viaje por el Perú, esa diversidad de cada departamento o zona geográfica
hace que uno siempre se deleite y a la vez ahí se encuentre gran parte de su
riqueza. El Perú no es un país aburrido en absoluto, todo lo contrario, hoy es
un país alegre.
En la Costa
Peruana, Adrià observa que en el Centro de Estudios Gastronómicos Pachacútec
existe una generación que ama la cocina, y que en un futuro van a ser los
actores de este fenómeno que significa pasar de ser un país exportador de materias
primas a ser un país exportador de cultura. Y es que la cocina toca todo: La
educación, el turismo, el medio ambiente, la promoción del país, etc. Para
llevar a cabo sueños que se hagan realidad (pisando tierra) es por eso
prioritario desarrollar la capacidad de los jóvenes. Realmente los peruanos se
encuentran ante una oportunidad única para el desarrollo, es hoy o nunca. Lo bueno es que la juventud se
encuentra con ganas de luchar, de estar alegres y sacar la cara por un país
ambicioso que sea el mejor en todos sus aspectos.
La Sierra Peruana
recibe a Adrià y Acurio con mucha esperanza. Los productores de papa y también
de otros cultivos nativos valoran la comida de los incas y las historias de
esfuerzos y sacrificios de los cocineros. Adrià y Acurio saben muy bien que la comida es una manera de
conectar a la gente. Por ejemplo escuchan a una señora, de una picantería
arequipeña, el relato de cómo ella se apasionó por la cocina y la hizo un
compromiso para con ella y la sociedad. Y es que compromiso es una palabra
clave en estos tiempos, tanto para la cocina como para la vida misma.
Si hablamos de la
Selva Peruana podríamos tocar el tema de la variedad de las frutas, luego de
probarlas, Adrià se siente como si estuviera en el Paraíso de Adán y Eva. Pero
la Selva Peruana tiene todavía un gran potencial por descubrirse, lo bueno es
que ya los jóvenes están con las pilas cargadas para mostrar lo mejor de su
gastronomía y su biodiversidad al mundo.
Si ahorita nos
hiciéramos, en el mundo, la pregunta: ¿Qué es el Perú? , la respuesta sería: Es
cocina.http://observandocineperuano.blogspot.com/feeds/posts/default